lunes, 29 de mayo de 2023

viernes, 26 de mayo de 2023

jueves, 18 de mayo de 2023


 Notas después de leer la novela “EL RUIDO DE ENTONCES” de ANTÓN ARRIOLA

“El ingeniero había salido de la central a las 19:45, en su Seat 131 de color blanco. Nunca llegó a casa. A las 21:30, se recibió una llamada en la delegación en Bilbao del diario Egin. «Tenemos a Ryan, de Iberduero», dijeron. Comenzó entonces una morosa semana de angustia y esperanza, cuyo desenlace pasaría a formar parte de la historia de la infamia. Desde aquel tiempo mi madre, al despertarse los sábados por la mañana, oía el ruido de una segadora. La maquinaria del mundo se ponía en marcha con un ronroneo estremecedor, que le hablaba de aniquilamiento y desolación como ningún elaborado soneto o discurso pudiera hacerlo. Pero solo existía ya dentro de su cabeza: hacía años que José Mari había dejado de cortar la hierba de su jardín”.

Mediante una combinación de ficción y crónica autobiográfica, “El ruido de entonces” se adentra en los trágicos hechos que acontecieron alrededor de la central nuclear de Lemóniz. El secuestro del ingeniero José Mari Ryan, el 29 de enero de 1981, asesinado por ETA el 6 de febrero, vecino y amigo de la familia del autor, constituye su elemento central. El padre del autor hizo la mili con Ryan y comenzó a trabajar en Iberduero (ahora Iberdrola) el mismo día en que lo hizo el ingeniero asesinado. Su padre fue junto a otro ingeniero de Iberduero, al bosque donde los terroristas habían matado a su amigo, donde agentes de la Guardia Civil se hallaban "muy nerviosos" ante la posibilidad de que, en vez de encontrar a la víctima, ETA les hubiesen tendido una trampa y fuera a explotar una bomba.

En esa alternancia entre realidad y ficción, el autor reflexiona también sobre lo que supuso para la sociedad vasca ese suceso, con el que "muchos abrieron los ojos", "se les cayó la venda", ante la violencia de ETA, la cual logró "uno de sus mayores éxitos, si no el mayor" con la paralización del proyecto de la central de Lemóniz, aunque su estrategia criminal fue contestada con manifestaciones multitudinarias en las calles. Ryan no fue el único asesinado en Lemoiz: en 1978, una bomba mató a dos empleados de la central: Alberto Negro y Andrés Guerra; en 1979 asesinó a Ángel Baños y dos años después de asesinar a Ryan, ETA asesinó a Ángel Pascual Múgica en presencia de su hijo.

Junto a la pretensión inicial de contar la historia de un hombre inocente atrapado en una encrucijada, del relato irá aflorando una convicción: la necesidad de recuperar los recuerdos dolorosos de entonces, para que entre todos convirtamos a la memoria en guardiana de nuestro futuro. El autor vivió muy de cerca aquel dramático episodio.

sábado, 6 de mayo de 2023


 “A Transformation”, obra de, 2022, de la pintora británica nacida en 1977 Lynette Yiadom Boakye.

miércoles, 3 de mayo de 2023


 Notas de cuando leí “EL ASESINATO DE LAURA OLVIDO”, novela del peruano JORGE EDUARDO BENAVIDES.

Apolinario Larrazábal, conocido como “Colorado”, es un expolicía peruano negro, de origen vasco por parte de su padre, que ha abandonado su Lima natal tras enfrentarse a un caso de corrupción en la época de Fujimori. Sobrevive en Madrid en el barrio de Lavapiés donde le gusta vivir, haciendo trabajos ocasionales para su compadre, el abogado peruano Tejada, también expatriado, y mantiene una relación sentimental con una “morita” joven marroquí, Fátima. Tras resolver el secuestro del padre de Fátima Rasul Tarik dedicado al trapicheo, por unos delincuentes de poca monta, su casera le encomienda ocuparse del caso de su sobrina, una joven periodista, Lucía Luján, a la que todos los indicios señalan como sospechosa de la muerte de una célebre agente literaria, Laura Olivo, con la que la sobrina estaba viviendo un tórrido romance.

Al mismo tiempo, el abogado Tejada es asesinado en su bufete.

 Mientras Larrazabal se adentra para su investigación en el mundo de las agencias literarias, el lector se asoma a un entretenido fresco de escritores reconocibles y desencantados, novelas perdidas y ambiciones frustradas. Larrazabal es un buen policía y sufre la perplejidad que le causa un mundo complejo en el que se siente desplazado. La novela nos acerca a las miserias del mundo editorial, a las relaciones entre escritores de muy diferentes estilos y talantes y sus agentes literarios. Larrazabal descubre, junto con el lector, toda la trastienda del mundillo editorial español.

En la novela aparece un entretenido fresco de escritores reales –como Jorge Edwards-, y de otros inventados o prestados de otras ficciones, como el exitoso y frívolo Albert Cremades que rescata de su novela anterior “Un asunto sentimental” o Marcelo Chiriboga, autor del boom inventado por José Donoso y Carlos Fuentes. Para sorpresa de todos, Chiriboga dejó en vida unos manuscritos que contienen su última obra maestra, los mismos que después de mucho indagar, llevarán a Larrazabal a la resolución de un homicidio.

Personajes verosímiles, referencias a temas como la identidad o la migración, diálogos ágiles, ambientes reconocibles, ironía, parodia y una estructura muy bien construida, con sorpresas y reflexiones; una muy buena novela con todos los ingredientes del género de novela negra.