Notas después de leer “Una decisión peligrosa”, novela de José Javier Abasolo.

Conocía a este autor por novelas anteriores donde el protagonista es Goiko (Mikel Goikoetxea), un detective exertzaintza y que le es muy útil al autor para retratar a una sociedad (Bilbao y su entorno) y a una época: la reconversión industrial, la lucha antiterrorista o el mundo de las drogas.

En esta obra, el autor sitúa la acción en 1940, en una original ucronía (reconstrucción histórica lógica que se basa en hechos posibles pero que no han sucedido realmente) con la existencia de un Reino de Navarra independiente y protestante desde el siglo XVI, escenario de luchas por el poder. Una novela donde se mezcla el género negro, la intriga política y el tema histórico.

En esa extraña situación, en 1940 el Reino de Navarra (Iruñea), tradicionalmente amigo de los británicos, duda sobre si intervenir o no en la Segunda Guerra Mundial a petición de las fuerzas aliadas, viviendo una delicada situación de estado independiente situado entre dos grandes naciones, la España franquista y la Francia de la ocupación alemana, siempre dispuestas a anexionarla.

El asesinato de importantes próceres de la sociedad navarra (como es el caso del arzobispo católico de Pamplona y cardenal primado de Navarra, monseñor Argote) tensará aún más la situación. Para intentar esclarecer lo sucedido dos policías: el comisario Julio Da Silva, bilbaíno pero hijo de inmigrantes portugueses y católico, al que acompaña un interesante inspector eibarrés Fermín Basarán, deberán trabajar en las turbias aguas de la política y la religión.

De la novela no hay que olvidar al viceministro de seguridad de Navarra, Xabier Perurena, quien, tejerá alianzas y maquinaciones para proteger al rey de Navarra (Teobaldo IV). La pareja de investigadores solo podrán avanzar muy lentamente hacia un desenlace incierto, donde más parecen ser las piezas a batir que los triunfadores de la investigación.

Al final de la novela todo encaja.

Novela original y entretenida.