Josephine Baker,
fotografíada por Madame D`Ora en 1928
Leído en El País el 28 de agosto de 2018: “Cuando Josephine Baker llegó a Viena en 1928, el parlamento austriaco
celebró un debate para decidir si esta bailarina afroamericana era una amenaza
para la moralidad pública. El clero anunció que tañerían las campanas desde el
momento que llegara su tren para advertir a sus feligreses sobre los peligros
del “diablo hecho carne, el demonio de la inmoralidad”. Y la alcaldía acabó por
suspender su función en el teatro Ronacher. Ese mismo año, Josephine Baker posó
para Dora Kallmus (1881 – 1963) en su estudio de París: la fotógrafa vienesa
decidió retratarla en toda su belleza, toda su negritud, desnuda. Esa era
Madame d’Ora.
La fotografía se puede ver en la amplia retrospectiva
que le dedicó el Museo Leopold de Viena el pasado 2018: un total de
330 fotografías, ocho vestidos de alta costura y material documental de la
época. También se exhibió la portada de 1927 de Die Bühne (la
revista cultural de mayor tirada de Austria) con Josephine Baker cubierta solo
con unas plumas, y que encendió la polémica.
Tras la II Guerra Mundial su fotografía dio un giro radical.
Documentó la vida precaria de los campos de refugiados en Viena y Salzburgo,
donde se hacinaban prisioneros liberados de campos de concentración nazis y
también alemanes expulsados de Yugoslavia y Checoslovaquia. La mujer de origen
judío que había padecido el holocausto, puso su cámara delante de los
refugiados alemanes para denunciar su condición de víctimas”.
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