“SIN MUERTOS” de ALICIA GIMÉNEZ BARTLETT

Alicia Giménez Bartlett hace que su personaje, la inspectora Petra Delicado, convierta su propia vida en una novela donde su peripecia vital se convierte en una visión de la familia, las costumbres, la autoridad, el sexo y el amor.

«Haber nacido en mi generación te imponía unos preceptos que asumías sin rebeldía. A caballo entre el pasado franquista y la modernidad, te tocaba apechugar con la moral católica, para la que la pérdida de tiempo y de talentos era el peor pecado que se puede cometer.» La inspectora de policía decide poner distancia en su día a día para recordar su pasado a fin de tomar las riendas del presente. Con su particular mirada, repasará su vida, desde la niña aplicada a la que expulsan de un colegio de monjas, pasando por la joven universitaria antifranquista que al casarse cambia de rumbo, hasta que decide romper con todo y ser una de las primeras mujeres en ingresar en el cuerpo de Policía.

Alejada del mundo durante una semana, refugiada en un convento, la inspectora revisa toda su existencia y se pone a la faena de escribir para hablarnos de su infancia, de una familia un tanto peculiar, de sus dos hermanas, su formación, sus parejas, sus vaivenes sentimentales y hasta del camino transitado por el Cuerpo Nacional de Policía.

Al mismo tiempo, pasamos por diferentes épocas de la Historia reciente de España, el final del franquismo y el horizonte de la democracia, los miembros de algunas clases dominantes, la inferioridad social de la mujer contra la que Petra todavía sigue luchando, y hasta las costumbres sociales, un mundo en el que ella ha sabido moverse con la suficiente habilidad para sobrevivir.

Con esta novela la autora ha querido que entendamos no tanto a su personaje, Petra Delicado, que conocemos a través de las diferentes novelas: una mujer fuerte, con carácter, irreverente, con una lengua afilada, inteligente y culta, de ideas firmes, sino que nos explica cómo ha llegado a tener el carácter que tiene y lo hace a través de recordar su experiencia vital. Alicia Giménez Bartlett nos hace un retrato psicológico y sentimental de su personaje, Petra Delicado y de la generación de la que forma parte como mujer y como profesional. A mí me ha gustado.

“CAPRICORNIO” obra de 1947 de MAX ERNST (1891 – 1976) 
 

 Notas de cuando leí la novela “LAS DOS AMELIAS” de JOSÉ LUIS CORREA

Amelia Moreno, camarera de piso en un hotel de Gran Canaria, encuentra una mañana el cadáver de Amelia Hermoso. La muchacha estaba desnuda, tumbada a lo ancho de la cama, apenas cubierto un muslo por la colcha marrón, los brazos abiertos y las piernas cerradas como si fuera el símbolo cifrado de una secta recóndita. Las redes no tardan en culpar a Amelia Moreno del crimen.

Cuando al detective Ricardo Blanco le proponen investigar el asesinato de una influencer que ha intervenido en la Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria para presentar el único libro que ha escrito y escribirá, no las tiene todas consigo. Las redes sociales son un auténtico galimatías para él. No controla ese mundo y tiene la sensación de moverse en un mar lleno de trampas. Su secretaria Inés le ruega que ayude a la muchacha, Amelia Moreno, a la que están despellejando viva en las redes sociales.

El autor nos presenta una historia original, ágil, donde se adivina un ajuste de cuentas y donde se reflexiona sobre las relaciones humanas, la soledad y la violencia, de cómo las redes sociales han modificado las relaciones humanas y también con una mirada burlona se manifiesta una crítica sobre el panorama literario donde se considera novelista a quien tan solo ha publicado una obra sin entrar en mayores valoraciones.

Es la undécima entrega del autor con el mismo protagonista, el detective Ricardo Blanco. Los amigos del detective siguen siendo los habituales: su novia farmacéutica, el jefe de policía retirado Gervasio Álvarez y que ahora trabaja con él y la secretaria del despacho.

 

La XVII Carrera de la Mujer de Santa Cruz de Bezana volverá́ el sábado día 19 de octubre al municipio bezaniego para recaudar fondos que contribuyan a la lucha contra el cáncer de mama y apoyar a la Asociación AMUCCAM en la labor de apoyo psicológico que brindan a quienes padecen esta enfermedad. Una prueba no competitiva impulsada por el Ayuntamiento en colaboración con la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria que dará́ comienzo a las 17.30 horas.

Leo “SI NO, LO MATAMOS”, una nueva novela de ROSA RIBAS

Novela protagonizada por la comisaria Cornelia Weber-Tejedor, hija de padre alemán y madre gallega, que trabaja en Fráncfort, de la que he leído sus entregas anteriores: “Entre dos aguas”, “Con anuncio” y “En caída libre”. La autora vive en Alemania desde 1991.

Torsten Hagendorf, un respetable abogado que trabaja en una importante firma es secuestrado por tres enmascarados, que exigen a su esposa todo lo de valor que tenga en ese momento en casa y todo el dinero que pueda sacar de inmediato de sus cuentas. Torsten, sin embargo, logra escapar y avisará a la policía. Horas después, cuando la comisaria Cornelia Weber-Tejedor y su compañero, el subcomisario Reiner Fischer, interrogan al matrimonio, descubren que ese no es el primer secuestro exprés que se ha producido en Fráncfort recientemente. Ante unos lucrativos secuestros exprés y un asesinato para el cual no hay explicación, Cornelia se verá obligada a bucear en sus más oscuros recuerdos y pondrá en jaque su valía y la de su equipo. A medida que se van adentrando en la investigación, Cornelia descubrirá que el caso es mucho más complicado de lo que en un principio parecía por los sospechosos que aparecen en su punto de mira.

