sábado, 7 de diciembre de 2019


Notas de cuando leí la novela “Un hombre cae”, de Jordi Basté y Marc Artigau
En una noche de primavera, el detective privado Albert Martínez mientras está cenando en la Barceloneta con un amigo, ve cómo dos hombres se acercan al espigón de la Mar Bella, dando la sensación que están discutiendo. Al cabo de un rato, solo regresa uno.
Albert Martínez se convierte en el único testigo que ha visto a esos dos hombres discutir en aquel lugar. Unos días más tarde, la exmujer del fallecido contrata sus servicios para averiguar lo que ha ocurrido.
Albert Martínez investigará y descubrirá los secretos oscuros de una influyente familia de la ciudad.
Junto al detective Albert Martínez, nos adentramos en una Barcelona gastronómica, nocturna y oculta donde se desarrolla la acción. La ciudad es casi otra protagonista de la novela: calles, restaurantes y locales de moda. (Homenaje a Manuel Vázquez Montalbán y a Eduardo Mendoza).
Con esta novela descubro a un nuevo investigador en ese ámbito literario del género policíaco, un detective poco convencional: joven, moderno, atractivo y homosexual.
Novela un tanto pretenciosa, aunque no lo sea de forma intencionada.

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