Notas de cuando
leí
“HABANA REQUIEM” de VLADIMIR HERNANDEZ un escritor cubano afincado en
Barcelona desde hace más de una década.
“Habana réquiem”
es un retrato de la Cuba y de La Habana más actual. El autor conoce bien La
Habana, ciudad en la que nació.
Aquella
marginalidad que emergió en los noventa, consecuencia de la crisis del país,
parece que lo inunda todo en La Habana actual.
Cuba se tensa en medio de la recesión y el Estado
intenta maniobrar con un falso aperturismo económico, pero la mentalidad
insular ha cambiado y el ciudadano de a pie ya no parece tan dócil como ha sido
durante medio siglo. La marginalidad amenaza con desbordar el sistema.
En la Mazmorra,
unidad de policía del distrito de Habana Vieja, los oficiales de la Policía
Nacional Revolucionaria, la famosa PNR, intentan enfrentarse al naufragio
social, pero los propios agentes de la Ley, son unos diques muy precarios para
contener tanta miseria social.
Un presunto
suicidio, un violador en serie, y el cadáver de un joven negro relacionado con
drogas de diseño, son los puntos de partida del argumento de esta novela. Tres
tenientes de la Mazmorra: el veterano Puyol, la arribista Ana Rosa y el
expeditivo Eddy, son los encargados de llevar esas investigaciones a buen
destino trabajando contra reloj. Cada uno de ellos emplea métodos diferentes,
pero todos comparten una máxima emblemática: «Ser un buen poli implica
ensuciarse las manos».
Eduardo Serrat, Eddy, es teniente de
policía en la 2ª Unidad de la Habana Vieja, conocida como La Mazmorra. Bastante
bruto en sus métodos de trabajo. Es quien investiga el asesinato de un
traficante de drogas de diseño. Puyol es un veterano, trabajador, disciplinado
y muy preocupado por su familia. Investiga un aparente suicidio; el no cree que
sea tal.
Ana Rosa Iznaga, teniente de 32 años,
casada. Su máximo interés es ascender. Investiga los crímenes de un violador en
serie que sodomiza ancianas.
Una novela de género negro, entretenida, dura, bien escrita, con personajes singulares muy definidos y muy distintos entre sí,que te acercan a una ciudad que se derrumba y a la gente que intenta sobrevivir en ella.
Una novela de género negro, entretenida, dura, bien escrita, con personajes singulares muy definidos y muy distintos entre sí,que te acercan a una ciudad que se derrumba y a la gente que intenta sobrevivir en ella.
Hay una
Habana oculta a los turistas que muy poca gente conoce, porque todos se empeñan
en ocultarla. Una Habana que da miedo, donde los policías extorsionan a las
jineteras y a los vendedores ambulantes, donde existe una burguesía de barrios
residenciales y coches último modelo solo al alcance de los allegados al
régimen.
Llama la atención que, siendo Cuba un país constitucionalmente comunista, sin
libertades, haya tribus
urbanas (aparecen en alguna novela de Padura) más propias de otras ciudades y
que proliferen las drogas de diseño.
Como dice el
propio autor: “La política y el comentario
social están en el subtexto de lo narrado, disponible para el lector inquieto”.
¿Qué es lo que denunciaría de la situación actual cubana?, le preguntaron
al autor y éste respondió: “Si fuera el caso,
denunciaría la situación de incertidumbre que se vive allí. La impresión de que
el presente está en manos de ciertas potestades que no conectan con las
necesidades de la mayoría”.
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