lunes, 25 de febrero de 2019
jueves, 21 de febrero de 2019
“Annobón” novela de Luis Leante
La novela arranca
con la investigación que un escritor lleva a cabo a raíz del hallazgo del
cadáver momificado de una mujer en una localidad de Colliure, en el sur de
Francia. A partir de esta noticia, el narrador hace la reconstrucción de unos
hechos casi desconocidos que ocurrieron en Madrid y Guinea en los años 30 y 40
del siglo pasado. La noche del 14 de noviembre de 1932, Restituto Castilla,
sargento de la Guardia Civil, Delegado del Gobierno en Annobón, asesinó
con una navaja barbera al Gobernador de Guinea cuando visitaba aquella pequeña
isla de 17 kilómetros cuadrados, a tres días de navegación de la capital, donde
Castilla había querido fundar una comunidad que se gobernara con los principios
de la República.
Una vez cumplida la
condena, el abogado Pedraza se cruzará en su camino y la vida de ambos entrará
en una sucesión de adversidades que afectará a todos los que están a su
alrededor. Celos, dignidad, locura, mentiras y obsesiones en un triángulo
amoroso en el que el miedo y el amor se confunden con frecuencia.
A partir del sumario
del juicio a Restituto Castilla, hallado en el Archivo
Histórico de Las Palmas, el autor escribe la historia desde
el relato de dos personajes de ficción, las hijas del sargento y
de su abogado defensor, el capitán Pedraza, quienes ofrecen dos opiniones y
puntos de vista opuestos sobre los hechos. El autor, desde la ficción histórica
y la realidad del reportaje, utiliza los hechos sucedidos un día, para
devolvernos unas historias de amor, de miserias, de venganzas, de represión.
Sabemos muy poco de la
historia colonial de la España del siglo XX y de sus protagonistas reales. Luis
Leante, de quien había leído “Mira si yo te querré” con el Sahara como telón de
fondo del argumento, en esta nueva novela nos acerca a esa historia de la
Guinea Ecuatorial tan poco conocida.
¿Quién
fue Restituto Castilla?
Restituto Castilla González ingresó en
la Guardia Civil a los 15 años. Destinado en oficinas, cuando alzcanzó el grado
de cabo consiguió un traslado al Cuartel Central de la Guardia Colonial en
Guinea y, posteriormente, a la pequeña localidad de Annabón, donde intentó
construir una sociedad laica y republicana y acabó desarrollando un
"sistema simétrico al de los claretianos, que tanta brutalidad e
intransigencia ejercieron en la zona." Su carrera acabó con el magnicidio
del nuevo Gobernador republicano, Gustavo de Sostoa. Por este hecho fue juzgado
en 1932 y condenado a 8 años y un día de prisión atendiendo al informe médico
que lo calificaba como un psicópata paranoide. Fue apartado de la Guardia
Civil.
En marzo de 1936 se benefició de la
amnistía decretada por el Frente Popular. Tras el Golpe de Estado se incorporó
en la Guardia Nacional Republicana ejerciendo labores represivas de
retaguardia, donde alcanzo el grado de capitán. Detenido por las tropas
franquistas, fue juzgado y condenado a muerte en Consejo de Guerra Sumarísimo
en octubre de 1939. El 8 de abril de 1940 es fusilado junto a las tapias del
Cementerio del Este.
lunes, 18 de febrero de 2019
viernes, 15 de febrero de 2019
ANTES
QUEBEC, ESCOCIA O KOSOVO; AHORA
ESLOVENIA
(Artículo publicado en El Diario Montañés
el 2.01.19)
El independentismo
catalán, peregrinando a la búsqueda de su particular Grial, ha transitado de
Quebec a Escocia para hacer una pausa en Kosovo y ver lo que sucedía por allí,
siempre acompañado de algunos clérigos fieles. Hasta para hacer un ayuno
voluntario de unas horas en apoyo a los políticos catalanes en prisión, Quim
Torra tuvo que desplazarse al monasterio de Monserrat por si hubiera que darle
el viático.
No satisfechos
con lo descubierto, Torra viajó a Eslovenia e hizo parada en Waterloo, donde el
pasado 8 de diciembre declaraba: “Los eslovenos decidieron seguir adelante con todas
las consecuencias. Hagamos como ellos y estemos dispuestos a todo para vivir
libres”. Dicho esto, se marchó con Puigdemont a comer unos “moules” y hacer
unas risas.
Eslovenia logró
su independencia en 1991, cuando se desintegró la República Federal Socialista
de Yugoslavia, después de un conflicto bélico que causó decenas de muertos. Yugoslavia
se creaba después de la primera Guerra Mundial y se había mantenido unida como
Federación bajo la férrea mano de Josif Broz Tito. Con su oposición a Stalin se
había creado una imagen aceptable en Occidente. Pero Tito había fallecido en
1980.
En septiembre de
1989 el Parlamento esloveno aprobaba una nueva Constitución para la república,
donde se destacaba que Eslovenia no reconocía la preeminencia de las leyes federales
sobre la legislación eslovena y constitucionalizaba el derecho a no contribuir
a las cargas fiscales de la federación. El Tribunal Constitucional de
Yugoslavia (presidido por un magistrado esloveno) no actuó, argumentando que la
independencia no había llegado a declararse en Eslovenia.
