miércoles, 14 de diciembre de 2011

Pocas veces la obra de un artista puede disociarse de sus vivencias, de su trayectoria vital. Se cumple a rajatabla en el caso de Roberto Matta, del que se cumple ahora el centenario de su nacimiento y el IVAM valenciano le dedica una completa retrospectiva en colaboración con la Sociedad Estatal de Acción Cultural, junto al Museo de Bellas Artes de Bilbao que la acogerá después de su etapa valenciana allá por el mes de junio.
Matta, chileno de hondas raíces vascas, que vino a morir en 2002 a pocos kilómetros de Roma, final de su largo periplo, es según la pinacoteca levantina “una de las figuras más significativas del arte del siglo XX, por su relevancia como miembro del grupo surrealista y su enorme influencia en el desarrollo del expresionismo abstracto americano y, sobre todo, por ser un artista completo, visionario y precursor de las relaciones del arte y la naturaleza, y del papel primordial del arte en el desarrollo integral del ser humano”.
Se vino para Europa en 1933 inclinándose por la arquitectura (llegó a trabajar con Le Corbusier), conectando con Lorca y Dalí que le pasaportaron al surrealismo parisino, donde asumió las influencias de Bretón, Duchamp y Man Ray y conoció a Picasso que estaba pintando el “Guernica”. A caballo siempre entre la figuración y la abstracción, como buen culo inquieto se marchó a Nueva York en 1939 y sus innovadoras ideas tuvieron inmediato reflejo en artistas como Pollock o Motherwell.
Después, su creciente compromiso político con el marxismo le llevó a realizar varios viajes a Cuba, pintó para la liberación de Angola y trabajó en murales para el Chile del presidente Allende. En 1948 ya había roto con los surrealistas y regresó a Europa, estableciéndose entre París, Londres y Tarquinia, en las afueras de Roma, su última morada.
Matta continuó trabajando hasta el final de su vida, dejando un legado que abarca las más diversas disciplinas artísticas: pintura, dibujo, arquitectura o poesía.

1 comentario:

Elvira dijo...

Pues te agradezco la explicación tan completa. Un abrazo