lunes, 8 de mayo de 2017

Leo "El hombre de la máscara de espejos" de Vicente Garrido y Nieves Abarca.
La inspectora Valentina Negro lucha por superar los traumas ocasionados por su último caso, cuando pudo morir a manos de un asesino en serie. Ha sufrido en la investigación de unos crímenes anteriores y arrastra secuelas.
La inspectora Valentina Negro y sus compañeros se esfuerzan por detener a un violador de adolescentes, el Peluquero, que tiene en jaque a los habitantes de A Coruña. Cuando Valentina captura al criminal, lo hará empleando violencia y habrá de responder por ello.
El abogado del delincuente detenido por ella la denuncia por lesiones. Se le abre un expediente. Su superior decide encargarle un caso menor: la desaparición de la joven Belén Egea, ocurrida tres años atrás. En su día se archivó el caso por falta de pruebas.
Un periodista, amigo del criminólogo Sanjuán, descubrirá la existencia de una organización criminal dedicada al secuestro, la tortura y el asesinato de mujeres jóvenes, atrocidades que son filmadas para su comercialización por un personaje que se oculta tras una máscara de espejos. El caso investigado por la inspectora Negro y el hallazgo del periodista están relacionados.
Valentina descubre una pista, que le llevará a una trama muy peligrosa y complicada y a introducirse en una vorágine de desapariciones, muertes y depravación.
La ayuda del criminólogo Javier Sanjuán será clave para desentrañar esa trama relacionada con la desaparición de varias chicas y el rodaje de unas películas snuff. Las películas snuff son grabaciones de asesinatos, violaciones, torturas y otras vejaciones reales, sin efectos ni trucos, con la finalidad de su venta clandestina.
La novela plantea un caso complicado, difícil y duro, donde se realizan asesinatos, secuestros, torturas,…, realizados con el peor de los motivos.
Está muy bien caracterizada la inspectora y el criminólogo, expareja de Valentina, y que ayuda a la policía a realizar perfiles criminales.
La novela transcurre en distintos escenarios, en lugares concretos algo siniestros: A Coruña, Madrid, Ponferrada, Valencia, Edimburgo y con citas culturales, actores y actrices, poemas, películas…
La novela te arrastra en la lectura, con lenguaje directo, con personajes creíbles, muy bueno el caso del inspector Hugh Macfarlain, con descripciones bien realizadas, bien documentada y cargada de acción. En la historia vemos los puntos de vista de los protagonistas, las víctimas y los criminales, que nos hacen sufrir y disfrutar.

La novela se divide por capítulos en los que la acción se reparte por diferentes lugares. De esa forma tenemos una visión global de la operación, de la investigación y también de las agresiones a las víctimas, manteniendo la tensión narrativa constante durante todo el relato.

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