lunes, 13 de febrero de 2023


 Notas de cuando leí “BAJO LA PIEL” novela de SUSANA RODRÍGUEZ LEZAUN

Con esta novela, la autora nos ofrece un nuevo personaje, impactante, original, transgresor y que da la sensación de haber llegado para quedarse. El personaje es Marcela Pieldelobo, peculiar incluso en el apellido, nacida en Biescas, pueblo situado en el corazón del Pirineo aragonés y, desde hace una década, inspectora del Cuerpo Nacional de Policía destinada en Pamplona, escenario de esta nueva novela.

Una mujer excesiva en sus costumbres y afectos, y también en el original tatuaje que se enrosca en su cuerpo y que apenas nadie conoce, incumplidora a rajatabla de los procedimientos policiales habituales y un tanto irreverente y aficionada a beber Jägermeister (digestivo / orujo alemán).

En esta novela deberá resolver un aparente accidente de tráfico que muy pronto le hará relacionarse con esa institución católica tan asentada en Navarra (el Opus Dei) que extiende sus redes por los ámbitos políticos, mediáticos, sociales y económicos, de tal modo que resulta muy difícil enfrentarse a cualquiera de sus miembros, numerarios o no.

“Bajo la piel” es una novela ágil en la que iremos conociendo detalles de la infancia de la inspectora y de su presente familiar y afectivo.

El pasado, en forma de un padre maltratador que reaparece tras la muerte de su madre y llama con furia a su puerta, pero Marcela tiene cosas más urgentes que atender, como el caso de un bebé abandonado en un aparcamiento solitario y un coche de alquiler siniestrado sin rastro del conductor, pero con manchas de sangre y huellas de rodadas… Cuando las pistas conducen a una conocida empresa propiedad de una de las más tradicionales e influyentes familias locales, sus superiores deciden apartarla del caso… Pero Marcela, fiel a sus principios y a su instinto, insiste en ir más allá, aun a costa, ahora, de su propia vida, pero tiene algunos apoyos: un compañero leal, Miguel Bonachera, y un amante sensato y paciente, Damen, colega policial de otro cuerpo, que poco a poco irá ganando terreno en el corazón dolorido y espinado de Marcela.

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