jueves, 27 de octubre de 2016

Max Aub y su hija Elena
MAX AUB era miembro del PSOE y al inicio de la Guerra Civil fue enviado desde Madrid a París como agregado cultural de la embajada española. Allí, Max Aub se empeñó en pagar, con entrega del correspondiente recibo de 150.000 francos de la época a Picasso, en 1937, para que pintara el “Guernica” con destino al pabellón español de la Exposición Universal de París. Picasso quería hacerlo gratis, pero Aub insistió en abonar ese trabajo en nombre del gobierno de la II República. Ese documento firmado de haber cobrado el encargo, permitió certificar la propiedad española del mural y que éste, un tiempo después, volviera a España desde el MoMA neoyorkino.

El 10 de septiembre de 1981, en la bodega de un Boeing, en un vuelo comercial de Iberia procedente de Nueva York, llegaba a Madrid el “Guernica” de Picasso.

domingo, 23 de octubre de 2016

IRENE ESCOLAR es una actriz española. Pertenece a una familia con gran tradición en la escena. Ella es una enorme actriz de teatro y creo que con un magnífico futuro.

Premio Goya 2016 como mejor Actriz Revelación por su papel en “Un otoño sin Berlín”.

jueves, 20 de octubre de 2016

Es bueno sumarnos solidariamente al 19 de octubre, Día Internacional del Cáncer de Mama. Pero la realidad de esta enfermedad es de todos los días del año.

martes, 18 de octubre de 2016

Leí con interés “Dispara, yo ya estoy muerto”, la novela de Julia Navarro. Es la historia de dos familias, una árabe y otra judía, que persiguen sus sueños y luchan por sobreponerse a su propio destino. La vida de los personajes nos lleva a Varsovia, San Petersburgo, Jerusalén, París...
Dos familias: por un lado Samuel, de ascendencia judía, con cuyos familiares da comienzo la novela en Rusia, y que nos muestra los últimos años de los tiempos de los zares y la gran represión y los pogromos a finales del siglo XIX. Por otro lado, la familia de Ahmed, de raíces árabes que han vivido toda su vida en Palestina. Un encuentro casual entre ellos hará que sus vidas queden entrecruzadas para siempre, pudiendo mucho más la amistad y el amor que se profesan entre estos dos clanes que el odio interracial en el que están inmersos por las circunstancias que les toca vivir.
Marian Miller, cooperante de una ONG, debe realizar un informe sobre los asentamientos ilegales de los judíos en territorio palestino. Para ello pretende recoger las versiones de ambos lados, una decisión que la llevará a citarse en Jerusalén con Ezequiel Zucker, un anciano que tiene muchas cosas que contar e, incluso, algún secreto que ocultar. Posee como precioso legado la memoria de su familia, emigrantes judíos a resultas de los pogromos que, de la Rusia de finales del siglo XIX, les llevaron a París, donde habían ido a vender pieles, y a Jerusalén... Como si se tratara de un enorme puzzle en el que encajar muchas piezas, el viejo Ezequiel irá relatando la historia de su familia, mientras que Marian Miller, proclive a defender la causa palestina, le ofrecerá la versión árabe, la historia de la familia Ahmed.
Hasta su sorprendente final, aparecen muchos misterios, muchas aventuras y emociones.
La novela se acerca a la historia de la formación del Estado israelí, desde los pogromos en Rusia y Polonia, origen del impulso sionista de Theodor Herzl hasta la proclamación del Estado de Israel. La novela nos acerca al nacimiento del panarabismo; los asentamientos de judíos en la Palestina ocupada por los británicos; la formación de las milicias judías, embrión del futuro ejército israelí, y el papel que en ellas jugó, por ejemplo, Ben Gurión, el primer Presidente del Gobierno del Estado de Israel; las tensiones entre los palestinos.

El libro toca el conflicto judío palestino desde la raíz y a fondo. Desde el principio del conflicto hasta el final de la novela con un diagnóstico de la situación política en la zona.

sábado, 15 de octubre de 2016

SIGOURNEY WEAVER, tiene ahora 66 años, una actriz que ha alcanzado una espléndida madurez. “Gorilas en la niebla”, “Armas de Mujer”, El año que vivimos peligrosamente”…Siempre me ha gustado.

miércoles, 12 de octubre de 2016

La artista ejecutando un retrato en 1790,

Élisabeth Vigée Le Brun (1755-1842), autora francesa de más de 600 retratos en los que inmortalizó a la sociedad del siglo XVIII.  

