lunes, 17 de febrero de 2025
lunes, 10 de febrero de 2025
Notas después de leer el ensayo ”Ortega y
Gasset y Antonio Machado. El dilema de las dos Españas” de Pedro Menchén.
El autor indaga en la relación entre dos
personalidades bastante alejadas humana e ideológicamente y que procedían de
dos familias muy diferentes. Ortega nació en 1883 y Antonio Machado en 1875.
Mantuvieron correspondencia entre 1912 y 1927 y se conservan 15 cartas de
Antonio Machado a Ortega.
En 1913, Manuel García Morente, envía a
Antonio Machado el documento de “La Liga para la Educación Política Española”,
texto que había sido redactado por Ortega. A. Machado se adhiere pronto al
Manifiesto, aunque comentará Unamuno un tiempo después (16.01.15) que del
documento de Ortega se desprendía “un mal disimulado aristocratismo”.
El 14.02.31, Ortega, Marañón y Pérez de
Ayala acuden a Segovia para presentar en el teatro Juan Bravo, “La Agrupación
al Servicio de la República”. Eligen Segovia porque allí reside Antonio Machado
que era presidente honorifico de la Agrupación. Meses más tarde Machado se
mantuvo fuel a la República y Ortega comenzó a cuestionarla: “no es esto no es
esto”, escribirá entonces.
El 30 de agosto de 1936 Ortega abandona
Madrid en compañía de su mujer e hijos y desde Alicante llegan a Francia.,
Regresó a España en 1945 y nunca llegó a hablar ni a favor ni en contra de la
Dictadura.
Antonio Machado permaneció en España y
puso al servicio de la República su vida y su pluma. Formó parte de la Alianza
de Intelectuales Antifascistas. La desafección de Ortega hacia la República y
las declaraciones de Marañón le dolieron a Machado.
Antonio Machado y Ortega coincidieron en
su fobia al deporte, en no otorgar a Cataluña nada más que una moderada
autonomía, en su aversión hacia la iglesia católica y hacia el clero, no fueron
hombres de partido y ambos tenían una idea similar de lo que debía ser la
patria.
Es un libro de 2020, con algunas
afirmaciones discutibles, como cuando escribe sobre las relaciones de A.
Machado y “Guiomar” y ciertas referencias biográficas de interés, aunque el
contenido del libro no responde con exactitud al título.
jueves, 6 de febrero de 2025
Helga de Alvear falleció el pasado 3 de febrero.
Traigo aquí el texto: “HELGA DE ALVEAR, LA PASIÓN POR UNA COLECCIÓN” que
publiqué en mi libro “DE MI CUADERNO DE NOTAS”.
Helga de Alvear (Helga Müller de soltera)
compraba su primera obra de arte en 1967, creo que fue un cuadro de Fernando
Zobel. Conoció entonces a los artistas del Grupo de Cuenca y de El Paso y
aprendió con Juana Mordó con la que trabajó en su Galería. Cuando Juan Mordó
falleció, Helga asumió la gestión de la Galería y en 1995 abrió su propio
espacio expositivo, apoyando el arte contemporáneo más internacional.
Miembro de una rica familia alemana, Helga
de Alvear llegó a España en 1957 para aprender español, después de estudiar
inglés en Londres y francés en Suiza. Aquí conoció al arquitecto cordobés Jaime
de Alvear con quien se casó y fijó su residencia en Madrid.
Ha ido reuniendo la que quizá es hoy la
más importante colección privada de arte contemporáneo en España, que suma más
de 3.000 piezas de 500 artistas de los cinco continentes. Sigue siendo una
colección de difícil cuantificación económica, que se mantiene abierta y viva y
que puede ser compartida y estudiada. Calvo Serraller ha dicho que “la
colección de Helga de Alvear es la más importante de arte internacional que se
ha formado en España en las últimas décadas”. La colección permite comprender
la compleja evolución del arte contemporáneo.
