En Orihuela, en la provincia de
Alicante, nació Miguel Hernández el
30 de octubre de 1910.
En la primavera de 1939, ante la
desbandada general del frente republicano, Miguel Hernández intenta cruzar la
frontera portuguesa pero la
policía del dictador Salazar, lo entregó a la Guardia Civil. Comienza su
peregrinación por diferentes cárceles.
Inesperadamente y sin haber sido
juzgado, a mediados de septiembre de 1939, es puesto en libertad.
Se dirige a Orihuela, donde es delatado
y encarcelado de nuevo.
Pasó luego a la prisión de Palencia en septiembre de 1940 y
en noviembre, al penal de Ocaña (Toledo). En 1941, fue trasladado al
reformatorio de adultos de Alicante, donde compartió celda con Buero Vallejo.
Allí enfermó. Falleció en la enfermería de la prisión alicantina en la mañana del 28 de marzo de 1942,
con tan sólo 31 años de edad. Fue enterrado en el cementerio de Nuestra Señora del Remedio
de Alicante, el 30 de marzo, hace ahora
75 años.
DE “EL HOMBRE ACECHA” es el
poema “Canción
última”
Miguel
Hernández, el poeta, está traumatizado por la guerra, ha estado enfermo, ha
visto la bestia en la que se transforma el hombre, ha sido privado de la
proximidad de su mujer, de la libertad y cierra el libro con este grito de paz
y esperanza, en un poema realmente conmovedor.
“CANCIÓN ULTIMA”
Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.
Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa
con su ruinosa cama.
Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.
El odio se amortigua
detrás de la ventana.
Será la garra suave.
Dejadme la esperanza.
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.
Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa
con su ruinosa cama.
Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.
El odio se amortigua
detrás de la ventana.
Será la garra suave.
Dejadme la esperanza.
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