lunes, 21 de diciembre de 2009


Guillermo Pérez Villalta “Grupo de personas en un atrio o alegoría del arte y de la vida o del presente y del futuro” (1974)

“LOS ESQUIZOS DE MADRID”

La exposición “Los esquizos de Madrid”, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid entre junio y septiembre de este año 2009, que recorrerá algunas ciudades para concluir en Sevilla en la próxima primavera, ha supuesto un complejo trabajo por “reconstruir” lo que se ha llamado “Nueva Figuración madrileña de los 70” y hacer con ella una lectura crítica de una época, unos artistas y una obra.
La muestra abarca obras de 1970 a 1985, cuando se había superado el lenguaje figurativo y aparecían las lógicas divergencias artísticas entre sus autores.
Esa Nueva Figuración no vinculó en realidad a un grupo, ni elaboraron una propuesta artística homogénea, ni siquiera compartieron lenguajes formales, pero si aglutinó a unas personalidades artísticas afines en su sensibilidad, en su forma de vivir y de entender determinados hechos sociales y artísticos, en un momento histórico y cultural muy concreto, del que conocíamos el pasado, pero del que sólo imaginábamos el futuro.
Aquella “Nueva Figuración madrileña” en lo sustancial estuvo formado por Rafael Pérez- Minguez (1949-1999); Guillermo Pérez Villalta (1948); Carlos Alcolea (1949-1992); Carlos Franco (1951); Chema Cobo (1952); Herminio Molero (1948) y Manolo Quejido (1946), pero la exposición incluye también a Sigfrido Martín Begué (1959); Carlos Forns (1954) y Jaime Aledo (1949), herederos de la figuración de los 70.
No es fácil hacer una nómina cerrada de lo que no funcionó como grupo artístico, sino como esfuerzos de expresión coincidentes, como personalidades unidas por sentirse diferentes, con un cierto aire insolente y provocador ante lo establecido, en un complejo ambiente vital y cultural, heterodoxo y hedonista.
La muestra añade el testimonio fotográfico de Luis Pérez Minguez (1950), alguna obra de Luis Gordillo (1934) y Alfredo Alcain (1935) como referentes españoles, de Duchamp, Hockney y Richard Hamilton como algunas de las referencias de fuera y el homenaje a Javier Utray (1945-2008) como teórico y aglutinador del grupo.
Es en tiempos complicados para la expresión cuando el aislamiento incentiva comportamientos y deja huellas. La opción por mantener equidistancia respecto a las vanguardias heredadas, en lo artístico y en lo político, optando más por la reflexión que por el medio, les llevó a ser adjetivados de eclécticos y fragmentarios, “El cuadro como acontecimiento” que dijo Aledo. En lo gris y asfixiante de una realidad social, política y cultural, la ruptura era un empeño osado. Mayo del 68 no estaba lejos y formaba parte de sus vivencias.
Al comenzar aquella década, éramos la periferia de Europa, pero aquel aislamiento, refractario a cualquier propuesta iconoclasta, contribuyó a la originalidad del arte que aquí se hacía. Sus autores conocían las vanguardias que se manifestaban fuera, participaban del entusiasmo con el que se vivía la década de los setenta y compartían estímulos artísticos, filosóficos, literarios, musicales y las expresiones y expansiones de la cultura pop.
“Los Esquizos” es como los pintores del grupo barcelonés “Trama” llamaban a los figurativos de Madrid. Estos respondieron denominándoles “los oligos” de Barcelona.
“Los Esquizos” fueron entusiastas de “El Anti-Edipo” subtitulado “Capitalismo y Esquizofrenia” publicado en 1972 y traducido por Francisco Monge. Quizá resumió muchas cosas Chema Cobo cuando dijo: ”Yo somos dos. Yo somos gemelos”. Y fue esquizoide porque trataron de simultanear la pertenencia a una cultura de élite, a una pintura culta, con la participación de la cultura popular del momento que, en este caso, no debe confundirse con cultura de masas, aunque con algo de cinismo renunciaron a ser propuesta de vanguardia.
En 1972 se celebraron los famosos “Encuentros de Pamplona”, que supusieron la anárquica puesta en escena y el ritual fin de fiesta de un arte experimental que trataba de hacerse presente en el encorsetado ambiente cultural español.
Uno de los cursos de verano de la U.I.M.P. en 1977 se tituló “La Vanguardia ¿mito o realidad” y en aquel debate ganaron los defensores de la “nueva pintura” frente a los partidarios del arte político y conceptual.
Asistimos a una exposición sin nostalgias, de lo fue intenso en un momento dado, de recuerdos, de la explosión creativa frente al gris del entorno, de aportaciones y de contrastes. Fue Pérez Villalta quien en 1974 inmortalizó el “no grupo” en su cuadro: “Grupo de personas en un atrio o alegoría del arte y de la vida o del presente y del futuro”.
La mayoría de “Los Esquizos” han expuesto aquí, aunque unos años después de su explosión madrileña. En la sala Robayera de Miengo han expuesto Chema Cobo, Carlos Franco, Luis Gordillo y Manolo Quejido. En la Galería Siboney de Santander hemos visto obra de Luis Gordillo, Guillermo Pérez Villalta y Chema Cobo. Manolo Quejido ha expuesto en la galería Fernando Silió de Santander. Por la Fundación Botín han pasado Manolo Quejido y Guillermo Pérez Villalta, este último también ha expuesto en el Palacete del Embarcadero. La galería Trazos Tres expuso a Luis Gordillo, y la Sala Mauro Murieras de Torrelavega y el Museo de Bellas Artes acogieron obra de Chema Cobo. La mayoría de estas exposiciones corresponden a la década de los 90, salvo algunas de la Galería Siboney de Santander que también corresponden a la década siguiente.
La exposición supone el recorrido por quienes, sin afirmación expresa, defendieron la dignidad de la pintura en una aventura que miraba hacia delante. La muestra de un grupo que en unos años, la década de los setenta fundamentalmente, narró y sintió la vida como no lo hacía la mayoría en una España donde lo prohibido sumaba bastante más que lo que se permitía.
(Artículo publicado en el Nº 7 "QVORVM"; diciembre 2009)







