domingo, 2 de mayo de 2010

El pasado viernes día 30 estuve escuchado a la ACADEMY OF ST. MARTIN IN THE FIELDS. Es una orquesta a la que siempre es muy agradable escuchar.
Al día siguiente tuve que viajar a Valladolid por razones familiares: un viaje de ida y vuelta en el día y aproveche las horas de tren para leer “ESPAÑA REFUGIO NAZI” de CARLOS COLLADO SEIDEL, que he terminado hoy.
Un libro de divulgación histórica sobre uno de los temas más sensibles de nuestra historia al finalizar la 2ª Guerra Mundial, adecuado para leer en un viaje.
Se analizan los esfuerzos de los aliados por repatriar a su país de origen a los alemanes que residían en España, teniendo en cuenta los muy diferentes centros existentes: sedes diplomáticas, militares, de negocios, de espionaje…
Los aliados tenían dos preocupaciones: evitar que España se convirtiera en lugar de refugio para dirigentes nazis y que desde aquí trataran de reconstruir el poder nacionalsocialista y evitar que España se convirtiera en lugar de tránsito para que dirigentes nazis pudieran huir hacia América Latina. Los aliados se encontraron con dificultades objetivas: escasos medios de transporte, dificultades de identificación, falseamiento de identidades, boicot activo de autoridades civiles, militares y eclesiásticas españolas y escasa voluntad de los alemanes por volver a su país.
Otra parte del libro está dedicada a los intentos de los aliados (estadounidenses y británicos) por hacerse con los bienes, inmuebles y empresas de los alemanes en España. Volvían a repetirse las insistencias de los aliados por evitar las fugas de los bienes alemanes y los obstáculos de las autoridades españolas para evitar el objetivo de los aliados.
A finales de noviembre de 1945 el Consejo de Ministros autorizaba la transferencia de lo depositado en el Ministerio de Exteriores español: 51 millones de pesetas, además de otras cantidades en moneda extranjera.
Los aliados ocuparon los inmuebles, aunque surgieron problemas porque no todos eran propiedad del Estado alemán y porque había arrendamientos.
La embajada en la Castellana, la residencia del embajador en El Escorial, el Consulado de Barcelona, la Casa Alemana de Barcelona, 11 Colegios alemanes, el Instituto Alemán de Cultura, residencias, sedes de organizaciones nazis etc. eran inmuebles que los aliados querían vender.
Había otros bienes, como muebles, obras de arte, depósitos de oro etc. sobre los que los aliados encontraron todas las dificultades para hacerse cargo de ellos.
Otra cuestión a liquidar era Sofindus, el consorcio empresarial mayoritariamente alemán (más de 130 empresas de la industria química, electrónica, banca, seguros, minería, transportes…), aunque gestionado en ocasiones por testaferros españoles, que gestionaban los intereses empresariales alemanes a cambio de influencia y beneficios. Los aliados quisieron acabar con el consorcio con la venta de los activos. Algunas de esas empresas, acabada la guerra, dejaron de ser rentables y su precio de venta era casi simbólico. Pero hubo dificultades para aclarar la propiedad y para encontrar compradores. A finales de 1947 los aliados habían ingresado 100 millones de pesetas, sobre los 700 previstos en la tasación inicial.

3 comentarios:

Rukaegos dijo...

Cambio de tercio: Muy bueno el artículo de los amigos de los amigos en el Diario Montañés. Tenía yo algo medio preparado en esa línea, pero ya no tuve más remedio que escribirlo :)

Sotogrande dijo...

Buenos posts sobre totalitarismos. Imagino que este libro explicará muchos de los tics autoritarios que prevalecen en nuestro país.

Escéptico dijo...

Rukaegos, me alegro que el artículo te pareciera bien. Creo que lo que yo decía es un sentimiento bastante extendido.

Sotogrande: el libro está bien, pero no me ha parecido demasiado bueno para recomendarle.