viernes, 30 de septiembre de 2022
lunes, 26 de septiembre de 2022
Notas de cuando leí “La mirada de la ausencia” novela de Ana Iturgaiz
Una novela histórica y romántica ambientada en el Bilbao de
finales del siglo XIX. El 21 de febrero de 1874 el ejército carlista pone cerco
a la ciudad de Bilbao. Los carlistas
asedian la ciudad, los bombardeos, las víctimas y el dolor están acabando con
la ciudad. Varios pueblos ya han sido tomados por el ejército de «el
pretendiente». El hambre llega, los jóvenes son alistados, los muertos quedan
en cada calle y en cada esquina.
La tercera guerra Carlista donde se enfrentan los
partidarios de Carlos
María de Borbón, hermano de
Fernando VII contra los llamados liberales, que defendían la Tercera República
que era el gobierno existente en ese momento.
En la ciudad asediada se encuentran Javier Garay, un
fotógrafo de postales eróticas, e Inés Otaola, una planchadora sin trabajo, a
la que el hambre obliga a ejercer de modelo para Javier. Las aspiraciones de
Javier pasan por ejercer de reportero de guerra para los periódicos más
importantes del país. La ocasión le llega cuando el gobierno liberal le propone
la posibilidad de infiltrase tras las líneas enemigas y él la aprovecha sin
dudarlo. Arrastrará a Inés al campo de batalla. Inés regresará al caserío
familiar donde ya no están su abuela y su hermano.
Con su cámara Javier Garay intenta reflejar el horror de la guerra y su lado más humano. Con su objetivo
intenta captar al enemigo, pero lo que ve son personas: padres, hermanos,
hijos…
En medio de la destrucción, ambos se
convierten en el refugio del otro.
Lectura amena de una novela bien
documentada donde nos acercamos a una auténtica guerra civil, un episodio de nuestra historia y
unos momentos convulsos que se vivieron en Bilbao y en otras localidades y
pueblos a finales del XIX.
lunes, 12 de septiembre de 2022
Cosme Damián, personaje influyente en los medios de
comunicación en España y director de “El Diario”, aparece muerto
en su habitación de un hotel en Ámsterdam de un
disparo en la cabeza, la víspera de una de
las elitistas reuniones internacionales del Club Bilderberg a la que iba a
asistir. A su lado, igualmente muerta, aparece otra
persona.
La intriga de la novela se desarrolla en los escenarios
de las reuniones privadas del Club Bilderberg en los días previos a la guerra
de Iraq; en el París del tráfico de obras de arte; en el Berlín cuando todavía
operaba la Stasi, la temible policía política de la RDA (un periodista de “El Diario”, Mikel Azuera, tiene el encargo de investigar a personajes
españoles de relevancia que, en sus tiempos de estudiantes en Alemania,
colaboraron con la Stasi); o en Gibraltar, refugio
de negocios turbios y espías, paraíso fiscal,
lugar de paso de la droga a la Península y con más de un bufete de abogados
cuya ocupación primordial es el blanqueo de capitales. Conocemos a Walter de
Roux, un especialista del crimen organizado que realiza “encargos”,
solucionando problemas a unos y otros. Junto a él tenemos a Telmo Salcedo, un
político muy bien situado cuyo expediente, en principio, es intachable; a
Julián Santaeugenia, un empresario con bastante mala fama; a Valeria Ulloa una
periodista a la que solo mueve conocer la verdad de los hechos o a Francis
Hamilton, exsecretario norteamericano de Estado a quien le importa la
reputación y el control de la opinión pública.
Se nota la experiencia del autor como periodista que
construye un relato sobre la relación entre la prensa y el poder, con la
corrupción como telón de fondo en la España de nuestros días.
El autor diseña muy bien los diferentes escenarios,
personajes y tramas de la novela, pero no da solución a los casos que plantea,
quizá porque esa es la intención del autor: señalar temas, pero no aportar soluciones.
El final es
algo inesperado y muy poco esclarecedor, lo que no me deja de sorprender como
lector, porque se manifiesta el fracaso de las diferentes policías que
intervienen en las tramas de la novela. Todos los cabos quedan sueltos y sin resolver por el inspector de policía Gabriel Montañés.
jueves, 8 de septiembre de 2022
domingo, 4 de septiembre de 2022
Notas de cuando leí “LAS HIJAS DEL CAPITÁN” novela de MARÍA DUEÑAS
Estamos en Nueva York en 1936. La pequeña casa de comidas “El
Capitán” arranca su andadura en la calle Catorce, uno de los enclaves de la
colonia española que por entonces reside en la ciudad. Entre 30 y 40.000 españoles
vivían en Nueva York en los años 30. La muerte accidental de su dueño, Emilio Arenas, obliga a su
esposa Remedios y especialmente a sus hijas veinteañeras a tomar las riendas
del negocio mientras en los tribunales se resuelve el cobro de una prometedora
indemnización por el accidente. Abatidas y acosadas por la necesidad de
sobrevivir, Victoria, Mona y Luz Arenas tratarán de abrirse camino en aquella
ciudad. Es la historia de tres jóvenes españolas que se vieron obligadas a
cruzar un océano, se asentaron en una urbe deslumbrante y lucharon para
encontrar su camino.
Aventuras y desventuras, amores y desamores, y aparición
de personajes históricos como Alfonso de Battenberg, el Borbón hemofílico que pudo
llegar a ser rey, Xavier Cugat o el Dr. Castroviejo.
María
Dueñas nos llevará a los lugares por los que discurría la vida de la colonia española, nos
mostrará cómo era su día a día, cómo era su vida, cómo luchaban
trabajando jornadas interminables buscando una vida mejor.
En la novela aparecen las redes de ayuda mutua que se
establecían entre aquellos compatriotas y qué aquí confluyen en la Nacional. “Eran personas, dice la autora,
muy humildes, clase trabajadora desprotegida, con muy poca preparación que
llegaban como ciudadanos de segunda y tenían claro que aquí venían a partirse
el espinazo. Ellos crearon sus propias sociedades en las que lo mismo se
juntaban para fiestas y verbenas, como para las calamidades, los entierros, las
enfermedades...”.
La ayuda que prestaron aquellos españoles desde
América a sus compatriotas republicanos de la península durante la guerra fue épica.
Historia bien contada, donde aparecen
secundarios memorables, como Fidel, joven apasionado de la música, Luciano
Barona, la muy peculiar Sor Lito, Máxima Osorio o el joven
Tony el Bolitero, dispuesto a incumplir la ley para triunfar.
He leído las novelas anteriores de María Dueñas: “El
tiempo entre costuras”, “Misión Olvido”
y “La Templanza” y he
leído con interés esta nueva novela y no me ha defraudado, porque la autora
sabe escribir historias y dar “cuerpo” a los personajes.