Notas de cuando leí “TRAS LA MÁSCARA DE LA INOCENCIA”, novela de JAVIER VALLEJO.

Tras varios meses alejado de su familia por motivos laborales, Alex Gálvez un arquitecto que hace seis meses que trabaja en Viena, regresa a casa, con la intención de dar una grata sorpresa a Zaira y a sus hijos.

Desafortunadamente, los acontecimientos no se desarrollan como esperaba, y el cálido recibimiento que le ofrece su esposa no tarda en convertirse en una acalorada discusión; es medianoche y los hijos, Héctor y Alba, no están en casa. Después de mutuas acusaciones y reproches, Alex acaba marchándose en busca de la pequeña.

Los dos hermanos son totalmente distintos. Héctor de diecinueve años, continúa atrapado en un mundo oscuro y se ha vuelto una persona agresiva y solitaria desde que fue acusado dos años atrás por violar a su exnovia Marta. Desde entonces, mantiene amistad con Álvaro, un muchacho regordete, ansioso, bastante siniestro y con una mentalidad desquiciada.

Alba de catorce años, es completamente opuesta, es una niña tierna, dulce, simpática y frágil.

La llegada del amanecer pone en marcha un nuevo día en Ribera de Bracón, y sus vecinos se topan con una dura realidad: Alba Gálvez ha desaparecido. Una vecina que paseaba a su perro por el parque encuentra pertenencias de la niña y restos de sangre. En las siguientes horas la violencia vuelve a cebarse en el pequeño pueblo. A la desaparición de Alba se suman otras desapariciones en extrañas circunstancias.

A la vez que desaparece Alba, el mejor amigo de Alex, Noel, tiene un terrible accidente de coche que lo mantendrá en coma. La policía espera que se recupere porque cabe la posibilidad de que haya visto a la persona que se llevó a Alba. A medida que los días pasan la preocupación por la desaparición de la niña va en aumento.

Estos sucesos depararán al inspector Daniel Árbex y a su compañera Tania Garrido muchos quebraderos de cabeza, poniendo en marcha una investigación hasta dar con la desequilibrada mente de un posible asesino en serie.

Los acontecimientos se precipitan: lo evidente se torna difuso; lo imposible se vuelve probable y lo descabellado da un paso decidido al frente. Entre desesperadas conjeturas, el caso avanza en una carrera contrarreloj para descubrir quién se esconde “Tras la máscara de la inocencia”. El autor sumerge al lector en una espiral de sucesos sin aparente conexión, para conducirlo hasta un sorprendente final en el que todo encaja.

Una novela de suspense, de intriga, de variados y complejos personajes, de muchos matices, con incursiones en lo claustrofóbico, en la violencia, en una historia que no tiene aparente explicación y que se mantiene así hasta el final del libro.