viernes, 10 de abril de 2020


Notas de cuando lei “El sueño del caimán” de Antonio Soler, novela publicada en 2006.
Un tipo anciano, no sabremos su nombre en todo el libro, atiende la recepción de un hotel en Toronto (Canadá). Es español y una vida difícil le ha llevado allí. Fue traicionado en el terreno político y en el sentimental.  Pasó nueve años en una cárcel en los años del franquismo, por participar en la planificación de un asalto a un polvorín dentro de un grupo de la resistencia de izquierdas, una aventura que no pasó de la planificación. En el hotel aparece un día Luis Bielsa. El tipo le conoce porque formaba parte de aquel grupo, pero en el momento de la verdad desapareció bien porque se asustó o porque era un infiltrado. Pero fue ese Luis Bielsa quien los traicionó y provocó la caída del grupo de activistas políticos que acabaron muertos o encarcelados en la España de 1957. Bielsa no reconoce al recepcionista y se instala en el hotel. Ha viajado a Canadá para asistir a la inauguración de un monumento a los brigadistas canadienses. El recepcionista siente ganas de venganza. Reaparecen los recuerdos de los otros miembros de la banda, los años de la estancia en la cárcel, los de las circunstancias de su detención, el recuerdo de Vera, la mujer a la que amó, el recuerdo de su madre, viuda y casada en segundas nupcias con un hombre de perfil borroso y distante. El autor dedica su texto a generar ese suspense, a recordar el compromiso con la lucha de clases, en dilucidar si la revancha se materializa.
Novela entretenida, reflexiva, muy bien escrita, con un lenguaje muy directo y cuidado y con personajes definidos.
Es una historia de soledad, una reflexión sobre la vida, el desarraigo, los fracasos, las traiciones, los sueños no cumplidos, las convicciones perdidas y el papel de la memoria.

No hay comentarios: