jueves, 10 de septiembre de 2009

He vuelto a ver en TV la película de 1995 de Clint Eastwood "Los puentes de Madison" (novela de Robert James Waller), esa romántica historia entre una ama de casa en una granja de Iowa interpretada por Meryl Streep y un fotógrafo de Nacional Geographic de vuelta de muchas cosas, papel interpretado por el propio director.
Coincido en el comentario que escribía Elvira Lindo (El País/Domingo 06.09.09): "No hay espectador que no entienda la atracción que surge entre dos seres tan ajenos...No hay espectador que no contenga el aliento cuando esa pareja baila en la cocina una canción de Dinah Washington, sin atrever aun a entregarse a las caricias, sabiendo como saben, que su amor será corto en la realidad y largo en el recuerdo…".
No es fácil captar en el cine las grandes emociones, se puede correr el riesgo del ridículo o caer en la cursilería. Clint Eastwood consigue trasmitir la verdad de una intensa historia romántica entre gente normal, que sucede en un breve espacio de tiempo y cuyo futuro permanecerá en el recuerdo, porque no siempre en la vida se pueden hacer realidad los deseos. Intensa la escena en la que el duro Clint Eastwood se manifiesta humano, llorando bajo la lluvia, mientras la mano de Meryl Streep duda entre abrir la puerta a una nueva vida o mantenerse en la fidelidad de lo que ha sido su vida, la que ella ha creado y asumido.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

No tiene nada que ver con tu entrada, pero me gustaría tu opinión al respecto. He leído en la prensa francesa (Le Point) que dos periodistas de Europe 1, Antonin André y Karim Rissouli, acaban de sacar un libro: "Hold-ups, arnaques et trahisons", denunciando que la victoria de la alcaldesa de Lille, Martine Aubry frente a Ségolène Royale en las últimas elecciones presidenciales "se fabricó" mediante fraude en el dispositivo de votación. Ségolène ya ha anunciado que en los próximos días hará una declaración solemne al respecto. Como está todo muy reciente, casi no ha habido reacción pública, salvo la del ex primer ministro, Laurent Fabius, señalando que no hay elementos de prueba que permitan decir que hubo fraude.
Saludos a todos,
Alberto.

Escéptico dijo...

Amigo Alberto: recuerdo que hubo polémica fuerte en la votación para la Secretaría General del Partido Socialista francés en su último Congreso en Reims a finales de 2008
Martine Aubry fue proclamada ganadora de las elecciones por un escaso número de votos y después de alguna polémica, Segolone Royal aceptó el resultado.
Ese libro puede abrir ahora aquella polémica que en términos internos del PS francés estaba superada. Lo que me preocupa es la pérdida de liderazgo y de apoyos del Partido Socialista en Francia y el creciente ascendiente de Sarkozy en sectores afines a los socialistas. No se ha ha sustituido bien a la vieja generación de Mitterrand, Mendes France, Jospin, Fabius, Mauroy, Delors... La crisis del Partido Socialista francés tiene elementos propios vinculados a su propia historia, pero tiene elementos comunes con el debate ideológico de la socialdemocracia europea en estos momentos. Si el SPD obtuviera unos buenos resultados, quizá fuera el comienzo de un nuevo protagonismo de la socialdemocracia en Europa.

Anónimo dijo...

Realidad y deseo pocas veces siguen caminos comunes. Pero nada, nada es más hermoso que lo que nunca llega a ocurrir. En el no ser está la única posibilidad de eternidad. Besos.

adelaida dijo...

Ana:
no lo hubiera yo, descrito tan bien.

hermosa película!!

Sotogrande dijo...

Gran película, si señor.
Como muchas de Clint Eastwood. Para mi la mejor es "Sin perdón"

Anónimo dijo...

Gracias, Adelaida :-) Un saludo.

Elvira dijo...

"No es fácil captar en el cine las grandes emociones, se puede correr el riesgo del ridículo o caer en la cursilería." Totalmente de acuerdo, Jesús. Tu entrada me ha hecho desear verla de nuevo. Una gran película.

No acabo de estar de acuerdo con la romántica Ana. Es cierto que lo que pudo haber sido y no fue permanece imborrable en nuestra memoria, pero antes me quedo mil veces con aquello que fue y valió la pena. Aunque acabara. Que es de lo que trata la película.

Saludos

Escéptico dijo...

Está bien que esta película, para mi una película romántica y vital, de pie a comentarios