domingo, 10 de octubre de 2010

En la foto, de 1914, aparece Juan Ramón Jiménez (de pie) y el primero de la izquierda es Alberto Jiménez Fraud.
Quería hoy recordar que LA RESIDENCIA DE ESTUDIANTES conmemora sus primeros 100 años.
Fue un luchar donde la educación formaba parte de un proceso activo de enriquecimiento personal, donde la referencia era la Institución Libre de Enseñanza y en la que el humanismo y la tolerancia se situaban por encima de cualquier creencia política o religiosa.
Nació el 1 de octubre de 1910 en la “colina de los chopos” según la llamó Juan Ramón Jiménez.
Hasta 1936 fue su director Alberto Jiménez Fraud, un joven malagueño que puso en marcha aquel innovador proyecto pedagógico y que murió en 1964 después de vivir el exilio y bastante olvidado, creo que siendo traductor de la ONU en Ginebra.
En 1915 se creó la Residencia de Señoritas, que dirigió María de Maeztu. Es significativo el listado de nombres, hombres y mujeres, que pasaron por la Residencia como residentes o como invitados.
Durante la Guerra Civil La Residencia estuvo bajo protección diplomática y fue utilizada como hospital infantil.
Con la Dictadura la Residencia de Estudiantes desapareció hasta que en la década de los ochenta comenzó a recuperarse su legado.

7 comentarios:

Elvira dijo...

Hola Jesús: me gusta esta entrada. :-) Está guapo el tío Alberto con su bigote, sentado tan tieso, aunque se le vea muy pequeño en esa foto. Mi madre fue un año a la residencia femenina dirigida por María de Maeztu, hasta que sus padres se trasladaron de Málaga a Madrid.

Hay una exposición en Barcelona que quiero ver:

"El Palau Robert revive el centenario de la Residencia de Estudiantes.
La Colina de los Chopos cantada por Juan Ramón Jiménez se traslada por unos días a Barcelona."

Ya te contaré.

Escéptico dijo...

No te pierdas la exposición, Elvira y ya me contarás. Me acordaba de ti preparando esta entrada.

Sotogrande dijo...

Creo que muchas escuelas trataron de seguir la filosofía de esa institución durante la dictadura en muchas partes de Espańa. No se perdió todo con el dictador, ahora después de más de treinta años de su muerte estamos empezando a curarnos del síndrome de Estocolmo.
La clase política está muerta y todavía no lo saben!

Escéptico dijo...

Sotogrande: lo correcto sería decir que no todo se perdió a pesar del dictador.
No se si la clase política está muerta (no creo que todos), pero la que está algo pachucha es la sociedad.

adela dijo...

La sociedad está algo pachucha, porque ya no cree en la política, ni se fía.

adela dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
adela dijo...

Perdona, el comentario suprimido era mío. He tenido problemas y se me ha duplicado.
Un beso