sábado, 31 de enero de 2009



TENÍA GANAS DE DARME UN HOMENAJE CON MONICA BELUCCI

miércoles, 28 de enero de 2009



Un poema de Vicente Aleixandre (1898 – 1984) de su libro “La destrucción o el amor”, publicado en 1935, con el que obtuvo el Premio Nacional de Literatura.
La vida de Lorca está unida a la tragedia de su muerte. Cernuda sintió el dolor del olvido desde el exilio. Aleixandre vivió la marginación desde el exilio interior.

UNIDAD EN ELLA

Cuerpo feliz que fluye entre mis manos,
rostro amado donde contemplo el mundo,
donde graciosos pájaros se copian fugitivos,
volando a la región donde nada se olvida.

Tu forma externa, diamante o rubí duro,
brillo de un sol que entre mis manos deslumbra,
cráter que me convoca con su música íntima,
con esa indescifrable llamada de tus dientes.

Muero porque me arrojo, porque quiero morir,
porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera
no es mío, sino el caliente aliento
que si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo.

Deja, deja que mire, teñido del amor,
enrojecido el rostro por tu purpúrea vida,
deja que mire el hondo clamor de tus entrañas
donde muero y renuncio a vivir para siempre.

Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo,
quiero ser tu, tu sangre, esa lava rugiente
que regando encerrada bellos miembros extremos
siente así los hermosos límites de la vida.

Este beso en tus labios como una lenta espina,
como un mar que voló hecho un espejo,
como el brillo de un ala,
es todavía unas manos, un repasar de tu crujiente pelo,
un crepitar de la luz vengadora,
luz o espada mortal que sobre mi cuello amenaza,
pero que nunca podrá destruir la unidad de este mundo.

domingo, 25 de enero de 2009



Veo la película "LA GUERRA DE CHARLIE WILSON", dirigida por Mike Nicols, que no había visto hasta ahora.
Una historia real en la que se cuenta cómo un congresista norteamericano vividor y astuto, una mujer de la alta sociedad de Houston, rica, atractiva y anticomunista y un agente de la CIA tenaz y conspirador, realizaron una de las mayores operaciones secretas, cuando la invasión soviética de Afganistán en 1979.
Los fondos que el Congreso de los Estados Unidos aprobó con destino a operaciones secretas contra la Unión Soviética en Afganistán pasaron de cinco a mil millones de dólares en apenas nueve años.
El ejército soviético se retiró de Afganistán.
Me ha resultado una película entretenida, interesante, muy bien dirigida y magníficamente interpretada por Tom Hanks, Julia Roberts y Philip Seymour Hoffman.

lunes, 19 de enero de 2009

No suelo incluir en este blog comentarios relacionados con mi actividad política, pero en esta ocasión me parecía oportuno hacerlo y dejar constancia.
POR QUÉ RENUNCIO

Por convicción personal y por experiencia, he defendido y sigo defendiendo la necesidad de alcanzar acuerdos políticos y sociales para configurar los órganos de gobierno de las Cajas de Ahorros y que estos respondan a equilibrios entre los diferentes estamentos representados en los mismos.
Estoy convencido de que con la estabilidad en esos órganos de gobierno y con los consensos que en ellos se alcancen, se evita la posible instrumentalización partidaria o corporativa, se genera confianza en las administraciones, en las empresas y en los particulares y se permite trabajar con mayor tranquilidad a los profesionales que tienen la responsabilidad más directa en la gestión.
Las Cajas de Ahorros, pioneras y expertas en Responsabilidad Social Corporativa, son instrumentos útiles que han contribuido y contribuyen al bienestar y al desarrollo económico y, como expertas en banca minorista, forman parte del sistema financiero español.
Por ello, la colaboración de los partidos políticos y de forma más particular del PSOE y del PP, es fundamental para que de la misma se deriven acuerdos estables sobre la representación en los diferentes órganos de gobierno de las Cajas de Ahorros.
No me corresponde juzgar quien tiene más o menos responsabilidad en que esa estabilidad en la colaboración se haya quebrado en Cantabria, en el momento de definir la proporción en la representación de los órganos de gobierno de Caja Cantabria, cuando corresponde renovar sus estructuras representativas. Esa estabilidad y esa colaboración han producido resultados muy positivos hasta ahora, y deseo que la quiebra de esa colaboración sea breve y transitoria.
Hace algunas semanas fui elegido, por unanimidad del Pleno de la Corporación Municipal de Santander, para ser Consejero General de Caja Cantabria para el cuatrienio 2009 – 2013.
Si alguien que hizo posible la unanimidad de ese acuerdo, como es el Grupo Municipal del Partido Popular, manifiesta públicamente, como lo ha hecho el pasado 15 de enero, que me retira aquella confianza y solicita mi renuncia, no seré yo quien me aferre a un puesto al que había llegado como consecuencia de aquel acuerdo unánime.
Por ello, después de habérselo hecho saber a responsables del PSOE, partido del que formo parte y que propuso mi candidatura, he comunicado al Alcalde del Ayuntamiento de Santander mi decisión de renunciar con fecha 19 de enero de 2009 al cargo de Consejero General de Caja Cantabria, cargo para el que fui elegido por el Pleno del Ayuntamiento de Santander.
Lamento protagonizar, de alguna manera, un desacuerdo político del que soy consecuencia pero no causa y no quiero por ello generar polémica alguna ni personalizar discrepancias.

