Notas después de leer “Tiempos de crimen” novela de M. Delbal, seudónimo
de Marta Fernández-Cuartero
Paramio y autora, también, de “Muerte en el
ministerio”.
Un artefacto explosivo, colocado en la mesa de su
despacho, acaba con la vida de Clemente Rodríguez-Bielza, uno de los banqueros
más importantes del país. El artefacto explosivo no parece obra de
profesionales. En el mismo atentado resulta gravemente herida la esposa del
comisario de policía Ricardo Solís. Esta coincidencia determina, de alguna
forma, el curso de la investigación policial.
La investigación va desentrañando hechos, datos y
declaraciones y se acumulan demasiados elementos que es necesario ir
seleccionando y descartando hasta identificar las piezas más significativas y
desde ellas identificar a las personas que puedan conducir a descubrir lo que
sucedió realmente y que hay detrás de ese atentada a un banquero.
De la investigación se encargan los inspectores Ada
Valle y Blas Pons quienes trazan un amplio radio de acción e interrogan a
numerosos testigos directos o indirectos, a través de los cuales se van
manifestando ambientes del complejo mundo en el que transcurre la acción de la
novela.
Los escándalos del mundo financiero serán un elemento
determinante de la trama, y la clave para conocer a los autores del atentado.
Finalmente, la investigación nos lleva a un
imprevisible y trágico desenlace.
Una novela que se lee bien, quizá demasiado puntillosa
para concretar los pasos de la investigación, pero es un texto más que
correcto.
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