Notas de “OJALÁ ESTUVIERAS AQUÍ” novela de JULIO CESAR CANO
El Mercado Central de
Castellón es un lugar emblemático de la ciudad y el escenario de un crimen. Un
hombre aparece degollado junto al cuarto donde se guardan los enseres de
limpieza. Se trata del empresario Pedro Casas, que se dedicaba a comprar
baratijas en China para luego venderlas en las tiendas de los chinos. El
comisario Romerales vuelve a solicitar los servicios del inspector Bartolomé
Monfort, que está viviendo una etapa difícil, pues su madre se debate entre la
vida y la muerte en un Hospital de Barcelona,
bien cuidada por el doctor Senent, amigo del inspector, que no olvida la
muerte de su esposa Violeta en un accidente de tráfico del que ella
no fue responsable y sigue disfrutando de una buena comida, un buen vino y de
una buena música.
En una trama paralela
que sucede en el pasado, una joven pareja, Luis y Carmen, con una vida
complicada, decide abandonarlo todo y huir a un lugar donde nadie los conozca.
A él le gusta boxear. A ella le gustan otras actividades menos recomendables.
La vida de estos dos jóvenes será la clave para la resolución del caso, en el
que el inspector Monfort, la agente Silvia Redó,
que recientemente ha roto una relación, los agentes Terreros
y García y el comisario Romerales, trabajarán sin tregua. A estos personajes se
suma la jueza Elvira Figueroa,
mujer de carácter fuerte que cobra protagonismo en la narración.
Desde el
principio parece que el boxeo, las apuestas ilegales y los combates amañados,
tendrán un peso importante en la historia, pero lo iremos descubriendo con la
lectura de la novela y descubriremos cómo unos hechos que parecen desarrollarse
en un pasado, tienen relación con el asesinato ocurrido en la actualidad.
El
empresario asesinado escondía secretos tanto a su familia como en lo
profesional; los supuestos viajes que el empresario hacía a China para comprar
mercancía realmente no tuvieron lugar, y la cuestión es saber a qué dedicaba
ese tiempo en el que decía viajar y dónde se escondía.
Pedro
Casas, con una mujer eternamente deprimida, con una cuñada que había trabajado
para él, estaba separado y tenía una hija, Alba, con una pequeña
editorial en Barcelona, donde traduce y publica rarezas literarias. Casualmente
su editorial, “Libros del Crepúsculo”, había traducido un libro sobre “Toro
Salvaje”, escrito por Jake La Mota, un boxeador conflictivo. La aparición
de este detalle en escena y el hecho de que en determinados pasajes se hable de
combates de boxeo, algunos amañados, y apuestas ilegales parecen relacionar los
hechos de pasado y presente.
Una novela
entretenida y escrita con corrección, donde las dos tramas terminan encajando.
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