DUBAI

Leo que la nueva Ministra de Economía de los Emiratos Árabes es Lubna al Qasini, que sea una mujer es un hecho significativo entre los Estados árabes localizados en el Golfo Pérsico.

La noticia me ha hecho recordar que en el pasado año 2005 tuve la suerte de viajar (invitado) a Dubai, uno de los pequeños siete Estados que forman los Emiratos Árabes, con algo más de 4,5 millones de habitantes e independiente desde 1971, con una renta per cápita superior a los 42.000 dólares.

Conocí un ciudad construida sobre el desierto, una ciudad exótica, cosmopolita, donde se pueden contar decenas de rascacielos, pensada para un turista de alto poder adquisitivo (no era mi caso) y pensada para convertirse en uno de los centros comerciales y financieros más importantes del mundo. Hay arquitectos españoles que ya han conseguido entrar en este "pais de la imagen" segun dice Rafael de la Hoz. Los dirigentes de Dubai han apostado por diversificar y abrir su economía, conscientes de que deberán sustituir al petróleo como única fuente de ingresos de sus presupuestos.

Es allí donde se construyen islas artificales. El Borj Dubai, el rascacielos más alto del mundo, estaba entonces en construcción. No visité la mayor pista es esquí de nieve bajo techo, pero sí el hipódromo, un espectacular campo de golf, las galerías comerciales con presencia de todas las marcas internacionales, autopistas con verde en la mediana y en los laterales con "riego gota a gota", el desierto en el que uno puede adentrarse en uno de esos vehículos especiales (que no conducía yo, por supuesto), el barrio del oro lleno de tiendas con todo tipo de piezas en oro controladas por indios, el enorme mercado de las especies, mezquitas en cada zona de la ciudad, mujeres lucían bolsos de diseño y que dejaban ver cómo debajo de su túnicas lucían vaqueros de diseño, mercados tradicionales donde se podía regatear el precio de las cosas y donde compré un corán ilustrado y mucha mano de obra extranjera... Demasiadas cosas para resumir en unas líneas.

Son muchas las contradicciones y eso lo saben los líderes políticos, pertenecientes todos ellos a las familias reales que controlan el pais, los Al - Maktoum. Ellos afirman que deberán resolver los problemas que se presentan, pero que lo importante es incorporarse con éxito a una economía globalizada y servir de referente a otros paises donde el petróleo es una fuente de riqueza, pero con lógica fecha de caducidad en las próximas décadas.

En el Borj Al Arab, el famoso hotel de siete estrellas en forma de vela, cargado de dorados hasta decir basta, me invitaron a comer un día (comida exquista de alta cocina occidental con un toque de originalidad árabe) y, cerca de allí, puede visitar un inmenso astillero especializado en reparaciones de plataformas petrolíferas y playas extensas de arena muy fina. Su puerto es hoy el 9º en tráfico de contenedores.

Fue un viaje especial que recuerdo con particular agrado por lo que pude ver y porque no es un viaje que puedas pensar en hacer de forma particular. Yo tuve la suerte de que me invitaran a ese viaje.