“MUSA DÉCIMA” de JOSÉ MARÍA MERINO

En esta novela todos los esfuerzos del autor giran alrededor de la existencia real de una autora y de su libro, la Nueva filosofía de la naturaleza del hombre (1587) de Oliva Sabuco de Nantes Barrera (1562-1622), natural de Alcaraz (Albacete). El libro de Oliva Sabuco es un compendio de sabiduría moral y experiencia vital, impregnado de estoicismo y platonismo. Fue Lope de Vega quien apodó “Musa Décima” a Oliva Sabuco, que tenía 25 años cuando publicó su obra con autorización eclesiástica, e incluso con el beneplácito de Felipe II, a quien la autora dedica su obra.

Berta, una profesora de latín en un instituto, enferma de un cáncer terminal, dedica los últimos años de su vida a escribir la biografía de aquella mujer a la que cree ver sentada frente a ella en su propia casa. Su marido, Raimundo, que la abandonó por una mujer más joven, le robó parte de su material para escribir un ensayo académico que un colega publicó robándole la autoría. Marina, novelista en crisis y novia del hijo de Berta, conoce los trabajos de su futura suegra que, consciente de su cercano final, le lega sus páginas y apuntes para que componga una novela. Publica la novela, obtiene un premio y las prisas editoriales y el despiste de la autora le hacen olvidar la inclusión de una dedicatoria que reconozca el origen de su libro.

El poseedor de una edición dieciochesca del libro de Oliva Sabuco es Rai, un dibujante de cómic frustrado y bastante incapaz para el amor, hijo de Berta y Raimundo, que lo ha heredado de su madre, como ella lo hizo de su progenitor, y esto le confiere la dimensión de protagonista. Rai triunfa al final cuando remata a su manera el relato de la autora con una novela gráfica.

José María Merino entreteje con acierto todas esas historias en una novela en la que conviven el sueño y la realidad, la historia y la ficción. Incluso intercala en el relato ilustraciones o viñetas de Rai, como si fuera una especie de diario gráfico.

“Musa Décima” es una novela sobre los sentimientos y las pasiones humanas o “los afectos”, como los llamaba la joven filósofa de Alcaraz, incluidos los sentimientos más bajos, como la inevitable tendencia humana a la deslealtad, a la suplantación, a la piratería intelectual o a la traición. Es una buena novela sobre el poder de la literatura y de las ideas.