domingo, 22 de octubre de 2023

Notas de “OJALÁ ESTUVIERAS AQUÍ” novela de JULIO CESAR CANO

El Mercado Central de Castellón es un lugar emblemático de la ciudad y el escenario de un crimen. Un hombre aparece degollado junto al cuarto donde se guardan los enseres de limpieza. Se trata del empresario Pedro Casas, que se dedicaba a comprar baratijas en China para luego venderlas en las tiendas de los chinos. El comisario Romerales vuelve a solicitar los servicios del inspector Bartolomé Monfort, que está viviendo una etapa difícil, pues su madre se debate entre la vida y la muerte en un Hospital de Barcelona, bien cuidada por el doctor Senent, amigo del inspector, que no olvida la muerte de su esposa Violeta en un accidente de tráfico del que ella no fue responsable y sigue disfrutando de una buena comida, un buen vino y de una buena música.

En una trama paralela que sucede en el pasado, una joven pareja, Luis y Carmen, con una vida complicada, decide abandonarlo todo y huir a un lugar donde nadie los conozca. A él le gusta boxear. A ella le gustan otras actividades menos recomendables. La vida de estos dos jóvenes será la clave para la resolución del caso, en el que el inspector Monfort, la agente Silvia Redó, que recientemente ha roto una relación, los agentes Terreros y García y el comisario Romerales, trabajarán sin tregua. A estos personajes se suma la jueza Elvira Figueroa, mujer de carácter fuerte que cobra protagonismo en la narración.

Desde el principio parece que el boxeo, las apuestas ilegales y los combates amañados, tendrán un peso importante en la historia, pero lo iremos descubriendo con la lectura de la novela y descubriremos cómo unos hechos que parecen desarrollarse en un pasado, tienen relación con el asesinato ocurrido en la actualidad.

El empresario asesinado escondía secretos tanto a su familia como en lo profesional; los supuestos viajes que el empresario hacía a China para comprar mercancía realmente no tuvieron lugar, y la cuestión es saber a qué dedicaba ese tiempo en el que decía viajar y dónde se escondía.

Pedro Casas, con una mujer eternamente deprimida, con una cuñada que había trabajado para él, estaba separado y tenía una hija, Alba, con una pequeña editorial en Barcelona, donde traduce y publica rarezas literarias. Casualmente su editorial, “Libros del Crepúsculo”, había traducido un libro sobre “Toro Salvaje”, escrito por Jake La Mota, un boxeador conflictivo. La aparición de este detalle en escena y el hecho de que en determinados pasajes se hable de combates de boxeo, algunos amañados, y apuestas ilegales parecen relacionar los hechos de pasado y presente.

Una novela entretenida y escrita con corrección, donde las dos tramas terminan encajando.

 

martes, 10 de octubre de 2023


 Notas después de leer “EL MONARCA DE LAS SOMBRAS” de JAVIER CERCAS.

Cercas cuenta la historia a los lectores, pero también a su madre Blanca Mena que había admirado al protagonista del que era sobrina; a los vecinos de su pueblo; al cineasta y escritor David Trueba; a su abuelo Paco Cercas.

El autor escribe sobre un tema incómodo para él, puesto que está dedicado a su tío abuelo, Manuel Mena, un héroe de la causa franquista, que murió en la batalla del Ebro.

Según nos cuenta el propio Cercas, Juan Mena, padre de Manuel, propietario de tierras y ganado, era el cacique del pueblo. Su abuelo Francisco Cercas había sido concejal durante el Bienio Negro y fue destituido en febrero del 36. Su abuelo Francisco Cercas, presidente de la Sociedad de Agricultores, fue presidente de la gestora el 20 de julio del 36, jefe local de Falange y alcalde de Ibahernando entre 1937 y 1939. «En fecha imprecisa, aunque supongo que sería en los meses del Frente Popular, ambos fueron detenidos y pasaron por la cárcel «acusados de almacenar armas en una finca».

Quizá esta novela —escribe Cercas— es el verdadero final de la trama de Soldados de Salamina: un recuerdo que revive y se va configurando como fábula moral. El monarca de las sombras es un tío abuelo del autor: un joven falangista de 19 años, Manuel Mena, que murió en la batalla del Ebro, el 21 septiembre de 1938, cuando era alférez provisional de un tabor de Tiradores de Ifni, unidad de asalto en la que sirvió y recibió cinco heridas, lo que le convirtió en el héroe de su familia.

