Notas de cuando
lei “DESAPARECIDA EN SIBONEY” novela
de ROSARIO RARO.
La novela comienza en 1875 cuando Romi escribe a su tío Mauricio Sargal, un millonario
antillano retornado a España, libertino y bon vivant que vive en España, para
informarle que ha desaparecido su madre, Dulce, y que no consigue que nadie le
dé noticias sobre ella, ni siquiera su padre contesta a sus preguntas sobre lo
que ha podido pasar.
Tiene claro que
su tío se preocupará en cuanto conozca la noticia y se pondrá manos a la obra
para desentrañar lo sucedido.
Mauricio
abandonará su vida en Barcelona para viajar a Cuba, a Siboney, e intentar que
su cuñado, con quien no se lleva nada bien y por quien siente una verdadera
aversión, le informe sobre lo que le ha pasado a Dulce e intentar localizarla.
Para saber de ella,
tendrá que enfrentarse a su cuñado, Bartolomé Gormaz, quien fuera prófugo de la
justicia y que ha conseguido reunir una de las mayores fortunas de todos los
territorios españoles, peninsulares y de ultramar. En su búsqueda, Mauricio
encontrará también el amor en la enigmática Deva, por la que sentirá una
atracción irresistible.
En la novela convergen
otras subtramas tan destacables como la principal, a través de las cuales la
autora nos muestra un cuadro fiel sobre una etapa de nuestra historia, con
una sociedad hipócrita.
Una novela que
transcurre en el último cuarto del
siglo XIX a caballo entre la Cuba colonial y una Barcelona en crecimiento, en la que la
floreciente industrial textil está en su apogeo. Una sociedad en la que la
riqueza de una determinada burguesía proviene en la mayoría de los casos, de
una manera o de otra, de las colonias y que no siempre ha sido fruto de
actividades precisamente «limpias» y legales. Está presente el enriquecimiento
de conocidas familias con el tráfico de mano de obra desde África que será
vendida como esclavos para trabajar en las Antillas. Cuba era la provincia más rica
de España.
Una historia de
aventuras y de amor para mostrarnos una época en la que la esclavitud aún
existía en las colonias, por más que estuviera prohibido el tráfico de
esclavos, lo cual hacía aún más lucrativo aquel negocio.
Una novela
cuidada con el marco histórico y en la ambientación, en el lenguaje, en una
prosa cuidada, con buenos personajes para protagonizar las historias. La historia
de
la enigmática Deva, a quien el protagonista conocerá en el
buque Providencia en su viaje a Cuba; la de la peculiar pareja que
forman el sacerdote Narciso Vergel y la médium Orfiria; la de los sinsabores
de Manón la del industrial textil Augusto Esmerla, y su peculiar
esposa Delia y su hija Carola; la de los abolicionistas Clive
Barnaby y el sabio boticario Don Benito, quien mantendrá una gran
amistad con Mauricio y le ayudará en los episodios más difíciles de la novela.
La novela nos
acerca al papel de los españoles en la Cuba colonial, la crueldad con la que
son tratados los esclavos por dueños de ingenios del azúcar, pero también
podremos conocer cómo era el desarrollo industrial de la ciudad de Barcelona a
finales del siglo XIX.