Desde 2021 parte de la colección (unas 150
obras de más de 100 artistas), se puede ver en el Museo de Arte Contemporáneo
Helga de Alvear en Cáceres. Un Museo obra de los arquitectos Emilio Tuñón y
Luis Moreno Mansilla, que incluyó la rehabilitación del edificio modernista
Casa Grande, construido en 1916, donde hasta ahora exponía la Fundación Helga
de Alvear. Luis Moreno Mansilla no vio terminado el proyecto porque falleció en
2012.
Desde su compromiso con el arte
contemporáneo, siempre ha mantenido la idea del coleccionismo como actividad
privada con vocación pública. Es una colección amplia, con un listado de
autores que impresiona, que incluye estilos y técnicas que muestran la riqueza
y la variedad de la creación contemporánea. En el Museo se puede ver la primera
edición de Los Grabados de Goya, para manifestar su influencia en el arte
actual.
“A mí me
interesa el arte contemporáneo, porque nos habla de nuestro tiempo y de
nosotros mismos, porque crea y desarrolla lenguajes que pueden explicarnos, de
manera nueva, el mundo que nos ha tocado vivir y del que a menudo sólo rozamos
la superficie”, dice Helga de Alvear.
sábado, 1 de febrero de 2025
lunes, 27 de enero de 2025
Notas después de leer “ASALTO AL BANCO CENTRAL” de MAR PADILLA.
A
las 9:10 del sábado 23 de mayo de 1981, cuando solo habían pasado tres meses
del intento de golpe de Estado, un grupo de hombres armados con pistolas y metralletas
asaltaba el Banco Central de Barcelona. Exigían la liberación de Tejero y otros
implicados en el 23F bajo amenaza de dinamitar el banco con casi 300 personas
dentro. Comenzaba el secuestro con más rehenes de la historia de España y uno
de los misterios de la Transición.
¿Quién estaba detrás del golpe y cuál era su objetivo? ¿Fue una conspiración
desestabilizadora de la extrema derecha o un intento de robo a mano armada con
bastante imaginación?
La
periodista Mar Padilla, autora de este libro, ha hablado con el líder de la
banda de atracadores, José Juan Martínez, con fiscales, jueces, periodistas,
rehenes y espías de los servicios secretos, y de ese conjunto de testimonios,
no siempre coincidentes, surge este relato: “Asalto al Banco Central”.
José
Juan Martínez
Gómez
es el protagonista del relato. Desde joven
tiene claro que no quiere un trabajo normal. El libro retrata un momento de
vulnerabilidad de la democracia española. Los atracadores utilizaron a los condenados por el 23F y de forma más
particular la figura de Antonio Tejero, pero lo único que buscaban era el
dinero del banco.
Los
asaltantes llamaron al “Diario de Barcelona” para
avisar de que habían dejado una nota en una cabina telefónica con sus
peticiones. Entre ellas, "la libertad de cuatro militares héroes del 23 de
febrero", incluido "nuestro valiente teniente coronel Tejero". En el comunicado amenazan con que, si en 72
horas no disponen de dos aviones para que puedan huir los golpistas
encarcelados y ellos mismos a Argentina, comenzarán a ejecutar a los rehenes.
La autora nos acerca
a varios momentos surrealistas que se sucedieron en aquellas horas que duró el
asalto: el presidente del Gobierno, Leopoldo
Calvo-Sotelo, vincula el asalto con la extrema derecha; un rehén escucha: "Esto no es un atraco. Es un
movimiento político. No venimos a por dinero"; el vicepresidente, Rodolfo Martín Villa, propone disolver la
Guardia Civil;
el móvil militar fue alimentado por la
propia Guardia Civil pese a que algunas voces autorizadas comenzaron a
descartarlo con el paso de las horas.
Los
asaltantes fueron unos pícaros de la transición, porque supieron leer la
vulnerabilidad del Estado y colarse por esa grieta de desconfianza entre
algunos miembros de las fuerzas de seguridad y del Gobierno. Está muy claro que
eran ladrones y que iban a robar dinero.
Un relato bien escrito que se lee con
interés.