Se entrelazan dos historias: la investigación buscando los recuerdos del muerto y la reflexión sobre nuestra relación con el pasado y la crónica de su actuación en la guerra hasta su muerte. Esa relación minuciosa y conmovida de lugares y batallas, idas y vueltas al pueblo en los contados permisos, ha encontrado una prosa narrativa ágil que se lee con interés. La novela tiene sus mejores momentos en los encuentros con los relatores del pasado y en la reconstrucción de la intrahistoria moral del pueblo de Ibahernando. Al final del libro Cercas viaja a Bot, un pueblo cercano a los lugares de la batalla del Ebro, donde estuvo el hospital de campaña que vio los últimos momentos de Manuel Mena. Un vecino del lugar lo sabe todo, e incluso vive todavía una mujer que cuando era adolescente trabajó como auxiliar de las enfermeras. Estamos algo más cerca de la verdad, al conocer los documentos que custodia Manolo Amarilla en Ibahernando, o al entrevistar al anciano “El Pelaor”, hijo de un hombre fusilado por los nacionales.

Manuel Mena quizá llegó a intuir que “era un soldado perdido en una guerra ajena”, porque fue uno más de aquella burguesía rural que debió haber sido republicana, porque aquel régimen era el suyo, pero a él, como a otros, les escandalizó el sectarismo sobrevenido, fueron a una guerra que creyeron obligada, envejecieron en el combate y luego volvieron a su mutismo histórico de antes. ¿Qué llevó a Manuel Mena a combatir como voluntario con el ejército franquista, defendiendo en el bando equivocado una causa que no era justa ni era la suya? ¿Qué llevó en 1936 a miles de jóvenes a creer en el sueño fascista y entregar su vida a cambio de nada?

Una muy buena novela, muy bien escrita y muy interesante con dos historias entrelazadas: la de la investigación en busca de recuerdos del fallecido y la reflexión sobre nuestra relación con el pasado y la crónica de su actuación hasta su muerte.

martes, 3 de octubre de 2023


Notas después de leer “EL CIELO DE TUS DÍAS”, novela de GRETA ALONSO

El inspector Álex Brul trabaja en una comisaría de policía de Bilbao. Persona intuitiva que sabe cuándo va a tener un buen día o no. Nada más llegar a su despacho la inspectora Natalia Herreros le comunica lo que ha recibido en su buzón. Un sobre anónimo con un mechón de pelo con la foto de una chica y un mensaje:Esta era ella. Este, su pelo. Yo, su asesino”.

Brul está completamente seguro de que corresponde a Alicia López Torre, asesinada hace más de quince años en un monte de Cantabria, y cuyo asesino, Ennio Rossi, cumple condena en prisión. La misma muchacha en la que a pesar de los esfuerzos nunca ha podido quitársela de la cabeza. El envío confirma las sospechas de que el auténtico autor del crimen no es el encarcelado, sino que es otro que está en libertad. La decisión será la de reabrir nuevamente el caso para intentar seguir una nueva línea de investigación y dar con el verdadero asesino y para ello contará con la ayuda de la inspectora Herreros

A la inspectora Herreros no le queda otra que liderar la investigación entre Bilbao y Madrid, especialmente en la zona del Monte Buciero, en Santoña (Cantabria), y seguir más de cerca de lo que le hubiera gustado, a su jefe y mentor, Álex Brul, que mantuvo una relación con la víctima meses antes del suceso.

Todos los que conocían a Alicia tienen algo que ocultar, hay secretos escondidos durante años y personalidades veladas que nunca dejan de sorprender. ¿Quién era Alicia? ¿Qué oculta Brul? Alicia era una joven brillante de 17 años que fue asesinada en 2001, quince años antes de esta nueva investigación.

La autora cuenta la historia y la investigación, pero en ocasiones se centra en que conozcamos la relación entre Álex y Natalia, que quizá sean unos personajes demasiado atormentados. En una novela como esta, pesa demasiado la relación personal de los protagonistas.

En la novela, Álex y Natalia se van alternando para contarnos cómo viven y todo lo que les pasa. Una maraña bien ideada que te mantiene en tensión: mafias, tráfico de influencias, mentiras, miedos, secretos, dolor, crueldad, bajos fondos. 

Algo que no termino de entender es por qué la autora firma con un seudónimo y se deja fotografiar sin que veamos su cara, una autora que nació, dice, en los ochenta, cerca del Cantábrico.