sábado, 8 de octubre de 2016

Cuando leí Patria o muerte” de Alberto Barrera Tyszka y guardé este comentario.
Probablemente no haya ahora mismo otra cuestión que sume tantas opiniones como la Venezuela de Hugo Chávez y el pos- chavismo. Si se critica al chavismo puede ser uno calificado como de derechas y si aplaudes seguramente eres calificado de radical de izquierdas. Tiene sus riesgos escribir una novela sobre estos temas. Alberto Barrera lo hace, con acierto y con valentía. Nos propone una narración compleja, poliédrica, intentando no ser maniqueo sobre los últimos años de vida de Hugo Chávez. Alberto Barrera construye una novela coral, sin una trama clara, de tal forma que la vida en Venezuela discurre a través de una serie de personajes chavistas como antichavistas; burgueses ricos como personajes marginales.
En la novela conviven el insomnio de Miguel Sanabria, un oncólogo jubilado, que siente cómo la situación política ha emponzoñado su país y su vida; su sobrino Vladimir, alto funcionario del gobierno, recién llegado de La Habana que le entrega una misteriosa caja con un teléfono móvil en el que hay una grabación comprometedora y secreta de Hugo Chávez en un momento avanzado de su enfermedad; la esposa de Miguel Sanabria, militante antichavista; su hermano, un bolivariano radical; el periodista Fredy Lecuna, que quiere escribir un libro antes de que Chávez muera, al mismo tiempo que está siendo desalojado del apartamento donde vive con su compañera, que le reclama la dueña Andreína, recién regresada de Miami, y que para desalojar a Fredy de su apartamento, se alía con tres mujeres chavistas expertas en ocupar predios; la historia de Rodrigo, hijo pequeño de Fredy, que entabla una relación por internet con otra niña, María de nueve años, cuya madre acaba de ser asesinada en un intento de robo y Madeleine Butler, una periodista norteamericana obsesionada por escribir un libro sobre el presidente Chávez y su carisma.
Es un retrato íntimo y colectivo, personal y coral, de la Venezuela de los últimos años de vida de Chávez (corrupción, represión política, inflación disparada, violencia), un Hugo Chávez, que todo lo condiciona desde su posición de líder político, ideológico, económico e incluso religioso y de fondo, esa relación de Venezuela con Cuba, el país hermano, al que se ama pero que se le teme porque, además de colaborar, lo controla todo.
¿Hacia dónde se puede avanzar en Venezuela? Hay en la novela un mensaje tan cargado de esperanza como de desesperación. Como dice el autor, muerto Chávez la herencia del componente militar existe y Maduro ha despilfarrado, sin embargo, la herencia de la popularidad.

Una buena novela, escrita con una prosa ágil, que cuenta la intrahistoria de la realidad venezolana a través de la vida de varios personajes.

miércoles, 5 de octubre de 2016

El escritor Héctor Abad Faciolince, autor de “El olvido que seremos”, recordando el asesinato de su padre a manos de los paramilitares, y defensor rotundo del sí al acuerdo de paz, ha escrito después de conocer los resultados del plebiscito en Colombia favorables al no. Es una gran derrota. Y también una gran tristeza. No hay nada que disimular. Nada de rabia: mucha tristeza y ya”.

domingo, 2 de octubre de 2016

LA CRISIS COMENZÓ EN DICIEMBRE

                            (Artículo publicado en El Diario Montañés; 02.10.16)
Me duele pensar que el PSOE pudiera ser irrelevante en la política española. Siempre entendí que el PSOE es un partido de gobierno que debe conseguir liderar una mayoría social para traducirla en una mayoría electoral.
Es grande la responsabilidad del PSOE hoy, como en otros momentos de nuestra historia, porque es un partido sistémico en nuestra democracia y sus dirigentes debieran evitar algarabías y piruetas.
Dividir de forma simplista a los socialistas como ha hecho Pedro Sánchez entre los que están con Rajoy (los malos) y los que están contra Rajoy (los buenos), ponía de manifiesto la debilidad de su discurso, su falta de estrategia y su incapacidad para asumir la responsabilidad de las derrotas.
Porque nadie ha pedido en el PSOE apoyar a Rajoy. Lo que algunos hemos defendido es que el PSOE no fuera un obstáculo para que formara gobierno el partido más votado en las elecciones, para evitar unas nuevas elecciones de resultados imprevisibles. ¿Por qué insistir en un gobierno transversal y de cambio, si no es posible una alternativa viable (algo suficientemente demostrado)? La abstención no equivale a apoyar a un gobierno y a sus políticas.
Me repugna la soberbia carroñera de los “podemitas”.
En diciembre, cuando el PSOE perdió las elecciones, Sánchez debió interpretar que su lugar era la oposición y no perder tiempo ensimismado buscando apoyos imposibles. Ha sobrado tacticismo y ha faltado mucha pedagogía.
Al socialismo español le ha ido bien cuando se manifestó cohesionado defendiendo un programa autónomo creíble; cuando ha sido un partido modernizador y pragmático con un programa de centroizquierda, europeísta y apoyado por los sectores progresistas de la sociedad.
“Cuando se piensa solamente con un criterio de conveniencia política, se distorsiona la realidad”, lo decía hace unos el presidente peruano Juan Manuel Santos.
El momento que vive el PSOE es el más difícil desde la transición y agudiza la crisis institucional en España. Fórmese gobierno y, después, desde la oposición, que el PSOE afronte y resuelva sus problemas.