domingo, 28 de agosto de 2011

DIANE LANE
Es una de mis debilidades. Ha trabajado en películas dirigidas por George Roy Hill, Francis Ford Coppola, Walter Hill, Richard Attenborough, Adrian Lyne…
Ha intervenido en películas desde muy joven y puedo recordarla en “Rebeldes”, “Cotton Club”, “Chaplin”, “Asesinato en la Casa Blanca”, “La tormenta perfecta”, “Infiel”, “Bajo el sol de la Toscana”, “Rastro oculto”, “Noches de tormenta”, “Secretariat”… Hace unos días vi en TV la que creo que es su última película “Cinema verite”.

miércoles, 24 de agosto de 2011












Con motivo de la Feria Taurina en la última semana del mes de julio, se publica en Santander una revista: “Toros” para la que, desde hace diez años, me piden una colaboración. Esta es la publicada en este año 2011.

“HUELLAS EN LA BARRERA” de JOSE CABALLERO

Sabía que a mi tío Marcelino le gustaría leer “La memoria no es nostalgia. José Caballero” de Marian Madrigal Neira, publicado en octubre de 2010, un texto que resume la tesis doctoral de la autora sobre el pintor. Sabía que le iba agradar leer la vinculación de la obra de Caballero al mundo de los toros y de manera particular la historia de sus ilustraciones al “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías” de Federico García Lorca.
- ¿Qué tal te encuentras?, pregunté a mi tío Marcelino, mientras le hacía entrega del pequeño obsequio.
- De momento aguanto. La vida me ha dado algunos puntazos y bastantes revolcones. Esto de ahora es una cornada fuerte, pero es que no es la definitiva.
Llevaba una temporada en la que apenas salía de casa, aquejado de unos fuertes dolores de huesos y yo acudía a visitarle siempre que me era posible.
- José Caballero fue muy amigo de Lorca y colaborador de La Barraca. Te agradezco mucho el libro. Recuerdo cuando hace unas semanas me llevaste a ver la exposición de Caballero en el Círculo de Bellas Artes que titularon “Caminos de papel” con obra suya de 1951 a 1991.
Fue en el verano de 1934 cuando Sánchez Mejías decidió volver a los ruedos. Tenía 45 años. El 11 de agosto sustituía a Domingo Ortega y un toro le corneó en la plaza de Manzanares. Se le trasladó a Madrid para ser operado. En el viaje le acompañaba José Bergamín. Se le declaró una gangrena y falleció el 13 de agosto de aquel año 1934.
- Triste y muy impresionado por aquella muerte, me decía mi tío Marcelino, García Lorca parece que se trasladó a Santander donde iba a actuar La Barraca y fue en aquellos días cuando decidió escribir su famoso poema “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”.
- Dice la autora en el libro que en noviembre de 1934 dio a conocer por primera vez el poema elegíaco y que cuando decidió que se publicara, encargó a su amigo José Caballero las ilustraciones.
La edición, que salió en 1935, estuvo a cargo de Cruz y Raya y por problemas económicos tan solo fue posible imprimir tres dibujos, entre los que se incluyó una orla romántica con el retrato del torero, figurando en la parte de abajo del dibujo la frase “Lo recogió la Blanca Paloma”. Un segundo dibujo “La Cogida y la Muerte” plasmaba el momento en que el torero sufre la cornada y es recogido por unas mujeres y en el tercer dibujo “Cuerpo presente” José Caballero reflejaba el velatorio del cadáver.
Las ilustraciones, al menos dos de ellas, son marcadamente surrealistas. José Manuel Caballero Bonald ha dicho que José Caballero “ha sido considerado el más eminente pintor surrealista español”.
- Mi opinión, le decía a mi tío Marcelino, es que agotó las posibilidades que le ofrecía el surrealismo y desde ahí llegó a la abstracción, abandonó los elementos figurativos que cambió por la expresión de sensaciones y se acercó a la geometrización de los espacios y al informalismo incrustando en sus obras diferentes materias.
- ¡Cómo te expresas sobrino! Ya sabes que la guerra le sorprendió en zona nacional y por circunstancias personales y familiares ahí se quedó. Terminada la guerra colaboró como ilustrador en las revistas del Régimen “Vértice”, “Laureados” y “Escorial”. Pintó murales en edificios públicos y diseñó vidrieras de algunas iglesias. Todo eso es cierto, pero me parece exagerado e injusto que Trapiello le califique de pintor de cámara del Movimiento. Lo cierto es que fue un hombre atormentado por sus contradicciones y esa amargura la trasladó a su pintura.
- ¿Llegaste a conocer personalmente a José Caballero?, pregunté a mi tío Marcelino.
- Coincidí con él en algunas reuniones políticas clandestinas, pero de esa historia hablamos otro día, si quieres.
En el libro encontraría mi tío la historia de cómo en 1964 le encargaron una nueva edición ilustrada del “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”. Caballero reinterpretó el poema de Lorca y volcó en las nuevas ilustraciones su personalidad y su conciencia social. El resultado fueron unas ilustraciones expresionistas con tendencia a la abstracción. Cuando había entregado las treinta ilustraciones, falleció quien le había encargado la edición y esta no llegó a realizarse y esa nueva obra de Caballero quedó inédita y en propiedad de la editorial Rizzoli.
Comentábamos mi tío Marcelino y yo cómo las referencias al mundo de los toros estaban presentes de la obra de Caballero. Lo habíamos visto en la exposición del Círculo de Bellas Artes: en la serie de “Huellas en la barrera” de finales de los cincuenta, en “Traje de torero” de 1979, en “Toro encajonado” de comienzos de los ochenta o en “La luz del toro” de 1988.
El propietario de Hispánica de Bibliofilia encargó a Caballero unas ilustraciones sobre el mundo taurino y aceptó, a cambio de que fueran ilustraciones de poemas de José Bergamín. El resultado fue la edición de “Al toro” con textos de Bergamín y 20 aguafuertes de José Caballero. La presentación del libro se hizo en la Galería Rayuela de Madrid e intervinieron en ella Caballero Bonald y Rafael Alberti.
- Aun recuerdo, me decía mi tío, que me dijiste que habías adquirido un ejemplar de esa obra pagando a plazos su importe.
- Pero la relación con lo taurino no concluyó ahí, porque en 1986 la misma Hispánica de Bibliofilia editó ocho nuevos grabados de Caballero ilustrando poemas de “La suerte o la muerte” de Gerardo Diego. Es una obra que no se por qué no suele citarse en los listados de obras de José Caballero. También tengo en casa un ejemplar de esa edición.
Seguimos charlando de muchas cosas y dejé que mi tío Marcelino divagase en la nostalgia de sus años de trabajo, cuando había tenido oportunidades de conocer a los personajes más famosos de la época y también a algunos que habían dejado testimonio de sus extravagancias.
- Y ahora nos vamos los dos a cenar. No te admito disculpas.
- Tú sabes que nunca renuncio a que me lleves a alguno de tus restaurantes preferidos.
Cuando iba a comer o a cenar con mi tío me gustaba ir sobre seguro. Con el no me gustaba improvisar o ensayar. En “La taberna del alabardero” seguimos hablando de toros, de pintura y de la vida, mientras dábamos cuenta de un plato de jamón ibérico, de un arroz cremoso con langostinos, de una lubina mi tío y yo de un bacalao a la brasa, acompañado todo ello de un vino Beronia que nos recomendó el propio Luis Lezama, persona por la que mi tío Marcelino sentía un aprecio muy especial y a quien saludó con verdadero afecto aquella noche.