En 1990 el
Partido “Demos” ganó las elecciones
en Eslovenia, y en diciembre planteó un referéndum independentista sin el apoyo
del gobierno central de Yugoslavia. Con un 93% de participación, el 95% votó
“sí” a la independencia. Con el respaldo del 94% de los diputados de la Cámara
eslovena se declaró la independencia, aunque quedó automáticamente suspendida
durante seis meses, pensando que era tiempo suficiente para negociar con
Belgrado. Finalmente, el 25 de junio de 1991 Eslovenia declaró unilateralmente
la independencia.
En Belgrado, el
dictador Slobodan Milosevic intentó frenar aquel proceso y envió al ejército de
la Federación de Yugoslavia. Los enfrentamientos duraron diez días y causaron
74 muertos: 44 muertos del Ejército federal, 18 eslovenos y 12 extranjeros, y
varios cientos de heridos y prisioneros. Finalizó el conflicto con el Acuerdo
firmado en la isla adriática de Brione en julio de 1991, después de la
mediación de la Unión Europea con la presencia de Croacia, Serbia, Eslovenia y el
gobierno federal de Yugoslavia.
Croacia y
Eslovenia se comprometieron a no avanzar durante tres meses en su camino hacia
la independencia y el Ejército yugoslavo, dividido sobre cómo actuar, se retiró
de Eslovenia, pero no de Croacia. Para Milosevic Eslovenia tenía poco interés y
por ello el Ejército de Yugoslavia no llegó a ocupar militarmente la totalidad
de Eslovenia y optó después por la retirada. A Milosevic le interesaba
construir la gran Serbia, negociar con Tudjman la independencia de Croacia y
obtener el mayor beneficio posible en un reparto de Bosnia. Nadie podía parar
ya la desintegración de Yugoslavia. Las guerras se extendieron hasta 2001 con
225.000 muertos, cerca de 3 millones de desplazados y la aparición de muchas
nuevas fronteras en Europa.
Llegados a este
punto, aunque en alguna ocasión desde Eslovenia se han manifestado simpatías
hacia el proceso independentista catalán, conviene recordar que los gobiernos
de Eslovenia siempre han destacado que hay sustanciales diferencias entre el
caso esloveno y catalán y también se señala que no son situaciones comparables:
Yugoslavia no era entonces una democracia y España sí lo es. Hace unos meses el
primer ministro esloveno declaraba: “España es una democracia, por lo que el
conflicto sobre la autodeterminación debe resolverse en línea con el orden
constitucional y, aún más importante, ha de hacerse pacíficamente, sin
violencia, democráticamente y con diálogo”.
Eslovenia contó
con las simpatías históricas de Alemania y Austria, lo que no gustó a otros
socios europeos, pero sirvió para el reconocimiento por la comunidad
internacional. En mayo de 1992 se convirtió en miembro de pleno derecho de la
ONU y en 2004 Eslovenia ingresó en la OTAN y en la Unión Europea.
La defensa de la
vía eslovena para llegar a la independencia de Cataluña, las críticas y
descalificaciones a los Mossos d´Esquadra cuando cumplían son su trabajo, su
fervor por los Comités de la Defensa de la República, han barrido el ya escaso
prestigio que le quedaba al President Quim Torra. Son demasiadas las
actuaciones impropias de quien ocupa un cargo institucional como es la
Presidencia de la Generalitat, aunque sea un Presidente títere al que le mueven
los hilos desde Waterloo. Su objetivo no es calmar los ánimos y desactivar los
problemas, sino provocar una escalada de tensión incendiaria en la política
catalana e ignorar a la mitad de la población de aquella Comunidad Autónoma. Como
adalid del victimismo catalán se siente el héroe de la resistencia frente el
Estado opresor: “Los españoles solo saben expoliar”, es una de sus muchas
perlas.
¿De verdad cree
el Presidente Sánchez que Quim Torra racionalizará en algún momento su
estrafalario discurso?
lunes, 11 de febrero de 2019
jueves, 7 de febrero de 2019
Concha Espina, obra de Eberhard Schlotter.
Concha Espina, nació en Santander en
1869 y falleció en Madrid en 1955. Poeta y novelista, fue candidata al Nóbel en
1926, 1929 y 1931. Una autora popular aunque hoy bastante olvidada.
Formó parte de una familia
vinculada a la cultura. Prima de María Blanchard, madre de Victor de la Serna y
de Josefina de la Serna autora de algunos relatos que se casó con Regino Sainz
de la Maza, padres de la actriz Carmen de la Maza.
Fue defensora de la República,
defendió la lengua y la cultura catalanas, se posicionó contra las injusticias
sociales y fue muy crítica con la ideología marxista. El 11 de febrero de 1933
firmó el Manifiesto de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética.
Después de la guerra adoptó la
ideología falangista, quizá influenciada por sus convicciones católicas y
reflejó en algunas de sus obras el conflicto vivido.
En su estilo se mezclaba el
realismo y la lírica y al terminar la guerra civil participó muy activamente en
la vida cultural cercana al régimen, ofeciendo una visión laudatoria del nuevo
régimen del general Franco, defendiendo con una visión integrista los valores
tradiconalistas y católicos, llegando en algunos de sus textos a manifestar su
admiración por las políticas del Führer alemán.
Esa trayectoria la perjudicó y no
pudo mantener el prestigio que como autora había tenido antes de la Guerra
Civil.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)