Notas después de leer “Las crónicas de Armikelo” de Mª Ángeles López de Celis.

Es una historia de ficción basada en hechos reales. Un político y un periodista se enfrentarán a la misión más importante de sus vidas: acabar con el terrorismo de ETA y conseguir definitivamente la paz en España y la reconciliación en Euskadi. La autora, con rigor y algo de audacia, afronta el problema vasco y el terrorismo de ETA, que ha marcado la vida de gobiernos y ciudadanos durante más de cinco décadas.

Pero esta novela es también una historia de relaciones humanas, de miedos y pasiones, de sentimientos, para que la autora aporte su visión de la vida, la muerte, el amor, la amistad, la paternidad, la emigración, a través de un argumento de interés y en un intento de aportar la solución a un problema que tendrá consecuencias sociales y políticas más allá de varias generaciones. Es, igualmente, un homenaje a las víctimas del terrorismo y a sus familias y un reconocimiento a cuantos han buscado la paz y han trabajado hasta la extenuación por alcanzarla.

Es una ficción literaria, pero se basa en la historia real de los contactos entre el Gobierno de España y la banda armada ETA para poner fin a cincuenta años de terror y sentar las bases de lo que supondría la reconciliación en el País Vasco y España.

Por el tema y por el estilo con el que la novela está escrita no es un texto que deje indiferente al lector, en este caso a mí como lector concreto.

En el epílogo escribe la autora: “Me gustaría ser capaz de transmitir con estas reflexiones toda la experiencia acumulada como actor de reparto de esta representación, para no olvidar nunca que la razón y la palabra deben sonar con más fuerza que las pistolas y las bombas. Lo contrario es, además, diabólico, un camino que no lleva a ninguna parte”.