Notas de cuando leí “LA SOSPECHA ETERNA”, la primera novela de PABLO ALAÑA
Nos
encontramos en Santander en noviembre de 2019. Cuando comienza su jornada laboral, la abogada
penalista Clara Caballero recibe la noticia de que su amiga Irene Arias, una
profesora universitaria, ha sido detenida en Comillas. Es la sospechosa del
asesinato de un hombre al que nadie parece conocer.
Convencida de que se trata de un error, Clara asume su
defensa, pero su confianza se desvanece cuando descubre que el marido de Irene
la sorprendió en el jardín del domicilio familiar arrodillada junto al cadáver
y empuñando el arma del crimen. La situación se complica cuando advierte que el
asunto podía estar relacionado con la muerte violenta de la anterior pareja de
Irene hace unos años, un caso que no se consiguió resolver. Clara se pregunta
quién es realmente Irene.
Atenazada por las circunstancias, deberá investigar por
su cuenta para averiguar la verdad. Ya no se trata de defender a su amiga, sino
de encontrar al responsable de los asesinatos.
Que su amiga Irene fuera declarada inocente en el pasado, no sirve de nada si
no se encuentra a un culpable. Irene no encontrará apoyo en ninguno de los
casos, ni siquiera podrá contar con el apoyo de su marido.
Clara,
junto a Tomás, otro abogado del mismo bufete está aprendiendo el oficio, los
dos con sus problemas de personas normales, irán investigando lo ocurrido para
exculpar a Irene, la amiga de Clara, del asesinato de aquel hombre que ha
aparecido muerto en su jardín.
La acción reside en Santander (Clara trabaja en un bufete de abogados en la plaza
Pombo), con algunas referencias a Comillas y
San Sebastián.
El autor, conoce bien el trabajo del día a día de un
abogado, conoce los mecanismos de una investigación y del sistema judicial y
usa esos conocimientos en su novela. Utiliza una fórmula descriptiva de los
hechos, en una trama bien construida, bien desarrollada, con personajes bien
definidos y mantiene la curiosidad del lector sobre el desenlace de los hechos.
Hay presencia policía, pero en esta novela quienes investigan son dos abogados, investigan dos asesinatos, el actual y
el que ocurrió hace años del que también fue acusada Irene. El desenlace tiene algo de
sorprendente.
Una novela bien escrita, el autor sabe de lo que escribe,
entretenida y ambientada en un entorno donde las apariencias no coinciden
siempre con la realidad. Puedo recomendar la lectura de esa novela.

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