jueves, 18 de agosto de 2011

En la noche del 13 de agosto de 1961 comenzó la construcción del Muro de Berlín. Han pasado 50 años desde aquella noche en que se cerraron los pasos fronterizos y se prohibió el paso desde el Berlín Oriental al otro lado de la ciudad.
Fueron 162 kilómetros los afectados por aquella decisión de Walter Ulbricht cuyo objetivo era cerrar Berlín y evitar que ciudadanos berlineses del este pasaran, sin demasiadas dificultades, a la Alemania Occidental. No podía ser que se alcanzara la libertad con tanta facilidad. Se cortaron calles, se clausuraron comunicaciones, se tapiaron ventanas de casas, se rompieron relaciones afectivas y familiares y se puso de manifiesto de lo que era capaz un régimen comunista.
En septiembre de 1989 comenzó a desmoronarse el Muro empujado por los ciudadanos del Este.
Estuve en Berlín en aquellas fechas. El Muro se mantenía en pie, pero con demasiado resquebrajado ya. En el pasaporte aun conservo el sello de la RDA. Berlín Este me pareció una ciudad desolada y triste. Unos días antes de aquel viaje había tenido ocasión de escuchar al Canciller Willy Brandt, alcalde de Berlín cuando se comenzó a construir el muro. Después comenzó el proceso de la reunificación alemana. Pero esa ya es otra historia.

