lunes, 30 de noviembre de 2009



Leo LA DIVISIÓN AZUL. SANGRE ESPAÑOLA EN RUSIA, 1941-1945 de XAVIER MORENO JULIÁ
Calle Alcalá, sede de la Secretaría General del Movimiento, 24 de junio de 1941. Ramón Serrano Suñer, cuñado de Franco y ministro de Exteriores del Régimen, vestido con uniforme blanco y con gafas de sol, lanza una frase que será recordada como síntesis de una época y una ideología: “¡Rusia es culpable!”. Rusia es culpable de “nuestra guerra civil”, “de la muerte de José Antonio”, “de la muerte de tantos camaradas”... “¡El exterminio de Rusia es exigencia de la Historia y del porvenir de Europa!”.
Dos días antes, más de tres millones de soldados del Tercer Reich iniciaban la invasión de Rusia.
El tema de la División Azul ha sido tratado en algunas novelas, en algunos textos de memorias, pero no ha sido demasiado tratado por los historiadores. Este quizá sea el primer estudio histórico serio y documentado sobre la División Azul: la iniciativa falangista que implicó el envío al frente de Rusia de 45.000 combatientes españoles, la aportación española más importante a Alemania en la Segunda Guerra Mundial.
El autor nos cuenta los hechos, pero analiza en detalle el trasfondo político: las complejas relaciones del gobierno español con la Alemania hitleriana, la crisis del Régimen en mayo de 1941, las pugnas internas entre los falangistas y el ejército, el apogeo y caída de Serrano Suñer, las ambiciones de un Muñoz Grandes que, alentado por los nazis, soñó en tomar las riendas del gobierno español, la influencia de la Alemania nazi en España, las actitudes más condescendientes con los aliados a la vista del discurrir negativo de la guerra para Alemania o por intereses económicos, las reacciones internacionales que surgieron a raíz de este hecho.
De ningún modo estaban dispuestos los altos mandos castrenses -y Franco era, por encima de todo, un militar- a plegarse a los designios falangistas. A este equilibrio, más inestable de lo que hoy podría parecer -Muñoz Grandes se postulaba como alternativa progermánica en la cúspide del Estado-, habría que añadirle las fortísimas presiones y turbios manejos del Tercer Reich, con sus agentes propios y sus peones en España, liderados por el Cuñadísimo, para implicar más directamente a nuestro país en las trincheras europeas.
"En este trabajo estudio las causas de lo que ocurrió como un mero espectador, como un hombre invisible que se entristece o se alegra por lo que ve, pero que no toma partido. Quizá ahí he sido un poco frío, pero pienso que para escribir este libro había que entender el dolor de ambas partes". "Algunos, que estuvieron en el bando nacional, se alistaron por venganza. Era una lucha contra el comunismo, iban a Moscú a devolver la visita que les hicieron aquí. Y para los que lucharon en el bando republicano en España, suponía una oportunidad de supervivencia, además de que el sueldo era hasta tres veces más alto que el de un obrero, dependiendo de su estado civil" ha dicho Moreno Juliá sobre su libro.
El autor destaca que "llegó un momento en el que la campaña se torció, se pasó del ataque de ofensiva a una defensiva casi permanente; un ejemplo es la batalla más terrible que sufrió la División Azul, la que se llamó Bosque Rojo".
El autor trata la utilización ideológica de la diplomacia, que rodeó este fenómeno y las derivaciones posteriores en el ámbito de la comunicación. El sufrimiento de heridos, mutilados y prisioneros en campos de concentración, las aportaciones materiales de los ciudadanos para aliviar el frío, y los beneficios de los que regresaron, son puntos clave de esta investigación histórica, y que en algunos aspectos es inédita.
El 12 de octubre de 1943 se emitió la orden de disolución de la División Azul y se creó la Legión Azul, con objetivos semejantes, más integrada en el ejército alemán y con menos efectivos que la División.
El libro incluye hechos poco conocidos, como la incorporación de españoles a la Wehrmacht y a las Waffen SS, sin el acuerdo del gobierno español. Fueron unos 500 los españoles que de forma “clandestina” se encuadraron en esas estructuras militares alemanas.
En marzo de 1944 comenzó la repatriación de los efectivos de la Legión Azul. Ello incluye los avatares de esa repatriación, incluida la llegada del Semíramis en 1954 con 286 repatriados, y también estudia las negociaciones con el gobierno alemán para fijar las cuantías de indemnizaciones y pensiones que se fijaron en un Convenio firmado en mayo de 1962.
De los 45.500 hombres alistados, hubo 4.954 muertos, 2.137 mutilados, 8.700 heridos, 7.800 enfermos, 1.600 congelados y 372 prisioneros. Hitler envió a los españoles, no siempre bien pertrechados, ni con los medios técnicos adecuados, a la zona septentrional de Rusia, con frecuencia pantanosa y con temperaturas inferiores a 30º bajo cero. No parece que ello preocupara mucho a los mandos españoles pues, en el sentido antes mencionado, alardearon de esa contribución de sangre. Por ejemplo, Muñoz Grandes informaba en términos propagandísticos a Hitler de la “gesta” del lago Ilmen en enero de 1942, escenario en el que, tras dos semanas de lucha y penalidades con temperaturas de 50º bajo cero, sobrevivieron 12 hombres de una unidad de 228 (94% de bajas).
El autor traza un fresco de la División y de todo el ambiente que la rodeaba. De ahí que dedique tanta atención a los aspectos políticos, diplomáticos, doctrinales o incluso cotidianos como a las operaciones de índole militar. En la línea de las grandes obras recientes de la historiografía anglosajona sobre similar temática, se persigue aquí una historia total del fenómeno, sin dejar aspecto alguno en el tintero, por nimio que parezca. Y, en efecto, puede hallarse aquí un panorama impresionante de información en todas las direcciones apuntadas que, dicho sea de paso, para que nadie se llame a engaño, no siempre hace fácil la lectura.
No sabemos en qué medida el análisis exhaustivo de los expedientes soviéticos puedan alterar en un futuro la percepción de lo que fue y significó la División Azul. Mientras tanto, este libro es hoy por hoy quizá la mejor obra disponible sobre este asunto.

