miércoles, 3 de octubre de 2007

Se agradecen los comentarios y me gustan más cuando no son anónimos (los seudónimos en los blogs suelen ser identificables no así los anónimos).
Y digo que no me gustan mucho los anónimos porque yo firmo mis comentarios.
No tiene más importancia si los comentarios son eso, comentarios.
Escribe una ciudadana anónima que manifiesta que le gusta husmear en los blogs y me "acusa" de que siendo político en ejercicio haga comentarios sobre temas políticos de forma algo frívola.
Un blog, aunque sea el de un político es algo personal. Yo reivindico mi condición humana y aunque político lloro, me río, sufro, leo, escribo, me gusta el Barcelona y que gane el Racing, me distraigo como buenamente puedo, disfruto con una conversación y con una película que me cuente una historia, me agrada tomar una copa en compañía agradable, la amistad es un placer etc. etc.
No estoy dispuesto a que mi blog, porque es el de alguien que se dedica a la política se convierta en una colección de sesusos comentarios a la Ley Hipotecaria.
Imagino a un chamarilero que tuviera un blog y que por serlo, unicamente pudiera escribir del chamarileo.

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