jueves, 11 de agosto de 2011

Leo “EL SUEÑO DEL CELTA”, la última novela del Nóbel de Literatura en 2010 MARIO VARGAS LLOSA.
El libro narra la vida del irlandés Roger Casement (1864-1916), comenzando en el Congo en 1903 y concluyendo en la cárcel de Londres en 1916 cuando muere ajusticiado por el gobierno británico acusado de sedición. Casement denunció los horrores del colonialismo en el Congo, la que fue propiedad del rey de los belgas Leopoldo II antes de ser el Congo Belga y en la Amazonía peruana. En nombre de la civilización, el comercio y el cristianismo se cometían las mayores barbaridades.
Llegó a África cuando tenía 19 años y trabajó en el Estado Libre del Congo, donde conoció a Henry Morton Stanley y a Joseph Conrad el autor de “El corazón de las tinieblas”.
En 1910 fue enviado a Perú por el Foreing Office para que investigara cómo actuaba en la región de Putumayo la empresa cauchera peruana Peruvian Rubber Company de capital británico que era dirigida por Julio César Arana de Águila.
Sus informes sobre lo que vio en ambos lugares conmocionaron a la sociedad de su época. Casement escribía sobre la explotación colonial; sobre la cruel explotación de los nativos para extraer el máximo de riqueza de sus tierras.
Casement tuvo, además, otra peripecia vital, su tránsito desde el servicio diplomático como cónsul de Inglaterra, al activismo del nacionalismo irlandés. Conspiró contra Inglaterra en Berlín, en plena 1ª Guerra Mundial, y participó en el alzamiento independentista de la Semana de Pascua en 1916 lo que le llevó directamente a la cárcel.
A todo ello se añaden sus aventuras homosexuales que, ciertas o no, fue escribiendo en sus “Diarios negros” y que cuando se publicaron escandalizaron a la sociedad en la que vivió Casement.
Vargas Llosa en esta obra parece más un historiador que un novelista. Es posible que, como ha dicho algún crítico, no sea su mejor obra, pero es una novela bien escrita, trabajada en lo que es investigación histórica, bien estructura, aunque quizá le falta esa emoción que sí existe en “La fiesta del Chivo”, otra novela de Vargas Llosa escrita a partir de una realidad histórica concreta.
Si alguien me pide opinión, le recomendaré la lectura de “El sueño del celta”.

domingo, 7 de agosto de 2011

Retrato de Sue Tilley
“Benefits Supervisor Sleeping” de 19885 vendido en Christie´s de Nueva York en 2008 por 33 millones de dólares que pagó Roman Abramovic.

Aunque nació en Berlín en 1922, el pintor LUCIEN FREUD es considerado británico porque llegó a Londres con 11 años, consecuencia del exilio forzoso de sus padres judíos. Falleció el 22 de julio de 2011 cuando tenía 88 años.
Su vida tiene bastante de apasionante, de bohemio bien situado, de misántropo que compartió borracheras en el Soho londinense con Francis Bacon, otro de los pintores de la Escuela de Londres, de amores desenfrenados de los que son herencia quizá decenas de hijos.
Su pintura se puede encuadrar como figurativa y expresionista. La más conocida se llena de un naturalismo carnal que se mueve en terrenos complejos. Su paisaje es el cuerpo humano, muchas veces desnudo, escrutado en su carnalidad hasta el desgarro y la desestructuración física.
En su estudio cuidó el silencio y el enigma de su poderosa creación pictórica. No dejó deslumbrarse por el éxito internacional de su obra, fundamentalmente desde finales de los setenta. Fue siempre muy exigente, polémico (como cuando retrató a la reina Isabel II envejecida), cotizado por museos y coleccionistas, sobrecogedor en ocasiones.
Es uno de los más grandes y originales pintores figurativos contemporáneos. El tiempo intensificará el valor singular de su obra.

martes, 2 de agosto de 2011

“Mujeres paseando por la Gran Vía de Madrid” de 1953

FRANCESC CATALÁ – ROCA (1922 – 1998)
El fotógrafo “documental”, de instantes, de momentos más o menos decisivos…Leo que en La Pedrera, en Barcelona, se puede ver una exposición de fotos suyas, la mayoría de una época de posguerra, entre 1950 y 1960.
Al colaborar en la exposición el Colegio de Arquitectos, también se pueden ver fotografías suyas de arquitectura bastante desconocidas.