Notas después de leer la novela “La
lluvia en la mazmorra” de Juan Ramón
Biedma
A
principios de 1930, en un Madrid húmedo, oscuro y algo siniestro, durante los tres
últimos días del mandato del general Primo de Rivera, la disputa por
controlar un paquete de cartas destinadas a Alfonso XIII, redactadas por
algunos de los prohombres más poderosos del país y que le debían de ser
entregadas por la actriz Ana Ermitaño con una pitillera donde irían esas cartas,
obligan al escritor Enrique Jardiel Poncela, a una solitaria profesora,
Antolina, a una joven aspirante a dramaturga, Marcela Arellano, y a un sereno
de oscuro pasado, Hernán Ruiz, a convertirse en detectives para realizar una
indagación que los conducirá desde los ambientes teatrales y artísticos hasta
algunos de los lugares más extravagantes del Madrid de los años treinta. Irán
apareciendo apuestas clandestinas con juegos perversos, prostíbulos
inmundos, teatros de autómatas, tráfico de cadáveres con las facultades de
medicina, tristes asilos de actores, cementerios ambulantes y, también, la vida
oculta de la aristocracia más próxima a la monarquía. A la trama, se suma un
ambiente político crispado, donde la Unión Patriótica, el partido político
fundado por Miguel Primo de Rivera, tendrá un peso muy específico, porque
parece estar presente en toda la vida madrileña haciendo y deshaciendo a su
antojo.
Cuando iba a cumplir con su misión de
entregar aquellas cartas, en el estreno de La zapatera prodigiosa de
García Lorca, la actriz Ana Ermitaño es apuñalada y asesinada.
Ese mismo día, mientras se celebraba el velatorio del
conde Alivenza, el muerto decide que no está tan muerto como parecía y saliendo
de féretro a todo correr se encerrará en la bodega negándose a salir de allí.
La casa del conde se convertirá en una especie de gran verbena o aquelarre,
donde desfilarán los personajes del Madrid más pobre y más castizo.
Toda la novela es un homenaje al mundo del teatro en
ese primer tercio del siglo XX en España: la estructura, los diálogos, el
desarrollo de la trama, la acción, los ambientes, los personajes. Todos los
oficios del mundo del teatro tienen una mención en la novela.
Una historia increíble, curiosa, morbosa, irónica,
cuyo final solo se descubrirá al final, cuando está punto de caer el telón.
Aunque
esta no es su primera novela, no conocía a este autor, Juan Ramón Biedma, y me
ha sorprendido muy positivamente.
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