Volveremos a encontrarnos con los padres de Cornelia y con las complicaciones de la enfermedad que sufre su padre, una enfermedad mental que pese a los esfuerzos familiares por atajarla sigue avanzando.

En cuanto a su vida sentimental parece que todo comienza a ir bien, su relación con Leo ya dura un año; sin embargo, Cornelia a pesar de ser feliz, parece tener sus dudas, lo de compartir profesión y amor no es fácil.

“Si no, lo matamos” demuestra el talento de Rosa Ribas para la intriga y para lograr que en la novela se manifieste el equilibrio entre investigación y vida personal.

Una buena novela negra, ágil, dinámica, de una escritora madura, donde la fuerza radica en los personajes y en la investigación y que mantiene la tensión hasta un final sorprendente. Rosa Ribas es una de las mejores escritoras de novela negra en este país,

La autora ha dicho: “Creo que mi libro es diferente a la típica novela negra, no tiene la brutalidad característica de este género ni el carácter de enigma, aunque sí tiene muchos componentes sociales, como la especulación inmobiliaria o la corrupción política”. “Cornelia ha ido creciendo como persona. Los lectores han hecho muy suyos el contexto en que se mueve y creo que su empatía ha ido creciendo con ellos”; “Los lectores han visto como Cornelia se ha ido poniendo cada vez más dura. En un mundo de hombres, las mujeres no se pueden permitir ser débiles y menos cuando se manda, como ella”.

 

Un grito de Federico García Lorca en “Poeta en Nueva York”.

Federico García Lorca llegó a Nueva York en 1929, acompañado por Fernando de los Ríos. El socialismo humanista del que sería ministro republicano en 1931 influyó en el poeta.

Desde el Crysler Building, la edificación más alta de Nueva York lanzó un grito hacia la cúpula de San Pedro en Roma. Pío XI había empezado el año 1929 firmando con Benito Mussolini el Tratado de Letrán para consolidar la existencia del Estado Vaticano. A cambio de ese reconocimiento político, había pedido a los católicos que apoyaran la opción fascista y había bendecido las tropas que se disponía a invadir Abisinia. Con el tiempo, Pío XI se convertiría también en amigo de la Alemania Nazi, aunque acabara enemistándose con Hitler, no por el asesinato de judíos, sino por el peligro que una Iglesia de orientación nacionalista suponía para Roma.

Grito hacia Roma

Desde la torre del Chrysler Building

Manzanas levemente heridas

por finos espadines de plata,
nubes rasgadas por una mano de coral
que lleva en el dorso una almendra de fuego,
peces de arsénico como tiburones,
tiburones como gotas de llanto para cegar una multitud,
rosas que hieren
y agujas instaladas en los caños de la sangre,
mundos enemigos y amores cubiertos de gusanos
caerán sobre ti. Caerán sobre la gran cúpula
que untan de aceite las lenguas militares
donde un hombre se orina en una deslumbrante paloma
y escupa carbón machacado
rodeado de miles de campanillas.

Porque ya no hay quien reparta el pan ni el vino
ni quien cultive hierbas en la boca del muerto,
ni quien abra los linos del reposo,
ni quien llore por las heridas de los elefantes.
No hay más que un millón de herreros
forjando cadenas para los niños que han de venir.
No hay más que un millón de carpinteros
que hacen ataúdes sin cruz.
No hay más que un gentío de lamentos
que se abren las ropas en espera de la bala.
El hombre que desprecia la paloma debía hablar,
debía gritar desnudo entre las columnas,
y ponerse una inyección para adquirir la lepra
y llorar un llanto tan terrible
que disolviera sus anillos y sus teléfonos de diamante.
Pero el hombre vestido de blanco
ignora el misterio de la espiga,
ignora el gemido de la parturienta,
ignora que Cristo puede dar agua todavía,
ignora que la moneda quema el beso de prodigio
y da la sangre del cordero al pico idiota del faisán.

Los maestros enseñan a los niños
una luz maravillosa que viene del monte;
pero lo que llega es una reunión de cloacas
donde gritan las oscuras ninfas del cólera.
Los maestros señalan con devoción las enormes cúpulas sahumadas;
pero debajo de las estatuas no hay amor,
no hay amor bajo los ojos de cristal definitivo.
El amor está en las carnes desgarradas por la sed,
en la choza diminuta que lucha con la inundación;
el amor está en los fosos donde luchan las sierpes del hambre,
en el triste mar que mece los cadáveres de las gaviotas
y en el oscurísimo beso punzante debajo de las almohadas.
Pero a viejo de las manos traslúcidas
dirá: Amor, amor, amor,
aclamado por millones de moribundos;
dirá: amor, amor, amor,
entre el tisú estremecido de ternura;
dirá: paz, paz, paz,
entre el tirite de cuchillos y melones de dinamita;
dirá: amor, amor, amor,
hasta que se le pongan de plata los labios.

Mientras tanto, mientras tanto ¡ay! mientras tanto,
los negros que sacan las escupideras,
los muchachos que tiemblan balo el terror pálido de los directores,
las mujeres ahogadas en aceites minerales,
la muchedumbre de martillo, de violín o de nube,
ha de gritar aunque le estrellen los sesos en el muro,
ha de gritar frente a las cúpulas,
ha de gritar loca de fuego,
ha de gritar loca de nieve,
ha de gritar con la cabeza llena de excremento,
ha de gritar como todas las noches juntas,
ha de gritar con voz tan desgarrada
hasta que las ciudades tiemblen como niñas
y rompan las prisiones del aceite y la música,
porque queremos el pan nuestro de cada día,
flor de aliso y perenne ternura desgranada,
porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra
que da sus frutos para todos.