jueves, 3 de diciembre de 2020

Notas después de leer la novela “PERROS QUE DUERMEN de JUAN MADRID.

En Madrid, durante el año 2011, Juan Delforo, periodista y escritor, hijo de padres republicanos y comprometido en la lucha antifascista, acude a un chalet de El Viso para recoger de manos de Juan Borsa, albacea de Dimas Pardo, el legado de un hombre que no conoce y que acaba de morir, un policía falangista que le detuvo e interrogó en la DGS y que se ha suicidado. Recibe el manuscrito con la indicación de que lo convierta en novela. Dimas Prado fue un comisario y viejo falangista que se relacionó en el pasado con los padres de Delforo y ha ejercido de protector en la sombra del joven disidente.

Simultáneamente en la novela se cuenta cómo en Burgos, en 1938, Dimas Prado es encargado de la investigación de un truculento asesinato de una joven prostituta a manos de un jerarca del bando nacional. La investigación tiene por objeto fundamental borrar cualquier rastro del crimen. Esa investigación permitirá relanzar la carrera policial de Dimas Prado, que cuenta con la ayuda del siempre fiel Guillermo Borsa. Es necesario que ese crimen no salga a la luz. Muy interesantes las descripciones de aquel Burgos capital del nuevo Régimen.

En la novela, también se cuenta cómo en Málaga, en 1945, el padre del protagonista, Juan Delforo, oficial en el Ejército Popular de la República, que luchó en la Defensa de Madrid, es detenido y condenado a muerte. La intercesión de Dimas Prado hará posible que se conmute esa pena de muerte por la de cárcel, a cambio de una información fundamental para su futura carrera política. Le consigue permiso para que Delforo tenga un encuentro con su mujer, Carmen Muñoz.

Un magnífico retrato de la época a través de unos personajes que se mimetizan perfectamente con el momento que les toca vivir.

Una novela muy personal de Juan Madrid, dura, emotiva, con interés en los personajes y en las tramas.

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