PEPE
LUIS VÁZQUEZ, EL DEL CARTUCHO DE PESCAO
“La cabeza es
fundamental para estar delante del
toro; al toro hay que poderle con la cabeza”.
Pepe Luis
Vázquez, nació en Sevilla el 21 de diciembre de 1921 y falleció en Sevilla el
19 de mayo de 2013. Cuatro de sus hermanos tuvieron relación con el mundo
taurino como banderilleros y Manolo fue un torero destacado haciendo el
paseíllo en 300 tardes.
Pepe Luis tomó
la alternativa en La Maestranza el 15 de agosto de 1940 con Gitanillo de Triana
y Pepe Bienvenida y se mantuvo como el
gran torero de la postguerra después de la muerte de su amigo Manolete, hasta
su retirada en 1953. Coincidió con Manolete en 120 tardes, de lo que se deduce que
era un cartel atractivo en aquellos años. Manolete será el ídolo y Pepe Luis la
expresión depurada del toreo clásico. Eran tiempos duros en los que España
vivía una reconstrucción después del trauma colectivo de la guerra civil. Manolete
admiró la capacidad para lidiar del sevillano y este reconoció que el de Córdoba
sabía colocarse donde al toro no le quedaba otro remedio que embestir y su capacidad
con el estoque.
El 19 de octubre
de 1940 el General Franco montó un festejo taurino en honor a Heinrich Himmler,
el Reichsführer de las SS de visita en España. Pepe Luis no quería torear en
Madrid esos días porque tenía previsto confirmar la alternativa en mayo del año
siguiente. Se mandó a la Guardia Civil que lo buscara y así lo hizo, con la
orden de que el torero se presentara en el Ministerio de la Gobernación. Con
aquella desagradable presencia confirmó la alternativa en Las Ventas, una corrida
que se suspendió por la lluvia al morir el tercer toro.
Toreó varias
veces en corridas a las que asistió Franco. Decía el maestro que “a aquel
hombre no le interesaba la fiesta, ni la entendía. A los toreros no nos gustaba
que Franco acudiera a la plaza, porque los organizadores se ponían demasiado
nerviosos y había mucha tensión en el ambiente”.
El 25 de julio
de 1943 toreaba en Santander con El Estudiante y Morenito de Talavera. En un
quite, al caminar hacia atrás cayó de espaldas y el toro le corneó,
produciéndole el desgarramiento de la mitad izquierda de la nariz, fractura del
hueso frontal y destrozos en el saco lacrimal. Además de los facultativos de la
plaza, le atendieron los doctores Díaz Caneja y Ruiz Zorrilla que asistían al
festejo. Le tuvieron que operar sin anestesia. La cogida fue grave y la cicatriz
tremenda. Antes de regresar a Sevilla permaneció unos días en el Sanatorio La
Alfonsina. El torero del Barrio de San Bernardo volvió a los ruedos en la feria
de septiembre en Palencia en ese mismo año.
Fue tratado por
buenos oftalmólogos, pero en un proceso degenerativo perdió la vista de ese ojo
izquierdo, y unos años antes de su
muerte terminó perdiendo la vista, algo que aceptó en silencio y rodeado del
afecto de su familia.
¿Le hizo
conservador aquella grave cornada de Santander? El propio maestro decía que no,
pero quizá sí limitó su ambición para mandar en la fiesta, como había mandado
Manolete.
Se retiró en
1953 y se casó un año después con Mercedes Silva, que nunca vio torear a su
marido y tampoco a alguno de sus hijos.
No resistió la
oferta de don Livinio Stuyck para que reapareciera en 1959 en las Ventas
formando terna con Antonio Bienvenida y Julio Aparicio, saliendo a hombros los
tres espadas. Aquel año toreó 19 tardes, entre ellas aquella en la que fue
padrino en la confirmación de alternativa de Curro Romero. Se retiró
definitivamente, aunque, según comentaba uno de sus hijos, siguió toreando en
el campo prácticamente hasta 1991. Sus seis hijos varones han sido buenos
aficionados y algunos de ellos intentaron ser toreros con no mucha fortuna. Tan
solo el mayor, que se llamaba Pepe Luis igual que se padre, tomó la alternativa
en 1981 en La Maestranza acompañándole en la terna su tío Manolo Vázquez y
Curro Romero.
Su toreo tiene
base en Joselito el Gallo y en Belmonte, a quien admiraba. Quienes le
conocieron hablan de él como un hombre
reflexivo, honrado, educado y sencillo. Habló mucho y bien en los ruedos y poco
fuera de ellos. Un torero artista, gran conocedor de la lidia y muy vinculado a
La Maestranza de Sevilla donde toreó 52 tardes, saliendo 16 veces a hombros.
Fue un torero de empaque, más allá de la popularidad de su cita con la muleta
plegada, “el cartucho de pescao” al comenzar la faena. Se colocaba en el sitio
adecuado, con la distancian precisa aprovechando las querencias. Se puede
aprender la técnica, quizá la manera de colocarse, pero no se puede copiar ni
aprender la personalidad. Su depurada técnica se basaba en el conocimiento de
los toros.
Fue muy amigo de
Eduardo Miura hasta que el ganadero falleció en 1996. Miura debutó como
ganadero en Sevilla en la Feria de abril de 1941 y en el cartel figuraba Pepe
Luis. Toreó 35 corridas de Miura, diez de ellas en Sevilla. Nunca rehuyó una
divisa. También Manolete lidió toros de la mayoría de las ganaderías de
aquellos años. Así había sucedido con Joselito El Gallo y con Belmonte y
sucedió después con Antonio Ordoñez.
Socio del Betis,
era un hombre culturalmente inquieto. En Madrid acudía a veces al café Lion d
Òr. Le gustaba y admiraba a Antonio Machado; conoció en México a José Bergamín;
fue amigo de Sebastián Miranda, José María de Cossío, Ignacio Zuloaga, Joaquín
Rodrigo, Antonio Díaz Cañabate... Gerardo Diego le dedicó alguno de sus poemas.
Nota:
Una Peña de aficionados organizó unos
debates sobre las diferentes escuelas taurinas. Me invitaron a participar en el
debate sobre la escuela sevillana y me encargaron hablar de Pepe Luis Vázquez.
Preparé una intervención que solo di por buena cuando mi tío Marcelino me dijo
que era correcta. Este texto es el resumen de aquella intervención.