martes, 13 de enero de 2009



Leo con mucho interés "LAS ARMAS DE AYER" del chileno nacido en 1947 MAX MARAMBIO y su lectura me empuja a escribir estas líneas.
Hay hechos que marcan una época de la vida y no se olvidan. Viví con intensidad la experiencia chilena del gobierno de Unidad Popular presidido por Salvador Allende, la experiencia de una revolución institucional en el marco de la democracia formal que le valió a Allende ser tachado de ingenuo, sus esfuerzos por avanzar hacia el socialismo desde el respeto a la democracia, su rechazo a la lucha armada que pretendían algunos sectores del bloque de Unidad Popular y la respuesta frontal y desafiante de la derecha chilena acudiendo al sabotaje y a la huelga patronal para desabastecer de los bienes básicos a la población.
Seguí con interés las presiones de la izquierda radical para que Allende rompiera el marco constitucional y avanzar directamente hacia el socialismo sin respetar los equilibrios y los consensos y socavando la autoridad del gobierno, una izquierda revolucionaria que no fue capaz de proponer soluciones radicales verosímiles. Y recuerdo la larga mano de Estados Unidos que, a través de la CIA, organizó y financió la desestabilización y el Golpe militar de Pinochet.
Con el mismo interés que leo hoy el libro de Marambio, leí en su momento "El último día de Salvador Allende" de Oscar Soto, médico de Allende a quien acompañó aquel 11 de septiembre de 1973 en el Palacio de la Moneda. Hoy me sigue impresionando la lectura del último discurso de Allende emitido a través de Radio Postales y Radio Corporación: “…mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor…”. Allende murió defendiendo la institucionalidad chilena y por eso no aceptó marchar al exilio y optó por la muerte en el Palacio de la Moneda, que jamás pensó que se atreverían a bombardearlo.
Seguramente para algunos, el tránsito de Marambio de joven revolucionario a empresario de éxito, un éxito en parte ligado a sus relaciones privilegiadas con Fidel Castro y el régimen cubano, le inhabilita para escribir un libro como "Las armas de ayer".
Lo cierto es que Max Marambio no renuncia a su pasado, que lo justifica y mantiene. No reniega de haber formado parte como protagonista de un proceso que defendió y al que asistió como testigo a su fracaso. Y por ello, es capaz de escribir un libro inteligente, interesante y que contribuye a conocer mejor algunos detalles de la última historia de Chile, sin renunciar a su evolución del joven revolucionario que fue ayer al empresario de éxito que es hoy.
Marambio, siendo muy joven (1966) se formó como revolucionario en Cuba, alineándose con aquella generación de jóvenes latinoamericanos que a finales de los años sesenta, inspirados por El Che, querían extender la guerrilla y la lucha armada a todo el continente, quizá exceptuando Chile precisamente. Trabajó de forma activa en el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) y con 23 años aceptó la responsabilidad de dirigir el "Grupo de amigos del Presidente" (GAP), la guardia personal del Presidente Allende.
En septiembre de 1971 abandonó el GAP, unos meses más tarde se separó del MIR por discrepancias estratégicas y el 11 de septiembre de 1973 se asiló en la embajada de Cuba. Como consecuencia del Golpe Militar todo el personal de la legación cubana abandonó Chile, quedando sus intereses bajo protección de la embajada sueca. Marambio permaneció diez meses en aquella embajada cubana, hasta entregar al MIR el armamento que allí se guardaba y que los cubanos no pudieron llevarse. Solo entonces, cuando consiguió el salvoconducto, salió para Suecia como exiliado político.
A finales de 1974 llegó a Cuba de nuevo y al poco tiempo ingresó en las Tropas Especiales, el cuerpo militar de élite, donde alcanzó el grado de Teniente Coronel.
Como aliado fiel del gobierno cubano colaboró en diferentes países en misiones encubiertas de “ayuda y solidaridad internacionalista a las luchas de liberación”. Por misiones vinculadas a ese tipo de objetivos fueron condenados el general Patricio de la Guardia a 30 años de cárcel y a pena de muerte el coronel Tony de la Guardia y el General de División Arnaldo Ochoa. Parece evidente que ese tipo de misiones no era posible desarrollarlas sin el conocimiento y apoyo de las autoridades cubanas.
Marambio supo aprovechar la autorización del gobierno cubano para crear empresas de propiedad mixta: 50% de propiedad privada y 50% del Estado cubano. Instalado en Chile, mantiene como empresario las mejores relaciones con el núcleo duro del régimen cubano y conserva importantes líneas de negocios en la Isla. Como alguien ha escrito con gracia: ”es el chileno que obtuvo la plata en el corazón del socialismo latinoamericano”.
“¿Cuáles son las armas de hoy?”, le preguntaron a Marambio el día de la presentación del libro “Las armas de ayer” que me ha motivado a escribir estas líneas: “todas las que excluyen la violencia, porque es en la batalla de las ideas donde se esgrimen las armas de hoy”, contestó el autor.

