jueves, 26 de abril de 2012

De HANNAH ARENDT, autora que ha abordado la cuestión del antisemitismo en la Europa moderna, he leído “Eichman en Jerusalén. Un ensayo sobre la realidad banal”.

El texto “EICHMANN EN JERUSALÉN” de HANNAH ARENDT, es la edición corregida y aumentada del texto que apareció por primera vez en febrero y marzo de 1963 en New Yorker, informando a sus lectores del juicio de Adolf Eichmann celebrado en Jerusalén en 1961.

El libro nos enfrenta mediante testimonios, datos e investigaciones a la tragedia del Holocausto, a las diferentes secuencias de la “Solución Final”, cuyo objetivo para el Tercer Reich era la aniquilación de toda la población judía en Europa y la destrucción de todo rastro del pueblo judío y que llevó a la muerte a seis millones de personas.

El texto también nos aproxima a la historia del antisemitismo, a los diferentes métodos para asesinar judíos, a los dilemas dramáticos a los que se enfrentaron los líderes de los guetos judíos y a determinados hechos y actitudes de esos líderes no fáciles de entender.

Adolf Eichmann fue secuestrado en Buenos Aires por agentes israelíes en mayo de 1960. Llegó a Jerusalén el 22 de mayo de 1961. El juicio se inició el 11 de abril de 1961 y terminó el 14 de agosto. El 11 de diciembre se dictó sentencia y el 15 se dictó el fallo de pena de muerte. El 22 de marzo de 1962 el Tribunal Supremo de Israel inició el procedimiento de revisión y dicto su sentencia el 29 de mayo. El presidente de Israel Ben-Zvi denegó todas las peticiones de clemencia y el 31 de mayo de 1962 Eichmann fue ahorcado. Sus cenizas fueron arrojadas al Mediterráneo fuera de las aguas jurisdiccionales israelíes.

domingo, 22 de abril de 2012

CINDY SHERMAN, es una artista conceptual que protagoniza todas sus fotografías. Su herramienta de expresión fue el autorretrato en sus fotografías. No siempre son autorretratos cómodos.

lunes, 9 de abril de 2012

Entre otras cosas, he leído estos días “EL VALLE DE LAS SOMBRAS” de JERÓNIMO TRISTANTE.
La acción de la novela se sitúa en Cuelgamuros mientras se construye el Valle de los Caídos, unas obras que comenzaron en 1940 y duraron 18 años.
Durante las obras muchos enfermaron de silicosis y otros murieron por accidentes cuando las condiciones de seguridad en el trabajo no existían.
La guerra civil había terminado con el triunfo de Franco, que quiere construir su propio mausoleo. Allí llega como preso republicano para trabajar en las obras José Antonio Tornell antiguo policía durante la República después de pasar por las cárceles franquistas. Trabajar en el Valle supone algunas ventajas de redención de pena, aun cuando sean explotados en su trabajo. También llega allí Roberto Alemán, capitán falangista héroe del ejército nacional, que es enviado al mismo lugar para que investigue supuestos desvíos en los suministros de alimentos enviados para los presos. Ambos se miran con recelo. Son enemigos. Uno de los presos muere en extrañas circunstancias. Tornell, llevado por su conocimiento como antiguo policía, está convencido de que ha sido un asesinato. Alemán le cree y los dos empiezan a investigar, estrechando así lazos de amistad. Las cosas comienzan a complicarse cada vez más. Ambos colaborarán para resolver el asesinato inicial y las muertes que después se van sucediendo. La novela nos mostrará a unos personajes luchando por la dignidad en medio de la barbarie de una guerra y sus consecuencias para los vencidos. Hay gente que empieza a ponerse nerviosa, entre otras cosas porque el dictador va a visitar las obras ¿Y si todos estos sucesos ocultaran algo que podría cambiar la historia de España?
Tornel y Alemán descubrirán al culpable de las muertes y lo que se tramaba cuando se produjera la visita de Franco a las obras.
Una novela que se lee con interés donde a la intriga se une la historia de una amistad que se impone a las diferencias ideológicas. La obra nos acerca a la construcción del Valle y de la carretera de acceso; a las empresas que participaron; al trato y condiciones de vida de los presos; a la vigilancia en la obra.

martes, 3 de abril de 2012

WILLEM DE KOONING (1904-1997). Nació en Rotterdam y cuando tenía 22 años emigró a Estados Unidos donde ejerció, entre otros trabajos, de pintor de brocha gorda. Siempre quiso ser pintor, pero hasta la década de los cuarenta nadie le hizo caso y llevó una vida precaria.
Siempre buscó un estilo propio y se esforzó hasta la extenuación en esa búsqueda de su originalidad: cuadros con líneas, figuras, sucesivas capas de pintura…entre la abstracción y la figuración.
Alcanza la plenitud a finales de los cuarenta. Trabajaba en una fábrica como obrero y de vez en cuando desaparecía durante semanas con borracheras que en alguna ocasión le llevaron al hospital o a deambular por la calle.
Cuando tenía 70 años vivió un amor intenso y una fiebre no menos intensa de productividad en su obra pictórica.