miércoles, 17 de junio de 2009



Han pasado los tiempos en que la defensa de la República Islámica en Irán era la respuesta a la tiranía del Shah.
"Hoy en día, el profundo cisma que divide a la República Islámica es el que separa a quienes creen que para el futuro de Irán son vitales unas relaciones económicas y políticas normales con Occidente y quienes desdeñan esas relaciones, tachándolas de vulneración de los ideales de la Revolución Islámica", escribía el filósofo iraní hoy profesor en Toronto Ramin Jahanbegloo, en su artículo "Hacia un nuevo futuro en Irán", publicado en El País el 12.06.09
En Irán han convivido la teocracia y el fundamentalismo con unas determinadas instituciones electivas (Presidente, Parlamento, Asamblea de expertos/clérigos).
El Ayatolá Alí Jamenei, que sustituyó al aperturista Jatami, ha vuelto a poner en primer plano la eliminación de la discrepancia, la represión y la utilización de la cohesión nacional conseguida después de la agresión iraquí.
Como escribía Antonio Elorza hace unos días: “Para un integrista como Jamenei, contra la soberanía de Alá no valen los votos”.

4 comentarios:

Sotogrande dijo...

el jacobinismo radical ha hecho mucho daño pero si encima lo mezclas con el integrismo religioso y lo vistes de progre, o como en su día se hizo, de revolucionario, tienes a esa gente de la foto y todo el sufrimiento.
Lo que más me fastidia es que los telediarios llamen a éstos "conservadores" y a los de Musavi "reformistas" así, sin identificar y sin discernir, algunos hasta insinúan que los reformistas són de izquierdas. Cómo si izquierda y progresismo fueran siempre de la mano. Suerte que no les hago ni puto caso.

Vaya por Dios, creía, tenía entendido, que el Ayatolá era socialista!! Amigo de Miterrand, amigo de la gauche divine parisina mientras estuvo exilado allí...

Y creía que Musavi tenía la intención de liberalizar, (oh! palabra prohibida!), una sociedad excesivamente controlada por sus gobernantes?

No sé, seguro que estás muy informado pero yo con el mundo (árabo-persa) soy muy radical.
Muy radical.

Hay casos en los que no se puede ser un escéptico. No crees?

eldeantes dijo...

Vaya cuantas faltas he hecho esta vez! buf!

Escéptico dijo...

Aun en Irán, amigo Sotogrande, hoy no es lo mismo un integrista radical que un aperturista o reformista moderado. La influencia francesa fue la que hizo posible que el Ayatola Jomeini mantuviera determinadas instituciones a las que se accedía mediante el voto. No soy partidario de que la religión regule las instituciones civiles, pero la religión está omnipresente en el mundo islámico y también en paises occidentales como el nuestro.

Sotogrande dijo...

Desdeluego que no es lo mismo. Se puede ser integrista radical con una concepción política estatista, esto es (qué coñó te voy a contar), un estado fuerte, sociedades verticales, muy jerarquizadas, con mucha empresa pública, un gran ejército,una educación muy mediatizada y una gran cantidad de desempleo estructural, y se puede ser un reformista cambiando un par de preceptos públicos de la "policia de costumbres", y sin cambiar nada más. Me parece que Musavi no es así, y suerte que mucha gente famosa ya ha salido a la calle mostrando su elección, en estos países donde no se acepta la diferencia eso es un gran paso, y en ese aspecto su sociedad tiene los ojos más abiertos que la nuestra. Saben lo que necesitan, no como aqui.

Y sobre la influencia francesa mejor no hablar. Yo soy anglófilo.