lunes, 5 de enero de 2009



SAHARA OCCIDENTAL, UN CONFLICTO DEMASIADO LARGO

Cuando un periodista de “Le Monde” preguntó a Hassan II sobre la represión que siguió a los disturbios urbanos de 1984, donde se contabilizaron algunas decenas de muertos y millares de detenidos, contestó que en Marruecos no había detenidos políticos sino “traidores a la patria” que no estaban de acuerdo con las tesis oficiales sobre el Sahara Occidental.

Human Rights Watch, prestigiosa y solvente ONG en defensa de los derechos humanos, acaba de hacer público un informe en el que denuncia a Marruecos de violar los derechos humanos en el territorio del Sahara bajo ocupación y control de Marruecos y pide a la ONU que intervenga y amplíe el mandato de la MINURSO (Misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sahara Occidental) para que tenga competencias en materia de derechos humanos en el Sahara ocupado y en los territorios de los refugiados saharauis. En el informe se relacionan casos de “juicios y encarcelamientos con cargos falsos” de activistas saharauis que previamente son sometidos a “detenciones arbitrarias y políticas”.

El pasado mes de agosto cesaba el diplomático holandés Peter van Walsum como enviado personal del Secretario General de la ONU para el Sahara Occidental. La posición pública de este diplomático, hecha pública en su artículo “El largo y complejo problema del Sahara”, publicado en El País el 28 de agosto de 2008, se interpretó como un apoyo a las tesis de aceptación de la ocupación del Sahara por Marruecos, lo que le enfrentó al Frente POLISARIO que pidió su cese inmediato, porque había roto con la necesaria discreción y exigible equilibrio que se le debe suponer a un diplomático que interviene como mediador en la solución de un conflicto internacional, un conflicto que dura ya 33 años.

Antes del holandés había renunciado James Baker, después de constatar la negativa de Marruecos a poner en práctica su plan para el Sahara, pese a que había sido aprobado por unanimidad por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El plan Baker preveía la celebración de un referéndum de autodeterminación tras cinco años de autonomía sobre la base de un censo teóricamente favorable a Marruecos.

La legalidad internacional sigue estando del lado del Frente POLISARIO, pero como Naciones Unidas no parece estar dispuesta a imponer esa legalidad a Marruecos o aplicar el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas (posible uso de la fuerza), el conflicto del Sahara Occidental se eterniza sin solución, salvo que el movimiento saharaui estuviera dispuesto a discutir una fórmula de coexistencia que no fuera la independencia.

El Tribunal Internacional de Justicia ya dictaminó en 1975 que el conflicto del Sahara era una cuestión de descolonización, que debía ser resuelto mediante un referéndum de autodeterminación organizado por el Consejo de Seguridad de la ONU. Esa es la legalidad internacional que choca frontalmente con la realidad política de los intereses de las partes enfrentadas.

La última ronda negociadora entre Marruecos y el Frente POLISARIO se celebró en el pasado mes de marzo de 2008 en Manhasset cerca de Nueva York. Se suspendían entonces las conversaciones directas entre la diplomacia marroquí y la saharaui que habían mantenido durante un año, a la espera del nombramiento de un nuevo mediador tras el cese de Peter van Walsum.

