Coincidiendo con el mundial de futbol, comento
hoy “LA PENA MÁXIMA” novela
de SANTIAGO RONCAGLIOLO
El escritor peruano Santiago Roncagliolo
ganó el premio Alfaguara en 2006 con “Abril rojo”, novela en la que aparecía el
personaje de Félix Chacaltana, un funcionario público obsesionado por cumplir
con sus deberes, sin habilidades sociales y con una enfermiza relación de
dependencia con su madre. “Abril rojo” se situaba en los años 2000 y “La pena máxima” se sitúa en los
años setenta.
“La pena
máxima” tiene elementos de novela policiaca, porque hay varios crímenes, un
detective bastante particular, Chacaltana, y varias tramas amorosas que añaden
interés al argumento. Y hay una relación con el contexto político y con la
violencia a escala nacional o internacional. El contexto son las dictaduras
militares de los años 70 en América Latina y también hay futbol: el mundial de
Argentina de 1978, de donde procede el título. Es una historia negra que se desarrolla a
la sombra de los crímenes políticos de las dictaduras latinoamericanas a
finales de los años setenta.
Argentina necesitaba ganar a Perú,
cuando Perú ya estaba eliminado, por una diferencia mínima de cuatro goles y
pasar a la final. Consiguió un resultado favorable de 6-0 que le permitió
enfrentarse a Holanda y ganar el campeonato. Dice el autor: “esta historia es
la de mis padres, que eran militantes de izquierda, y de muchos de sus amigos,
que murieron y desaparecieron en Chile. Pero, además, me gustaba el escenario
del fútbol y cómo la dictadura usó el mundial para vender una Argentina
pacífica y amable, que no existía, mientras torturaba gente a cuadras de los
estadios de fútbol. Además, el mundial de Argentina 78 es inolvidable para
cualquier peruano. Para que Argentina llegara a la final necesitaba ganarle 4-0
al Perú, pero nos ganó 6-0, así que es una especie de símbolo del fracaso de
las ilusiones”.
La novela comienza en
la Lima de 1978. Un hombre que lleva una mochila sospechosa es perseguido por
uno de los barrios más populares de la ciudad y es asesinado. Pero nadie ha
visto nada, porque la ciudad está concentrada ante el televisor, porque juega la
selección peruana en el Mundial de fútbol de Argentina en plena dictadura
de la Junta Militar.
El mundial fue importante para acallar las voces opositoras en los regímenes de
Perú y Argentina.
Un asesinato, la entrega fallida de una mochila con un
paquete extraño, un arma de fuego que no figura en los registros, una denuncia
mal hecha por una “irregularidad administrativa migratoria menor”, un empleado
de archivo, un jefe, una madre, una novia, una sepultura reciente y un
viejo excombatiente republicano con un brazo tembloroso y la nariz venosa
por el alcohol, son los protagonistas de esta novela.
El protagonista, Félix
Chacaltana, se enfrenta a unos crímenes en un momento crucial para la historia
de Perú. Con la operación Cóndor como telón de fondo, el país se esfuerza por
salir de la oscuridad de la dictadura militar con la celebración de las
primeras elecciones democráticas.
Félix Chacaltana Saldívar, así le llama siempre su
madre, es el protagonista de la novela. Es como un niño que no sabe mentir, no
conoce de ironías ni de sarcasmos, vive en la misma casa con una madre
posesiva, católica practicante y la foto de su padre muerto hace más de una
década. Ejerce de novio pero es virgen, tiene poco más de veinte años, es un
abogado gris y trabaja en un archivo en un subsuelo lóbrego de una oficina
pública, delante de una “carceleta” donde se apiña puñado de presos.
“La pena máxima”, una novela donde ocurren
muchas cosas, absorbe desde su misterioso principio, hasta el final. Me ha gustado
esta novela.
La novela se
divide en tantos capítulos como partidos jugó Perú en el Mundial (Escocia,
Holanda, Irán, Polonia, Brasil y Argentina) aunque el último de ellos se
corresponde a la final, el Argentina - Holanda que terminó 3-1 a favor de la
selección albiceleste.
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