martes, 6 de marzo de 2012

He leído “DONDE NADIE TE ENCUENTRE”, la novela con la que la escritora ALICIA GIMÉNEZ BARTLETT ganó el Premio Nadal en 2011. La autora, creadora del personaje Petra Delicado, protagonista de sus novelas policíacas, ha actualizado la historia dramática y misteriosa de Teresa Pla Meseguer, conocida como la Pastora de Villabona, porque esa fue su profesión durante su juventud, a la que se acusó de 29 muertes en el tiempo en el que perteneció al maquis después de la guerra civil, concretamente a la Agrupación de Guerrilleros de Levante y Aragón, que se convirtió en Florencio y que falleció en el año 2004.
Le conmutaron la pena de muerte y pasó 17 años en la cárcel. Fue mujer hasta que fue violada por guardias civiles y cuando se incorporó al maquis pasó de ser Teresa a llamarse Florencio. Durante algunos años formó parte de lo que llamaron “los huidos”, los núcleos que permanecieron en el monte después de que el movimiento guerrillero de resistencia fuera disuelto y que se dedicaron al pillaje en algunas masías, al secuestro para obtener dinero y a alguna que otra venganza por hechos sucedidos en el pasado.
En la novela de ALICIA GIMÉNEZ BARTLETT se unen dos relatos. Uno escrito en primera persona es la voz de La Pastora que nos cuenta su vida hasta 1956. Es una historia real. El segundo relato es de ficción y está protagonizado por un periodista de Barcelona y un psiquiatra francés que buscan a la guerrillera. Ambos relatos, que en el libro aparecen con tipografía de letra distinta, se van ensamblando para contarnos la peripecia vital trágica de este personaje de la posguerra española que arrastró el drama de su ambigua constitución sexual.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hay que informarse mejor cuando se pretende escribir sobre hechos históricos.

1.- No fue mujer. Fue hombre siempre, pero con una deformación en sus órganos sexuales que en la época no supieron diagnosticar. Sus padres, ante esto, prefirieron registrarlo como mujer para que se librara por lo menos del servicio militar.

2.- no fue violado. fue una vejación por parte de la guardia civil al obligarle a enseñarles sus órganos sexuales.

Escéptico dijo...

Anónimo: contestar a los anónimos me produce mucha pereza. ¿De verdad crees, anónimo, que a esa vejación no se la puede denominar violación?