4 comentarios:

adelaida dijo...

Siempre es un placer leerle.

El cuñadísimo, que gracia me ha recordado a la nietísima!!

Sotogrande dijo...

Qué barbaridad el siglo pasado.
Fascismo contra comunismo y la pobre gente matándose unos a otros sin saber porqué. Desdeluego el siglo XX ha sido terrible...
Espero que todo este sufrimiento no haya sido en vano.
Ahora viene el fascimo y el estatismo de baja intensidad. Disfrazado de neoliberalismo. Modulado para que parezca que no están, pero sigue ahí, agazapado. Los estados son cada vez más poderosos, dicen que actuan por nuestro bien, pero no hay defensa posible contra sus excesos, y las corporaciones, esos grupos de gente con unos mismos intereses y con muchísimos más resortes de poder que los individuos aislados también dictan nuestro futuro sin que nadie que les pare los pies.
Pero almenos se intenta que no haya derramamiento de sangre, y eso ya es un logro.
El individuo triumfará.
La era trans-caída, para utilizar el mismo símil que Steve Taylor, ha empezado a popularizarse en todo el planeta.

P.D.
La caída,(The fall) de Steve Taylor, una reflexión sobre el origen de las guerras y la opresión
que empezó, según él, hace unos 6.000 años a raíz de un cambio climático.

Quizás es un poco naïf, pero también un ensayo científico con cientos de referéncias bibliográficas.
Se te puede recomendar algún libro, incansable lector escéptico?
Este te lo recomiendo aunque no sea novela negra.

Anónimo dijo...

Interesantísimo todo lo que nos cuentas para referirte al libro, sobre todo lo de la incorporación de medio millar de españoles a la Wehrmacht y a las Waffen-SS. Lástima que el día tenga 24 horas!
Saludos,
Alberto

Escéptico dijo...

Se que no es una lectura demasiado atractiva, pero bastante interesante para conocer una parte de nuestra historia inmediata.