jueves, 28 de noviembre de 2019


Notas después de leer la novela “La lluvia en la mazmorra” de Juan Ramón Biedma
A principios de 1930, en un Madrid húmedo, oscuro y algo siniestro, durante los tres últimos días del mandato del general Primo de Rivera, la disputa por controlar  un paquete de cartas destinadas a Alfonso XIII, redactadas por algunos de los prohombres más poderosos del país y que le debían de ser entregadas por la actriz Ana Ermitaño con una pitillera donde irían esas cartas, obligan al escritor Enrique Jardiel Poncela, a una solitaria profesora, Antolina, a una joven aspirante a dramaturga, Marcela Arellano, y a un sereno de oscuro pasado, Hernán Ruiz, a convertirse en detectives para realizar una indagación que los conducirá desde los ambientes teatrales y artísticos hasta algunos de los lugares más extravagantes del Madrid de los años treinta. Irán apareciendo apuestas clandestinas con juegos perversos, prostíbulos inmundos, teatros de autómatas, tráfico de cadáveres con las facultades de medicina, tristes asilos de actores, cementerios ambulantes y, también, la vida oculta de la aristocracia más próxima a la monarquía. A la trama, se suma un ambiente político crispado, donde la Unión Patriótica, el partido político fundado por Miguel Primo de Rivera, tendrá un peso muy específico, porque parece estar presente en toda la vida madrileña haciendo y deshaciendo a su antojo.
Cuando iba a cumplir con su misión de entregar aquellas cartas, en el estreno de La zapatera prodigiosa de García Lorca, la actriz Ana Ermitaño es apuñalada y asesinada.
Ese mismo día, mientras se celebraba el velatorio del conde Alivenza, el muerto decide que no está tan muerto como parecía y saliendo de féretro a todo correr se encerrará en la bodega negándose a salir de allí. La casa del conde se convertirá en una especie de gran verbena o aquelarre, donde desfilarán los personajes del Madrid más pobre y más castizo.
Toda la novela es un homenaje al mundo del teatro en ese primer tercio del siglo XX en España: la estructura, los diálogos, el desarrollo de la trama, la acción, los ambientes, los personajes. Todos los oficios del mundo del teatro tienen una mención en la novela.
Una historia increíble, curiosa, morbosa, irónica, cuyo final solo se descubrirá al final, cuando está punto de caer el telón.
Aunque esta no es su primera novela, no conocía a este autor, Juan Ramón Biedma, y me ha sorprendido muy positivamente.

domingo, 24 de noviembre de 2019

MARÍA MORALES, actriz española. Una de las protagonistas en la película “Gordos”.

martes, 19 de noviembre de 2019


Notas después de leer la novela “La línea del frente” de Aixa de la Cruz.
Aixa de la Cruz (Bilbao, 1988) tengo la impresión de que también ha sentido la necesidad de sumarse a lo que se llama literatura sobre el conflicto vasco con su novela “La línea del frente”. La autora intenta ser original en su forma de narrar los hechos, y creo que lo consigue. Una aportación más desde las letras vascas a mirar de frente a lo sucedido en los años más duros de ETA.
Sofía lleva una vida acomodada junto a su novio Carlos. Un día, ve en el telediario a quien fuera su amor de juventud: “A Jokin lo escoltaban dos ertzainas y aunque caminaba encorvado lo reconocí al instante”. La noticia eran unos disturbios: un rapero había sido acusado de apología del terrorismo, se había atrincherado en una casa okupa, hubo cargas, murió un joven. “Aquella noche acusaron a Jokin de haber dejado tuerto a un policía, de un crimen de odio, de terrorismo”.
La protagonista, Sofía Icaza, una joven vasca de buena familia se instala en un apartamento en Laredo propiedad de sus padres. El objetivo de este aislamiento es completar la tesis que viene redactando en sus últimos años: un estudio sobre el final de Mikel Areilza, escritor y ex militante de ETA exiliado en Argentina donde se suicidó. Pero en el encierro en su apartamento recupera el contacto con su antiguo ex novio, Jokin, detenido y condenado por actos de la kale borroka al enfrentarse a la policía en defensa de una casa okupada.  Sofía trata de dar sentido a lo que sucedió en los años que vivieron separados. Sofía se ha vuelto a enamorar por correspondencia.
Desde la terraza de su apartamento, se divisa el monte Buciero de Santoña, donde está ubicada la prisión de El Dueso, en la que cumple condena Jokin.
La novela intercala entradas del diario de Arturo Cozarowski un dramaturgo argentino que mantuvo contacto con el etarra Areilza y que quizá pueda dar razones a Sofía sobre lo que hizo y por la razones de su suicidio. Esa parte de la novela es la que menos me ha gustado.
Sofía irá descubriendo que aquello en lo que cree no es más que la proyección de un discurso ficcional.
Estamos ante un ejercicio arriesgado de indagar sobre el papel de las ficciones en la construcción de nuestra identidad, con el conflicto vasco al fondo.
No es una gran novela de reflexión sobre el País Vasco, pero si es una importante aportación generacional con aire fresco y calidad literaria a lo vivido en el País Vasco en tiempos del terrorismo de ETA.
La novela me ha gustado y creo que está bien escrita.

jueves, 14 de noviembre de 2019


“Los días felices”, obra de 1944 de Baltasar Balthus (1908 – 2001). Pintor obsesionado por reflejar en su pintura la angélica inocencia de las niñas desnudas; acusado de abusar del erotismo de las adolescentes. Algunas de sus obras están prácticamente vetadas para exponer.
A mi su obra más erótica me parece “La lección de guitarra”, una escena lésbica entre dos adolescentes en la misma posición que “La Piedad” de Miguel Ángel.

martes, 5 de noviembre de 2019

ARIANA OZORES, hija del gran José Luis Ozores, es una de mis actrices españolas preferidas.