viernes, 12 de septiembre de 2008



Hace unos días publiqué este comentario en El Diario Montañés. Lo publique como portavoz que soy ahora del Grupo Municipal socialista.

CAPITAL EUROPEA DE LA CULTURA

Que Santander opte a ser Capital Europea de la Cultura es una buena opción si se hacen las cosas medianamente bien. Estoy convencido de ello. Es una oportunidad. En su momento, en mayo del año pasado, siendo candidato socialista a la Alcaldía de Santander, me pronuncie sobre esta cuestión diciendo que si obtenía la responsabilidad para ello, promovería la candidatura de Santander para que fuera declarada Capital Europea de la Cultura. Si recuerdo esto, no es por afán de un protagonismo que no procede, sino por resaltar que siempre es positivo coincidir en las buenas ideas.
Aspirar a la nominación de Capital Europea de la Cultura en el año 2016, exige ideas, trabajo intenso, cierta originalidad, buena gestión, resaltar los activos que puedan destacar la candidatura, enfrentarse a las carencias y disponer de un loby influyente ante quien tendrá que decidir en su momento.
Sería útil disponer de un cierto Plan Estratégico de la Cultura para Santander, un Plan que definiera fortalezas, necesidades y carencias. Si hoy no se dispone de ese Plan, no se trata de condicionar las acciones posteriores, pero los trabajos que la presentación de la candidatura va a conllevar nos debe conducir a disponer de ese Plan, que servirá para este momento y para el futuro, cualquiera que sea el resultado final de nuestras aspiraciones. El reto es duro y complejo, porque nos vamos a enfrentar a las candidaturas de otras ciudades que tratarán de ser igualmente solventes y atractivas.
Nuestros activos actuales nos pueden parecer los mejores para validar la candidatura, pero seguramente no son los suficientes, si no añadimos a las dotaciones actuales algunas infraestructuras de las que hoy carecemos y si no sumamos a la programación de prestigio, otra programación diversa, abierta, alternativa y de vanguardia.
Atentos deberemos estar para evitar sensaciones de acomodo y caídas en el rancio y peligroso provincianismo. Atentos para no pensar que la cultura es solo espectáculo, que lo es sin duda alguna, pero que es también creación, especialización, compromiso, nuevos lenguajes, nuevos públicos y ambición para rechazar el inconformismo, si realmente nos queremos anclar como ciudad referente de la cultura en el plural contexto europeo.
Ofertar una ciudad con un pasado vinculado al mar del que se enriquece humana y socialmente y que se proyecta en ese mismo horizonte, porque también quiere incluir en su futuro ese mismo mar que marca sus orígenes como ciudad.
Que en el momento inicial, el Ayuntamiento de Santander cuente con el apoyo institucional de la Administración regional y con el patrocinio de una importante entidad financiera, es importante, pero a esos apoyos deben sumarse otros muchos para que la candidatura de Santander a ser Capital Europea de la Cultura sea el resultado de un gran acuerdo político y social sin instrumentalizaciones banales.
Al apoyo y ayudas que pueden prestar un Festival Internacional de Santander revitalizado, la programación del Palacio de Festivales, las actividades de la Fundación Gerardo Diego, la Obra Social de Caja Cantabria, la Fundación Botín, la Biblioteca y la Sociedad Menéndez Pelayo, la Universidad de Cantabria, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el Centro de la Imagen de Santander, el Ateneo, la programación de la Fundación Isaac Albéniz con sus encuentros de Música y Academia, Artesantander, el activo de las Galerías de Arte, el Museo de Bellas Artes, el Concurso Internacional de piano... debieran sumarse los medios de comunicación, los colectivos culturales, los creadores sean pintores, músicos o escritores, los productores y promotores culturales.
Aunando el mayor número de apoyos posibles y sumando sinergias desde las instituciones públicas, iniciativas privadas, personas individuales, empresas y patrocinadores podemos llegar a presentar una candidatura ganadora. Deberíamos ser capaces de integrar vitalidad y riqueza creadora, búsqueda de nuevos y dinámicos referentes culturales en la ciudad y superar la deficiencia en infraestructuras.
Ojalá la propuesta sea la gran "excusa" para trabajar en temas que llevan algún tiempo dormidos. Porque no es fácil admitir que aspiramos a ser Capital Europea de la Cultura y tenemos un Museo de Prehistoria embalado, un proyecto de Museo en espera de futuro desde el año 2000, un edificio rehabilitado para ser sede de una nueva Biblioteca y del Archivo Regional que permanece vacío o la recuperación del edificio civil más antiguo de Santander, como es el Palacio de Pronillo pendiente de demasiadas cosas. Cuatro temas pendientes que son tan solo un ejemplo de lo que queda por hacer.
Si la apuesta por Santander como Capital Europea de la Cultura, supera la fase inicial de declaraciones, enhorabuenas anticipadas, buenas intenciones y autosatisfacciones varias y se avanza en una propuesta cierta, tan ambiciosa como realista, seguramente estaremos en la dirección correcta. El proyecto puede contar con nuestra aportación activa, crítica y honesta. Si los hechos avanzan, no tendré inconveniente en aparcar por un tiempo mi natural escepticismo.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué buena oportunidad para reclamar, a cambio del apoyo de la oposición en el ayuntamiento, la retirada de los títulos de honor que aún ostenta el dictador Franco: alcalde honorario de la ciudad (1946), medalla de oro de la ciudad (1952) y llave de oro de la ciudad (1968)... de la cultura?

serrón

Anónimo dijo...

Amigo anónimo: te agradezco la información. No sabía que al dictador se le habían otorgado tantos "honores"