viernes, 15 de febrero de 2019


ANTES  QUEBEC, ESCOCIA O KOSOVO; AHORA ESLOVENIA

(Artículo publicado en El Diario Montañés el 2.01.19)

El independentismo catalán, peregrinando a la búsqueda de su particular Grial, ha transitado de Quebec a Escocia para hacer una pausa en Kosovo y ver lo que sucedía por allí, siempre acompañado de algunos clérigos fieles. Hasta para hacer un ayuno voluntario de unas horas en apoyo a los políticos catalanes en prisión, Quim Torra tuvo que desplazarse al monasterio de Monserrat por si hubiera que darle el viático.
No satisfechos con lo descubierto, Torra viajó a Eslovenia e hizo parada en Waterloo, donde el pasado 8 de diciembre declaraba: “Los eslovenos decidieron seguir adelante con todas las consecuencias. Hagamos como ellos y estemos dispuestos a todo para vivir libres”. Dicho esto, se marchó con Puigdemont a comer unos “moules” y hacer unas risas.
Eslovenia logró su independencia en 1991, cuando se desintegró la República Federal Socialista de Yugoslavia, después de un conflicto bélico que causó decenas de muertos. Yugoslavia se creaba después de la primera Guerra Mundial y se había mantenido unida como Federación bajo la férrea mano de Josif Broz Tito. Con su oposición a Stalin se había creado una imagen aceptable en Occidente. Pero Tito había fallecido en 1980.
En septiembre de 1989 el Parlamento esloveno aprobaba una nueva Constitución para la república, donde se destacaba que Eslovenia no reconocía la preeminencia de las leyes federales sobre la legislación eslovena y constitucionalizaba el derecho a no contribuir a las cargas fiscales de la federación. El Tribunal Constitucional de Yugoslavia (presidido por un magistrado esloveno) no actuó, argumentando que la independencia no había llegado a declararse en Eslovenia.
En 1990 el Partido “Demos” ganó las elecciones en Eslovenia, y en diciembre planteó un referéndum independentista sin el apoyo del gobierno central de Yugoslavia. Con un 93% de participación, el 95% votó “sí” a la independencia. Con el respaldo del 94% de los diputados de la Cámara eslovena se declaró la independencia, aunque quedó automáticamente suspendida durante seis meses, pensando que era tiempo suficiente para negociar con Belgrado. Finalmente, el 25 de junio de 1991 Eslovenia declaró unilateralmente la independencia.
En Belgrado, el dictador Slobodan Milosevic intentó frenar aquel proceso y envió al ejército de la Federación de Yugoslavia. Los enfrentamientos duraron diez días y causaron 74 muertos: 44 muertos del Ejército federal, 18 eslovenos y 12 extranjeros, y varios cientos de heridos y prisioneros. Finalizó el conflicto con el Acuerdo firmado en la isla adriática de Brione en julio de 1991, después de la mediación de la Unión Europea con la presencia de Croacia, Serbia, Eslovenia y el gobierno federal de Yugoslavia.
Croacia y Eslovenia se comprometieron a no avanzar durante tres meses en su camino hacia la independencia y el Ejército yugoslavo, dividido sobre cómo actuar, se retiró de Eslovenia, pero no de Croacia. Para Milosevic Eslovenia tenía poco interés y por ello el Ejército de Yugoslavia no llegó a ocupar militarmente la totalidad de Eslovenia y optó después por la retirada. A Milosevic le interesaba construir la gran Serbia, negociar con Tudjman la independencia de Croacia y obtener el mayor beneficio posible en un reparto de Bosnia. Nadie podía parar ya la desintegración de Yugoslavia. Las guerras se extendieron hasta 2001 con 225.000 muertos, cerca de 3 millones de desplazados y la aparición de muchas nuevas fronteras en Europa.
Llegados a este punto, aunque en alguna ocasión desde Eslovenia se han manifestado simpatías hacia el proceso independentista catalán, conviene recordar que los gobiernos de Eslovenia siempre han destacado que hay sustanciales diferencias entre el caso esloveno y catalán y también se señala que no son situaciones comparables: Yugoslavia no era entonces una democracia y España sí lo es. Hace unos meses el primer ministro esloveno declaraba: “España es una democracia, por lo que el conflicto sobre la autodeterminación debe resolverse en línea con el orden constitucional y, aún más importante, ha de hacerse pacíficamente, sin violencia, democráticamente y con diálogo”.
Eslovenia contó con las simpatías históricas de Alemania y Austria, lo que no gustó a otros socios europeos, pero sirvió para el reconocimiento por la comunidad internacional. En mayo de 1992 se convirtió en miembro de pleno derecho de la ONU y en 2004 Eslovenia ingresó en la OTAN y en la Unión Europea. 
La defensa de la vía eslovena para llegar a la independencia de Cataluña, las críticas y descalificaciones a los Mossos d´Esquadra cuando cumplían son su trabajo, su fervor por los Comités de la Defensa de la República, han barrido el ya escaso prestigio que le quedaba al President Quim Torra. Son demasiadas las actuaciones impropias de quien ocupa un cargo institucional como es la Presidencia de la Generalitat, aunque sea un Presidente títere al que le mueven los hilos desde Waterloo. Su objetivo no es calmar los ánimos y desactivar los problemas, sino provocar una escalada de tensión incendiaria en la política catalana e ignorar a la mitad de la población de aquella Comunidad Autónoma. Como adalid del victimismo catalán se siente el héroe de la resistencia frente el Estado opresor: “Los españoles solo saben expoliar”, es una de sus muchas perlas.
¿De verdad cree el Presidente Sánchez que Quim Torra racionalizará en algún momento su estrafalario discurso?

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