10 comentarios:

Elvira dijo...

Suena interesante. A ver si la veo cuando venga a Barcelona (si viene).

Aprovecho para desearte muy felices fiestas, Jesús!!!

Escéptico dijo...

Elvira, si quieres un ejemplar de la revista, dime cómo te la hago llegar.
Felices Fiestas y que nos sigamos encontrando en este mundo de la red que a mi cada día me parece más "incomprensible".

Elvira dijo...

¡Qué generoso de tu parte, Jesús! Sí, me encantaría. Te hago llegar mi dirección por correo electrónico.

Eso mismo deseo. :-)

Sotogrande dijo...

Felices fiestas Escéptico, a ti, a todos tus amigos a tus musas, y a todos los comentaristas de este diario.

Y para empezar el año un deseo:

Que Zapatero consiga salise de las drogas!
(A todos nos irá mejor)

Au revoir.

ADELAIDA dijo...

Felices fiestas Escéptico !!

También aprovecho la ocasión para felicitar la Navidad a todos los seguidores de este blog.
un beso

Anónimo dijo...

Os deseo lo mismo, felicidad y mucha alegría. Besos.
Alberto

Escéptico dijo...

Elvira, te mandaré la revista.
Sotogrande, Zapatero lo está dejando, pero tu sabes que cuesta.
A todos, Felices Fiestas de Navidad

Elvira dijo...

¡Gracias!

Antes no felicité a tus amigos, lo hago ahora: ¡Feliz Navidad a todos y mucha suerte y alegría para el año 2010!!

Sotogrande dijo...

Vale, acepto que es difícil salirse de las drogas.
Pero, coño, almenos que se baje la dosis!!
Porqué no me negarás que lo de otorgar la propiedad de la tierra al viento es producto de una sobredosis.
Y el agua?? O es que el agua no puede ser propietaria de nada??
Y el Sol? Qué demonios pinta el Sol en todo esto? Me lo puedes decir?
Puede ser el Sol, un ente externo a la Tierra, propietario de la Tierra o incumple alguna ley cosmológica?? La influencia solar es notoria y su actividad la principal variable científica para determinar la temperatura media de nuestro planeta.

Estamos todos de rehalquilados en la tierra?? Y quien cobra el alquiler? Al Gore???
Venga, hagámonos las preguntas que sugiere nuestro líder y quien sabe si conseguimos salir de la crisis, (que obviamente han provocado los de la derecha)

...the answer my frieeeend
is blowing in the wiiind...,
the answer is blowing in the wiiiind...

Escéptico dijo...

Amigo Sotogrande: la tierra para quien la trabaja, el sol para quien lo toma y disfruta y el agua para quien lo bebe en pequeñas dosis.