Son pocos los cuadros
en la historia de la pintura que han ejercido una atracción tan intensa y
permanente como el "Guernica", obra pintada por Pablo Picasso en 1937
para el Pabellón de la República española en la Exposición Internacional de
París. Tras un largo periodo en el que la obra permaneció depositada en el
Museum of Modern Art de Nueva York, su llegada a España en 1981 tiene una
significación trascendental en el momento de la transición a la democracia. Su
devolución supuso el final de un largo proceso que va desde la gestación del
cuadro hasta las negociaciones para su traslado a España, revistiendo una gran
importancia desde el punto de vista de la recuperación de nuestro patrimonio
artístico, y marca el final de la transición política y cultural tras los años
de dictadura. Aunque se reclamó oficialmente el cuadro, no era posible esa
devolución mientras en España no hubiera un régimen de libertades reconocido y
homologado internacionalmente. Esa era, por otra parte, la voluntad de Picasso,
el artista más destacado del siglo XX, con nulas relaciones con el régimen
franquista, que le consideraba un enemigo político por su militancia comunista
y su apoyo a la causa republicana.
Gran parte de la
documentación manejada durante la investigación de Genoveva Tusell es inédita y
procede del archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores y del Archivo
Histórico Nacional.
Genoveva
Tusell, hija de uno de los artífices del regreso, el historiador Javier Tusell (1945-2005), relata en “El
Guernica recobrado” la azarosa peripecia del cuadro desde su creación hasta su
recuperación por el Estado español. Entre otros, Javier Tusell director general
de Bellas Artes entre 1979 y 1982, lideró las negociaciones para el retorno del
cuadro junto con el subdirector de Artes Plásticas del Ministerio de
Cultura, Álvaro Martínez-Novillo, con el apoyo de
Íñigo Cavero, ministro de Cultura.
El
libro es un relato de lo sucedido desde que el gobierno de la
República encargó a Pablo Picasso la realización de un gran mural para el
pabellón español en la Exposición universal de París de 1937 y la llegada del cuadro a España
el 10 de septiembre de 1981.
En la
madrugada del 9 al 10 de septiembre de 1981, el Guernica fue desmontado en
secreto de su ubicación en el Museum of Modern Art
de Nueva York (MoMA), enrollado
en un cilindro y depositado en un avión de pasajeros de Iberia, donde los viajeros
no supieron que en la bodega viajaba algo más que un cuadro, hasta el
aterrizaje en Barajas.
El
libro, con numerosas notas a pie de página, muy documentado, se lee como si
fuera un largo reportaje. Muy
interesantes las páginas dedicadas a demostrar cómo fue la República Española
quien encargo y pagó el cuadro y las condiciones de Picasso para el Guernica
volviera un día a España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario