lunes, 4 de abril de 2011

Una Asociación cultural de aquí de Santander, que incluye entre sus objetivos la difusión de los valores políticos, sociales y culturales de la Unión Europea, ha organizado un ciclo de lectura de poesía. Cada autor invitado además de leer poemas propios, debe comentar y leer poemas de un autor de unos de los países de la Unión Europea. Yo era uno de esos autores invitados y me habían sugerido la elección de algún poeta belga. Escogí a André Imberechts que firma con el seudónimo de Willian Cliff, un poeta nacido en 1940 y el pasado 25 de marzo, leí unos poemas de su libro “El pan cotidiano”, publicado en 2006. Cada poema es una impresión, un instante, un momento vivido, un recuerdo, un pensamiento… Cuando alguien le ha dicho que usa poco las metáforas el poeta ha contestado: “Es lo real mismo lo que debe volverse metafórico”. El autor es el de la fotografía. Este es uno de los poemas suyos que leí: “Con respecto a mi edad tan respetable que no por ello es respetada puedo seguir sentado algo más a mi mesa mirar por la ventana examinando a las personas que vienen y van malgastando así mi tiempo en puro ocio. Con respecto a lo arisco de mi humor es mejor que me quede auí antes de ir a ver si aún tengo algo que hacer sobre la tierra e invadir los terruños de los otros” (escrito el 27.02.2003)

Y este es uno de los poemas míos que leí ese día.

ROMPO LOS PAPELES


Rompo los papeles que anoche te escribí recordando tus ojos clavados en los horizontes de Ostende una mirada que hubiera apresado en mis manos doloridas agrietadas de miel por recorrer tu piel.

Sólo me regalaste un día sin compromisos para más encuentros y por eso rompí lo escrito y destrocé lo pensado y arrojé a la nada lo que supuse eran huellas y recuerdos.

Soy un alma enamorada de tu vacío profundidad que no detengo entre sombras de estúpidos sueños.

No olvidaré que entregado a tus palabras me creí algo más que un instante de capricho y olvidé que tú eras un privilegio inútil para mi esfuerzo.

Lo supe entonces cuando al regresar a Bruselas solo me quedaban la noche, sus ruidos, mis papeles, mi alcohol y mis cigarros.

3 comentarios:

Escéptico dijo...

Como no controlo bien esto de colocar los textos, la reproducción de los poemas está mal.
Voy a intentar hacerlo mejor en dos entradas nuevas.

Elvira dijo...

Un señor interesante, y tu texto también.

adela dijo...

Bonitas palabras! No rompas los papeles!