En septiembre se intentó el nombramiento del diplomático estadounidense Christopher Ross como enviado personal del Secretario General de la ONU para el Sahara Occidental. Se interpretaba como un gesto de mayor implicación de Estados Unidos en la solución del conflicto, una implicación importante, aunque no sea garantía de éxito, porque la administración estadounidense puede ejercer una verdadera presión sobre Marruecos, pero Marruecos no dio su acuerdo a este nombramiento y ha condicionado la reanudación de las conversaciones a que se discuta el proyecto de autonomía que ofrece al Sahara, descartando la independencia que reivindica el Frente POLISARIO.

La diplomacia española, por razones históricas y políticas y por afrontar una deuda moral no satisfecha con el pueblo saharaui, debiera implicarse a fondo en la solución del conflicto, profundizando en sus relaciones con Argelia y Marruecos, abandonando la sordina cuando se habla de derechos humanos y democratización en Marruecos y facilitando ayuda activa al Frente POLISARIO para hacer frente al sufrimiento de los refugiados en los campamentos de Tinduf en territorio argelino. La responsabilidad histórica de España no se ha disuelto y su compromiso con el Sahara debiera ser mayor y más intenso, en la medida en que la ONU quiera resolver el conflicto pero niega los medios para ello.

Mohamed VI, el pasado 6 de noviembre de 2008, conmemorando el aniversario de la Marcha Verde, anunciaba una “regionalización avanzada y gradual”, que comenzará por el Sahara. Sobre esa base, Rabat elaboró una propuesta de autonomía para lo que llaman “las provincias del sur” que presentó al Consejo de Seguridad, aunque no la hizo suya.

La iniciativa fue bien acogida por Estados Unidos y Francia y, lamentablemente, también por la diplomacia española a la vista de las declaraciones poco acertadas del Presidente Rodríguez Zapatero en su última visita a Rabat el pasado 16 de diciembre de 2008. Estados Unidos, Francia y España son tradicionales aliados de Marruecos y manifiestan con los hechos su intención de no contrariar a la monarquía alauita.

La tesis de la autonomía anunciada por Marruecos se contrapone a las aspiraciones de los independentistas saharauis que siempre han defendido su derecho a la autodeterminación como parte protagonista de un problema de descolonización no resuelto. La tesis de la autonomía es la que algunos analistas argumentan que debiera aceptarse, como vía para terminar con la grave situación de los refugiados saharauis y evitar que una nueva generación de niños crezca en los campamentos sin más horizonte que la hamada.

Pero, ¿es capaz Marruecos de ofertar seriamente una autonomía creíble y con garantías para el Sahara Occidental? ¿Está dispuesta la monarquía alauita a refundar Marruecos para que esa autonomía sea posible y viable?

En el Marruecos actual es impensable la elección directa de una presidencia regional autónoma, es impensable la elección de un parlamento autonómico e impensable el ejercicio de un control político de recursos y medios en un territorio autónomo.

La propuesta de Marruecos sería creíble si aceptara cambios estructurales y constitucionales. ¿Va a renunciar el majzen a sus competencias y presencia omnipresente en la política marroquí? Si se mantiene la actual situación, estallarán conflictos en zonas como el Rif o Ifni, se seguirá persiguiendo a jóvenes disidentes saharauis y será imposible avanzar en la construcción del Gran Magreb.

El conflicto del Sahara Occidental o se soluciona sobre la base del principio de autodeterminación o sobre la base de un acuerdo negociado entre los protagonistas. Lo que no es posible es una solución sobre los dos principios a la vez. El Consejo de Seguridad no puede seguir siendo un sujeto pasivo, y debiera hacerse respetar por las partes, sobre la base de sus propias Resoluciones y presionar a Marruecos como responsable directo del fracaso de la vía del referéndum.

Un país con intereses directos como Argelia, debe ver garantizados esos intereses: respeto a las fronteras y resolución de los contenciosos argelino-marroquíes. Y países como Estados Unidos, Francia o España no debieran actuar únicamente como aliados de Marruecos, sino como potencias en la comunidad internacional capaces de encontrar una solución pacífica, estable y compartida al conflicto del Sahara Occidental en el marco de las Resoluciones de Naciones Unidad.

Para Naciones Unidas, que ha reiterado en numerosas ocasiones que el Sahara es un “conflicto de descolonización”, España sigue ostentando la soberanía sobre el Sahara, y juristas de Naciones Unidas sostienen que incluso es la potencia administradora, aunque no pueda ejercer tal responsabilidad.

(artículo publicado en "El Diario Montañés")