“El asesino desconsolado” de J.M. Guelbenzu

Una nueva novela (la octava entrega) de Guelbenzu con la juez Mariana de Marco como protagonista de una trama que se desarrolla en una peculiar comunidad de vecinos.

Julia, bisexual, arquitecta. la mejor amiga de la juez Mariana de Marco, acaba de mudarse a un apartamento nuevo en uno de los rascacielos más bonitos y lujosos de un barrio moderno de la ciudad de G…Para celebrarlo, Mariana decide hacerle una visita inesperada e inaugurarlo con un brindis. Al poco de llegar, una llamada al timbre interrumpe la velada. Tras la puerta se encontrarán el cadáver de un hombre apuñalado por la espalda con un cuchillo de cocina. ¿Por qué llama el asesino y sale corriendo? ¿Por qué no lo deja simplemente tirado y se va?

Lo lógico es encauzar la investigación por el cuadro, pero se va liando todo y aparece muerto el portero, y cuando creían haber dado con la clave, también muere un galerista.

El caso le es entregado a la juez De Marco. Los indicios la conducirán a investigar a los vecinos de esta nueva comunidad, donde parece que se encuentra el asesino, y en la que conoceremos a personajes variopintos y sospechosos. La víctima, Hernán Caldera, tenía en su haber una réplica de un cuadro no catalogado del pintor impresionista Monet, y parece ser que este será uno de los hilos más claros de los que poder tirar. Mariana se ve desbordada por este caso y por el inesperado retorno de su novio Javier, el joven periodista con el que ya comparte piso, y que con su olfato periodístico decidirá investigar la pista del cuadro.

En “El asesino desconsolado”, Mariana ha cumplido 46 años, mide 1,75, de ojos castaños, alta, fuerte, grande, más atractiva que guapa. y mantiene su físico en plena forma, gracias a las carreras que practica por las mañanas; su afición al alcohol no ha disminuido y, tampoco, su capacidad de recuperarse tras una noche bebiendo. En esta novela a Mariana de Marco le falla un poco el olfato de investigación. La novela termina de forma un poco apresurada.

En opinión del autor, “Mariana de Marco es una persona razonablemente temeraria. No tiene miedo a nada y siente atracción por el abismo”.