domingo, 23 de octubre de 2011

El fin del terror. La organización terrorista ETA anunciaba el pasado día 20 de este mes de octubre de 2011 el “cese definitivo de su actividad armada” después de 43 años ejerciendo la violencia y dejando 829 víctimas mortales.
Era un comunicado deseado desde hace muchos años, y hubiera sido deseable que en el mismo los terroristas anunciaran su disolución, la entrega de las armas de las que dispongan y que hubieran pedido perdón a las víctimas.
Es la victoria de la resistencia de los demócratas, de la gente de bien frente a los fanáticos con las manos manchadas de sangre y sus cómplices y amigos.
Sus crímenes no tuvieron y jamás tendrán sentido ni justificación.
Mientras seguía las noticias en la radio y la tv y leía los periódicos, he recordado muchos momentos: las concentraciones cuando ETA asesinaba y los pocos que éramos hace unos años; los artículos que he escrito en la prensa sobre estos temas; las instrucciones que me dieron un día sobre autoprotección; las llamadas a algún amigo cuando se producía algún asesinato y nos reconfortábamos desde la firmeza de algunas ideas y con algunas lágrimas…
Si hemos ganado la paz, ahora debemos ganar la convivencia y hacerlo desde el profundo respeto y recuerdo a las víctimas de esta barbarie.

3 comentarios:

Elvira dijo...

"Era un comunicado deseado desde hace muchos años, y hubiera sido deseable que en el mismo los terroristas anunciaran su disolución, la entrega de las armas de las que dispongan y que hubieran pedido perdón a las víctimas." ¡Exacto! Que la cosa avance en esa dirección, Jesús. Eso deseo de corazón.

Sotogrande dijo...

La foto es de la T-4?
Lo parece. Haría bien Zapatero en no fiarse de tres encapuchados ni de lo que digan.
Del mismo modo que no hay que hacer caso de los graffitis en los lavabos.
Los comunistas de ETA dicen que dejan la violencia y que perseguirán sus fines con medios no violentos ajustados a la ley.
Yo no les creo.
Los comunistas son criminales por concepto.
Imaginar la sociedad perfecta crea los mayores totalitarismos.
Pensar que llegaremos a una solución definitiva o proponer alguna es la típica trampa de los dictadores.
La utopía no existe. Existe la corrección, la fe, la fuerza, la moral, las ganas de mejorar y existe también un sentimiento cada día mayor que todo lo que hacemos en contra de los hombres nos lo hacemos a nosotros mismos y es por lo tanto inútil y generador de sufrimiento.
Es una buena notícia que hagan la pantomima?
Sin duda!!!

Gema dijo...

Hola Jesús, he venido a verte que hacía muchos días que no lo hacía. Que tal ?