Notas
de cuando leí “LAS VOCES DE CAROL” novela de CLARA PEÑALVER.
Abril Zondervan,
escritora de éxito internacional, ha aparecido muerta, aparentemente sin signos
de violencia en su casa de Málaga, un hecho que conmociona a la opinión
pública. Pronto se descarta el suicidio. ¿Quién puede haberla asesinado, si
realmente se trata de un homicidio? La inspectora Carol Medina, que trabaja en
la jefatura de policía de Málaga,
es la encargada de la investigación. Se toma muy en serio su trabajo. Quienes
la conocen saben que su obsesiva labor policial es también una manera de no
tener que enfrentarse a su caótica vida privada. Es una mujer fuerte, temperamental
e inteligente, pero con un pasado emocional que la condiciona y atormenta en
ocasiones.
A menudo,
Carol recuerda a Gabriel, compañero de la brigada muy querido que murió en un
tiroteo estando ella presente. También recuerda a su abuelo Max, que la cuidó y
educó hasta que falleció de insuficiencia cardiaca.
Cuando Carol
descubre algunas cosas de la personalidad de la escritora, tiene que adentrarse
en la cabeza de la víctima. La novelista, diagnosticada de esquizofrenia, era
una «escuchadora de voces» que había aprendido a convertir la complejidad de su
mente en un material literario de primera clase. Carol irá avanzando en la
investigación de un caso lleno de aristas, giros y sorpresas hasta el
inesperado desenlace de las últimas páginas de la novela.
El lenguaje de la
novela es sencillo; los personajes están bien definidos, están bien descritos los procesos que
se llevan a cabo en una investigación y algunos de los
temas complejos de la trama están documentados.
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