martes, 3 de septiembre de 2019


Notas después de leer “Tiempos de crimen” novela de M. Delbal, seudónimo de Marta Fernández-Cuartero Paramio y autora, también, de “Muerte en el ministerio”.
Un artefacto explosivo, colocado en la mesa de su despacho, acaba con la vida de Clemente Rodríguez-Bielza, uno de los banqueros más importantes del país. El artefacto explosivo no parece obra de profesionales. En el mismo atentado resulta gravemente herida la esposa del comisario de policía Ricardo Solís. Esta coincidencia determina, de alguna forma, el curso de la investigación policial.
La investigación va desentrañando hechos, datos y declaraciones y se acumulan demasiados elementos que es necesario ir seleccionando y descartando hasta identificar las piezas más significativas y desde ellas identificar a las personas que puedan conducir a descubrir lo que sucedió realmente y que hay detrás de ese atentada a un banquero.
De la investigación se encargan los inspectores Ada Valle y Blas Pons quienes trazan un amplio radio de acción e interrogan a numerosos testigos directos o indirectos, a través de los cuales se van manifestando ambientes del complejo mundo en el que transcurre la acción de la novela.
Los escándalos del mundo financiero serán un elemento determinante de la trama, y la clave para conocer a los autores del atentado.
Finalmente, la investigación nos lleva a un imprevisible y trágico desenlace.
Una novela que se lee bien, quizá demasiado puntillosa para concretar los pasos de la investigación, pero es un texto más que correcto.

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