lunes, 28 de junio de 2021


 Notas de cuando leí la novela “LA CHICA A LA QUE NO SUPISTE AMAR” de MARTA ROBLES.

El detective Tony Roures es una invención de la periodista y escritora Marta Robles que protagoniza “La chica a la que no supiste amar”.

Esta es la tercera entrega con el mismo detective. Marta Robles se adentra en el sórdido mundo de la trata de mujeres con fines de explotación sexual y la prostitución. La autora nos habla y describe la desgracia de mujeres obligadas a prostituirse, de proxenetas y de puteros, los clientes de esas mujeres. Es una buena novela negra, con tramas desagradables donde todo va encajando según se suceden las páginas. Nos muestra una cara oculta de nuestra sociedad: la trata de mujeres inmigrantes para convertirlas en esclavas sexuales. La autora nos adentra en ese oscuro mundo de la prostitución. 

La presencia de la música ejerce como un personaje más y le otorga originalidad al texto.  Tony Roures vuelve a manifestarse cínico, duro y vulnerable al mismo tiempo, cuyo pasado le visita permanentemente para permitirle ir resolviendo un presente sentimental complicado. 

El detective Tony Roures recibe la visita de un viejo amigo, Alberto Llorens, un fotógrafo al que creía felizmente casado con una rica empresaria de Castellón. Según le cuenta, tiene problemas conyugales y se ha convertido en un asiduo de un club de alterne famoso. Que allí conoció a Blessing, una joven nigeriana, atada a una organización de trata por la deuda del viaje y un ritual de vudú y que tras ser chapuceramente operada de un cáncer de mama, se ha convertido en «mercancía estropeada» y es asesinada. Llorens le dice que ha recibido amenazas ychantajes y busca a Roures para que inicie  una peligrosa investigación que revelará una trama criminal de trata de mujeres de inusitada crueldad.

"No se puede tener peor suerte que la de nacer mujer en Nigeria, acabar de puta en España y pillarse un cáncer de mama. ¿La mataron por ser mercancía defectuosa?" es una frase de Carlota a Roures. Carlota es otro personaje importante en la novela.

Una vez captadas, las muchachas se enfrentan a la “ruta del infierno”. El camino por el continente africano con destino a Europa. En viejos autobuses se apiñan junto a hombres más jóvenes que han pagado una fortuna por el viaje en busca de una vida mejor y que probablemente acaben ahogados en el mar. Les acompaña una especie de guía que les indica lo que deben hacer a cada paso: dormir, caminar, esconderse... mientras pasan frío, calor, hambre, sed. Algunas se quedan por el camino hasta que mueren, las abandonen o las asesinen.

Si finalmente tienen suerte, llegan a Melilla seguramente acabarán en un CETI (Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes) antes de ser trasladas a la península con una nueva identidad.

Gran parte de la novela se desarrolla entre Benicàssim y Castellón, donde existe una cara B en este paraíso costero español y son los puticlubs de carretera donde trabajan Blessing y Charity y que Alberto Llorens ha visitado. Roures se enfrentará a dos criminales sin escrúpulos “El Mula” un proxeneta brutal y “Mazinger”, su hombre de confianza.

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