Luis Rosales (1910 – 1992) nació el mismo año que Miguel Hernández, dos de los grandes poetas españoles del Siglo XX. Ambos coincidieron muchas veces, en la revista “Gallo crisis” que dirigía Ramón Sijé o en el homenaje en Madrid a Vicente Alexandre con ocasión de la publicación de su libro “La destrucción y el amor” en 1935.
Miembro de la Real Academia desde 1962, en 1982 se le otorgó el Premio Cervantes.
Con la disculpa del centenario de su nacimiento será un buen momento para volver a leer a estos poetas.
La guerra civil les separó en una trinchera que solo volvió a unir la poesía.
Rosales tuvo que cargar con su carnet de Falange que le entregaron en agosto de 1936 y con la detención de García Lorca en su casa familiar en Granada, una casa que era lugar de encuentro y refugio de los dos bandos.
Su primera obra Abril (1935), es una construcción poética de vivencias personales religiosas y afectivas, apoyada en los modelos clásicos.
Colaboró con la revista Escorial desde su fundación y cuando en 1943 la revista abandona su orientación falangista para adquirir un tono católico, del grupo fundacional solo se mantuvo Rosales.
Reaccionó frente al neogongorismo para defender los modelos de poesía clásica.
“Retablo de Navidad” (1940) fue nuevamente editado en 1964 como “Retablo sacro del nacimiento del Señor”.
“La casa encendida”, es una obra de 1949, en la que el autor, desde una perspectiva narrativa, escapa de algunas realidades que habían configurado sus poética y plasma con verso libre la factura sentimental que le ha pasado el desengaño por lo que ha visto y vivido. Los hechos ciertos de la “anécdota”, de la existencia personal, se convierten en poesía.
“Rimas” (1951) es el reflejo de la emoción íntima del poeta
“El contenido del corazón”, es prosa poética redactada en su formulación inicial en 1940 y posteriormente corregida y aumentada
Rosales apoyó el golpe militar y se integró en el régimen, pero no se sintió cómodo en él a pesar de algunas colaboraciones.
En 1979 publica “Diario de una resurrección”, con la emoción como constante poética.
“La carta entera” es obra de poemarios independientes donde combina lírica y narración. El primero se edita en 1980 “La almadraba”, a continuación el segundo “Un rostro en cada ola” en 1982 y “Oigo el silencio del miedo” en 1983
Con motivo del centenario de su nacimiento, se están editando y reeditando algunas antologías y algunas de sus obras. También se han montado algunas exposiciones, como la de “La casa encendida” (el mejor sitio para esa muestra) en Madrid donde se pueden ver, entre otras cosas, obra plástica y cerámica de autores con los que se relacionó y con los movimientos artísticos en los que participó.
También fue autor de diferentes ensayos literarios.
Desde un lirismo intimista, los temas de Luis Rosales son el amor, lo cotidiano como la amistad o la familia, el sentimiento religioso, la constante presencia de los recuerdos.
“Cuando estoy junto a ti,
siento la misteriosa sacralizad del cuerpo femenino
que al extenderse llena el mundo.”
Miembro de la Real Academia desde 1962, en 1982 se le otorgó el Premio Cervantes.
Con la disculpa del centenario de su nacimiento será un buen momento para volver a leer a estos poetas.
La guerra civil les separó en una trinchera que solo volvió a unir la poesía.
Rosales tuvo que cargar con su carnet de Falange que le entregaron en agosto de 1936 y con la detención de García Lorca en su casa familiar en Granada, una casa que era lugar de encuentro y refugio de los dos bandos.
Su primera obra Abril (1935), es una construcción poética de vivencias personales religiosas y afectivas, apoyada en los modelos clásicos.
Colaboró con la revista Escorial desde su fundación y cuando en 1943 la revista abandona su orientación falangista para adquirir un tono católico, del grupo fundacional solo se mantuvo Rosales.
Reaccionó frente al neogongorismo para defender los modelos de poesía clásica.
“Retablo de Navidad” (1940) fue nuevamente editado en 1964 como “Retablo sacro del nacimiento del Señor”.
“La casa encendida”, es una obra de 1949, en la que el autor, desde una perspectiva narrativa, escapa de algunas realidades que habían configurado sus poética y plasma con verso libre la factura sentimental que le ha pasado el desengaño por lo que ha visto y vivido. Los hechos ciertos de la “anécdota”, de la existencia personal, se convierten en poesía.
“Rimas” (1951) es el reflejo de la emoción íntima del poeta
“El contenido del corazón”, es prosa poética redactada en su formulación inicial en 1940 y posteriormente corregida y aumentada
Rosales apoyó el golpe militar y se integró en el régimen, pero no se sintió cómodo en él a pesar de algunas colaboraciones.
En 1979 publica “Diario de una resurrección”, con la emoción como constante poética.
“La carta entera” es obra de poemarios independientes donde combina lírica y narración. El primero se edita en 1980 “La almadraba”, a continuación el segundo “Un rostro en cada ola” en 1982 y “Oigo el silencio del miedo” en 1983
Con motivo del centenario de su nacimiento, se están editando y reeditando algunas antologías y algunas de sus obras. También se han montado algunas exposiciones, como la de “La casa encendida” (el mejor sitio para esa muestra) en Madrid donde se pueden ver, entre otras cosas, obra plástica y cerámica de autores con los que se relacionó y con los movimientos artísticos en los que participó.
También fue autor de diferentes ensayos literarios.
Desde un lirismo intimista, los temas de Luis Rosales son el amor, lo cotidiano como la amistad o la familia, el sentimiento religioso, la constante presencia de los recuerdos.
“Cuando estoy junto a ti,
siento la misteriosa sacralizad del cuerpo femenino
que al extenderse llena el mundo.”
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